CELOS OCULTOS

Mi diosa de transgresora mirada dispusiste un reloj solar para herirme de amor. Conformaste, la aguja dirigida a mi libido yacente para ofrecerme al sacrificio en este abril de celos. Ama entonces este óculo de mi vergüenza, si así feli z se te antoja. Encomiéndame al desespero, a los volcanes y al arrojo de la tormenta. No hay palabras que falten ya, solo, la escucha del tiempo, es, la que sobra. Imagino en la otra orilla a mi rival que te abraza y tiemblo en el vacío. El significado del espacio, no tiene sentido ya para mí. El rumor de la nada es el único que oigo. Y sin estos intervalos, ¿qué me queda? La adversidad de esas olas, su lance, contra las piedras. Ese contemplar contigo era mi ardid, nuestro centelleo. Donde la vista me lleva n o hay paraíso más apreciado que ver emerger e...