PRIMER VIAJE DE MARÍA DEL CARMEN PÍRIZ
¡Hola! Un nuevo periplo
de esta sección de viajes hechos con la brújula imantada de tiempo y nostalgia.
Para los que no seguís estos viajes comentaros que es una sección abierta a
cualquiera que le apetezca participar con crónicas de su primer viaje, esas anécdotas
y momentos inolvidables, y esas fotos de antaño. Ya han participado
algunos blogueros que nos han contado sus anécdotas, añoranzas, sueños y
confidencias (podéis pinchar el nombre para ver sus viajes). GRACIAS A TODOS!!!
Este nuevo primer viaje es de una entrañable y generosa compañera que en mi
caso ha trascendido más allá de este mundo virtual puesto que tengo la suerte de poseer un par de pendientes
elaborados por ella, sencillos, pero que guardo con mucho cariño. Las manualidades es una de sus pasiones entre otras muchas.
A María del Carmen no es casualidad que le gusten las peonías. En el lenguaje de las flores,
ésta simboliza la honestidad en actos y maneras, la veracidad. Quienes
conocemos un poquito a Mamen sabemos que ella es así. Espejo de alma y reflejos
de corazón. Es muy difícil que no la pilles con la sonrisa puesta y su vida
enmarcada en la ilusión. Su blog es como esas enciclopedias de antes: la “Enciclopedia
Álvarez” de la editorial Miñón con sus lecciones, ejercicios, lecturas y
nociones. “Intuitiva, sintética, práctica”. Así es Mamen. Yo conocí este libro,
de pequeña me fascinaban sus dibujos, sus mapas, la simplicidad de los textos,
tal vez sea por lo que me viene ahora a la memoria (dejando al margen cualquier
otra instrucción a la infancia de entonces).
El blog de Mamen Alguien con quien hablar es multifacético. Y es que ella tiene tanto que decirnos y contarnos... En él recoge todos
sus escritos breves y relatos, sus pinturas y fotos, recuerdos de ayer y de
hoy, sus viajes, sus idas y venidas a exposiciones o a teatros... Es abierta a
contarte lo que el día a bien le trae. ¡Tenéis que visitarlo!
Este
viaje que nos regala es muy especial para ella, no es la primera vez que va, ya fue, nació en él. Es un viaje entrañable, un recuerdo que trasciende mucho más allá del tiempo, puesto que es la primera vez que vuelve después de dejarlo a los 7 años. Un reencuentro maravilloso en blanco y negro y esos positivos en color; contado y enseñado con la grandeza del corazón con esas letras, las suyas, que están escritas con alma de recuerdo.
Viajemos con Mamen por su Olivenza (Badajoz), su cuna, su
esencia de arte.
Quiero contaros el encuentro y la impresión que me causó ver el
pueblo donde nací. Enfrentarse con los recuerdos y las sensaciones. Lo que
me causó ver cómo mis recuerdos de niña cambiaban mucho al ser visualizados
con otros ojos.
Un pueblo muy cuidado ahora para el turismo, pero cuando nos vinimos ni se
apreciaban sus valores. Los lugares históricos no se cuidaban como ahora. Su castillo
amurallado, sus baluartes, las iglesias de estilo portugués…esos templos por
dentro ahora los aprecio, son unas iglesias fantásticas. ¡Todo es tan
impresionante!
Olivenza fue ciudadela medieval del siglo XIV. Murallas y puertas, un
conjunto monumental de 14 torres macizas. Dos puertas la de Alconchel y la de
Los Ángeles con torres semicirculares. Fue tierra castellana que a finales del
siglo pasó a ser portuguesa por el tratado de Alcañices. Sus iglesias-salón,
como las llaman, son del renacimiento tardío y tienen esa azulejería tan
característica portuguesa. Paneles de azulejos en las naves laterales del siglo
XVII del tipo “maçaroca”.
Se ha notado mucho los cambios pero la esencia del pueblo no ha cambiado.
Hay también comercio, y por supuesto, agricultura.
Cuando me fui las calles estaban sin
asfaltar, muchas casas no tenían agua en casa, las mujeres iban a lavar a los lavaderos.
La gente vivía del campo. Menos los que tenían comercio.
Os comparto las fotos entrañables en blanco y negro de todos estos
lugares y las dos fotos en color que son como están actualmente. Aquí abajo estoy en la casa donde nací.
