EL ESPÍA DE HIELO

Hoy mis pensamientos los tengo clavados en ella. Saldré al parque. Y la buscaré. Ha nevado esta noche. Una hermosa nevada. Inesperada. Imprevisible. Como las que me gustan a mí. Lo malo es que, se derretirá pronto. Debo apresurarme. Allí está. La chica con gafas azules. Sentada y apoyada sobre el tronco de un árbol. Quieta. Se pasa mucho tiempo mirándose las piernas, o quizás, mire al suelo. Su silencio tal vez, acune malos sueños. Parece una muñequita abandonada. No se mueve. Hoy trae una chaqueta de rayas rojas y verdes. Acierto también a verle un reloj, grande, con correa azul. Luce bonita. Me gusta. Son de mis chicas preferidas. Con esa cara fina de porcelana, punteada de pecas, y esos ojos oscuros y redondos. Lo que más me atrae de ella es su pelo. Ese pelo largo ondulado, rojizo. Es una deliciosa vampira. Tal vez ella no lo sepa aún. Tal vez, no sepa que ha sido concebida durante la menstruación de su madre. Ella pertenece al fuego. Si por mí fuera la ofrecería en sacrifici...