IGNORADA

No me reconoces. He sido despojada de todo. Ignorada. Y aquí me hallo, con la presión de un cristal afilado en las muñecas, cuando ya mi estado de permanencia comienza a ser volátil. Volátil. Y no me reconoces. Me abrazo a mi vientre bajo estos cartones que me protegen de la noche e intento gritarle al mundo. Pero mi voz sale quebrada, tan hueca como las cáscaras de huevo que tiré hace rato. Ignorada. Todos han acortado mi vida al máximo, incluso yo misma. Yo, misma. No me reconoces. Hasta yo dudo de mi procedencia, de mis orígenes. Me siento como esa comida basura que me encuentro en el banco de una plaza, en papeleras, a orilla de una playa. Sin identidad, abandonada. Abandonada. En este instante solo despierto la conciencia de quién se apiada. El resto, mantiene la incredulidad…¡ Valientes desgraciados! Ignorada. Pero libre de caraduras y especulación. Sí, soy adultera desde mi nacimiento con la cuna madurada fuera de tiempo. Pero ahora ando acelerando...