Los paseos donde nos íbamos pasear los domingos al salir de
misa…
Aquí no pude resistir llorar de emoción al encontrarme de nuevo bajo
las palmeras y recordar a mi abuelo… Escribí esta poesía:
OLIVENZA, MI ESENCIA
Salí de mi casa a tu encuentro
Té vi a lo lejos, la torre me guio
Se erguía esbelta sobre el manto blanco de tus casas
Paseé, miré, contemplé, palpé y acaricié
Te recorrí toda y entre tus calles me perdí.
Té vi a lo lejos, la torre me guio
Se erguía esbelta sobre el manto blanco de tus casas
Paseé, miré, contemplé, palpé y acaricié
Te recorrí toda y entre tus calles me perdí.
El asfalto que pisé, me guio y me empapé de ti.
Una ráfaga de aire, movió las palmeras de tu paseo,
el suave polvo me trasladó nostálgica a mi infancia.
Vi un anciano sentado en un banco con su gorra y su chambra,
era mi abuelo, con el cigarro entre sus labios
Me vi sentada sobre sus débiles piernas
Un soplo de aire trajo a mis oídos los cánticos del
rosario, rezaba D. José Párroco de la Farrapa.
Mis lágrimas afloraron a mis ojos y lloré emocionada.
Bajé caminando por la calle de las Flores y entre las
rejas de una casa, vi a mi madre planchando.
Doblé la esquina a la calle Jurmhena cuna de mi vida.
Un soplo de brisa transformó el asfalto en tierra,
me vi jugando en las lanchas de la acera al truqui,
cantando canciones de antaño.
Vi las cilindras y las rosas de mi patio
adornando los altares de Maya
Oí las ovaciones en la plaza de toros. ¡Olé! ¡Olé!
Me vi de la mano de mi madre cuando íbamos a la
plaza de abastos
Sentí las caricias de esas manos desgastadas por el
jabón y el agua cuando vi los lavaderos abandonados
¡OH, Olivenza! tu recuerdo es mi esencia.
¡¡¡Gracias Mamen!!!
Por este corset bordado, medido y cosido puntada a puntada entre fronteras. Ese ceñido y agarre a las raíces; la memoria verde que llamo yo. Esas ramas que se abrazan al corazón para seguir creciendo, para sentirte más presente si cabe. Un legado que une, un abrazo que ciega límites, edades, pueblos, ciudades y países.
Para los que andan
lejos de sus lugares siempre hay una esperanza de volver.
Diego
Torres. Color esperanza
Sé que hay en tus ojos con solo
mirar
Que estás cansado de andar y de andar
Y caminar girando siempre en un lugar
Sé que las ventanas se pueden
abrir
Cambiar el aire depende de ti
Te ayudara vale la pena una vez más
Saber que se puede querer que se
pueda
Quitarse los miedos sacarlos afuera
Pintarse la cara color esperanza
Tentar al futuro con el corazón
Es mejor perderse que nunca
embarcar
Mejor tentarse a dejar de intentar
Aunque ya ves que no es tan fácil empezar
Sé que lo imposible se puede
lograr
Que la tristeza algún día se irá
Y así será, la vida cambia y cambiará
Sentirás que el alma vuela
Por cantar una vez más
Saber que se puede querer que se
pueda
Quitarse los miedos sacarlos afuera
Pintarse la cara color esperanza
Tentar al futuro con el corazón
Un abrazo para todos y en especial a Mamen, Gracias
!!!
¡Olivenza, qué preciosidad! Ay, no puedo evitar recordar la jota:
ResponderEliminarLas mujeres de Olivenza
no son como las demás
porque son hijas de España
y nietas de Portugal.
Con nostalgia de Extremadura, que hace tiempo que no visito, os mando un par de abrazos fuertes, Mamen y Eme.
Carmen esa canción que me la cantaba mi madre y por eso me decía que yo era distinta a las niñas vascas. A veces llegaba enfadada porque me llamaban maqueta, por ser castellana. Pero eso ya pasó a la historia. La gente quiere ser de donde nace y de donde vive. Y las dos regiones se complementan. Un abrazo
Eliminar¡Hola! Es que Olivenza y Extremadura en general son para morir de amor.
ResponderEliminarMe gusta mucho el blog de Mamen y ella es encantadora.
Besos.
