HOSPITAL DE SANGRE

1938. Un año ha pasado desde que salió de su casa. Raimunda. Raimunda mira el horizonte de secano con el recuerdo de un ideal romántico. Un año. Y ahora ella cura. Es una salvavidas. Y, ni es por patriotismo ni por ideologías. Le agarró el mucho ruido y la ignorancia. Huyó de la muerte, para encontrarla, de cara. Las tropas militares que entraban en su Málaga querida. Y la ciudad que se ahogaría en humo y en pólvora. Raimunda con dieciséis años. Es una más entre cien mil. Es una más de La Desbandá . Como pájaros, salieron despavoridos por la carga de la metralla. Sin orden ni concierto. El miedo estaba omnipresente y paralizaba todos los sentidos, menos el instinto de la supervivencia. Dieciséis años. Y sin familia. Sola. Y huye. Huye por su vida. Camina en silencio. Y no es consciente de la enorme tragedia que se le avecina. Raimunda marcha como todos, para Almería. Cree que es la frontera, donde allí no pasa nada. Qué después, al otro lado de esa ciudad, estaba Francia. ...