ES FLORENCIA, ABRE LA VENTANA
Estamos en una habitación con vistas. Abre las ventanas y corre las cortinas ¡qué maravilla, mece con tus ojos la cuna renacentista! ¿No te seduce esa cúpula del Duomo? ¿y ese puente Vecchio? Mira como sobresale la torre del Palazzo Vecchio y la silueta de la basílica de Santa Croce. Es Florencia, una de las ciudades más bonitas que conozco. Te dejo abierta la ventana. Contempla lo que es un día en esta ciudad, desde su mañana hasta el ocaso. Siempre es así, fascinante. Me hincho la boca de aire y ¡puf! ¿Por dónde empiezo? Mirándola me vuelvo neogótica, tiro la chaqueta de cuero negra y me paso al White-collar workers con listas toscanas verdes y rosas, simetría y sencillez, adaptada a medida. Me convierto en Lucy Honeychurch de la novela de E.M Foster y me enamoro de Miguel Ángel en el puente que atraviesa el río Arno; me visto de medievo carnaval con Galileo y Giotto para ir a Piazza de Santa Croce. Y aquí no acaba la aventura, porqué ahora toc...