Muchas gracias Marigem es que realzar Olivenza mi tierra de nacimiento y ser tan compañera y amiga no tiene precio, ya ves que maravilla de viaje me ha preparado Eme tienes que animarte y que te haga a tí tu primer viaje. Un abrazo
EliminarMuchas gracias Eme no lo has podido bordar mejor, me ha encantado tu post. Estoy emocionada con la poca información que te envié has hecho un viaje grande. Un abrazo, mejor dos, tres, cuatro, cinco bueno hasta el infinito.......
ResponderEliminarHola Eme, hola Mamen.
ResponderEliminarUn viaje hacía el eterno regreso, hacia el encuentro de los recuerdos más puros e inocentes. Un viaje hacia la memoria y un reencuentro encantador.
Y que decir de Olivenza....
Una población encantadora, bellísima y magníficamente cuidada. Puro sol de Extremadura, a veces portuguesa y otras española, siempre ibérica, siempre nuestra.
Gracias a las dos por este recuerdo en forma de letras, música y estupendas fotografías.
Muchas gracias por tus palabras Miguel. Es que Eme es una poeta en todo lo hace y este es un homenaje a mi persona y a mi pueblo, porque se que lo has visitado y sabes que es una maravilla. Un abrazo
EliminarMe ha gustado mucho cómo mamen relata su experiencia personal. Cómo cambió, no solo su Olivenza natal sino su forma de apreciarla.
ResponderEliminarYo también he experimentado esta sensación del antes y del después, cuando, tras muchos años de ausencia, he vuelto a algún lugar donde, de niño, acudía cada verano. Los cambios, a veces espectaculares, no son siempre bien recibidos. Se han restaurado viejos edificios, iglesias y monumentos, pero echas en falta otros que te procuraron momentos de felicidad: el cine que ya no está, la plazoleta donde jugabas con tus amigos tiene una modernidad que ya no la hace tan entrañable, los modernos comercios han sustituido el estanco de don Miguel, la mercería de doña Rosa, la pastelería de aquel matrimonio tan simpático que de vez en cuando nos regalaba un merengue; las higueras de las que tomábamos aquellas brevas tan deliciosas dieron paso a un solar que ahora está ocupado por bloques de pisos demasiado altos, etc, etc, etc,
Lo moderno y lo antiguo deberían coexistir de forma ordenada, en paz y armonía. Lo viejo no tiene porqué ser feo y lo moderno no debería ser (a veces) tan insustancial, si no horroroso.
Disculpad las dos esta disquisición tan larga pero me la ha provocado la lectura de esta estupenda entrada.
Dos abrazos.
Josep, es que es lo que pasa cuando faltas mucho tiempo de un lugar. Que todo cambia, pero la esencia queda aunque sea dentro de nuestros corazones. Ver como ha cambiado la vida donde has vivido con apenas siete años te impacta la primera vez que lo vives. Un abrazo
EliminarHola. Qué entrañable respuesta al viaje de Mª del Carmen. Gracias Carmen, Marigem, Miguel, Josep Mª. No conozco Olivenza pero esa entrecruzada de caminos, de culturas me apasiona, tengo que ir y más después de este viaje compartido con Mamen. Un abrazo a todos!!!
ResponderEliminarHola Emerencia Y Mamen
ResponderEliminarNo conozco Olivenza ni tampoco mucho Extremadura y desde luego después de leer y ver estas imágenes se despiertan las ganas de visitarla, aunque creo que no en verano.
Me ha gustado ese antes y después que también destacaba Josep Mª porque se mira el hoy con ojos del ayer y una se acaba dando cuenta que lo importa es lo que nos llevamos de los lugares y de las personas, eso nunca cambia, siempre es nuestro.
Besos a ambas
Conxita pues si tienes ocasión de ir algún dia la mejor época para visitar Olivenza o Extremadura es a finales de abril o mayo en primavera. Ya que está todo tan bonito de verde y no hace tanto calor como en verano. Un abrazo
EliminarQué agradable paseo, volviendo la vista atrás, con esas fotos de antes y ahora, ¡original el post de Mamen! Tengo el placer de conocerla y estoy de acuerdo con lo que dices de ella. Además, dice las cosas como las siente, ni más ni menos.
ResponderEliminarOlivenza la desconozco pero no me extraña que a ella le emocione recordar cosas, sobre todo, a su abuelo.
El poema es precioso, y la canción de Diego Torres genial para terminar, Eme.
Un besazo a las dos.
Es que Eme es maravillosa captando a la persona y ha realizado un posts emocionante. El lugar lo visité después de pasar muchos años y me enganchó que tengo unos años que voy en primavera, este no he podido ir pero ya lo estoy echando de menos. Así que si tienes ocasión visita Olivenza te encantará. Un abrazo
EliminarUna hermosa entrada que nos invita a un viaje en el espacio y el tiempo; entre las emociones y el recuerdo. La verdad es que siento sana envidia cuando leo la emoción que muchas personas sienten por determinados lugares. Yo soy un poco desapegao como dice mi madre para estas cosas.
ResponderEliminarPero si me emociona leer estos sentimientos de otro. Enhorabuena y un fuerte abrazo a las dos!
David seguramente eses sentimental lo que pasa que tu estás en otra onda entre mundos extraterrestres y ciencia ficción posiblemente en esos escritos manifiestes claramente tus sentimientos. Un abrazo
EliminarPreciosa entrada la de Mamen. El viaje a otro lugar, pero también a los recuerdos de la infancia, al sitio donde se nace. Me han encantado las fotografías que muestran la situación de Olivenza antes y después, cómo cambian los pueblos, aunque sigue la esencia...
ResponderEliminarY me ha encantado el poema del final, realmente hermoso.
¡Un abrazo muy fuerte para las dos, Mamen y Eme!
Cuando una desde niña le hablan del pueblo que nació y no ha viajado desde hace tanto te creas un clima de lo que dejaste atrás muy diferente de lo que te encuentras al volver con el tiempo y eso me enamoró, desde entonces he vuelto casi todas las primaveras.Este año no he podido ir y ya lo hecho de menos. Un abrazo
EliminarGracias por vuestra visita Conxita, Chelo, David, Ziorza es un gusto teneros fieles a los recuerdos y a la nostalgia de estos viajes y vivirlos como si fueran vuestros. Viajes donde se hace propio lo ajeno, y no es económico (que para eso están otros) es lo sincero, lo que no tiene precio. Un abrazo a los cuatro
ResponderEliminarQué entrada más bonita, :)
ResponderEliminarUn viaje en blanco y negro que termina por convertirse a color.
Qué sensaciones tiene que sentir uno cuando regresa al hogar.
Mismos ojos, diferentes emociones.
Besos.
Son sensaciones del pasado y entras en el presente. A mi aparte de provocarme recuerdos, lloré y me salió esa poesía en ese mismo momento. Un abrazo Irene
EliminarUn viaje muy ilustrativo en el espacio y en el tiempo. Y esas fotos en las que se ven los mismos lugares antes y después resultan muy nostálgicas.
ResponderEliminarUn beso a ambas.
Nostalgia,lágrimas y alegría a la vez es lo que sentí al volver por mi pueblo. Hoy voy siempre dispuesta a descubrir algo restaurado y nuevo. Un abrazo Rosa
EliminarQué viaje más bonito, ver cómo un lugar se transforma con el tiempo y evoluciona es muy conmovedor. Felicidades a las dos, ya sea por crear el apartado o por realizar la entrada sobre este viaje maravilloso. Un besito :)
ResponderEliminarCon Eme es fácil que un post tan sensible para el recuerdo se haga ameno y agradable. Un abrazo Maria
EliminarHola Irene, Rosa y María sí que es bonito ver los viajes con esos ojos, los mismos y con diferentes emociones que las acompasan la edad. Como ellas misma, así es Mamen, viajera que no para. Últimamente nos sorprende con los lugares que visita, creo que era un museo de títeres. ¿Mamen donde estás ahora? Un abrazo a las tres
ResponderEliminarPues recién llegada de León de nuevo, una visita que siempre se descubre lugares nuevos o a personas maravillosas. Un abrazo Eme
Eliminar«Olivencia, tu recuerdo es mi esencia» Creo que llevas mucha razón, Carmen. De alguna forma, aunque una se vaya a vivir lejos, la tierra se lleva en el alma.
ResponderEliminarDice Lluís Llach en una de sus canciones que su país es tan pequeño que siempre lo lleva en el corazón aunque la vida lo lleve lejos y que se convierte en contrabandista mientras no descubran detectores para los secretos del corazón.
Hola María José, gracias por la parte que me toca y por si se le olvida a Mamen comentártelo ¡que frase más original! en la aduana, en las fronteras, en cualquier lugar que intentes ver podrán cachearte, podrán exigirte, pedirte, exigirte, pero nunca nada ni nadie te destapará estos secretos del corazón. Gracias. Un abrazo
EliminarEso es Milano el recuerdo es la esencia de lo que una dejó tras de si. De lo que pudo ser y de lo que ha sido. Un abrazo
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