TONTINA

Mujeres han recibido la misma carta, una cita. Un viaje y un destino les espera, un lugar donde soplan fuerte los alisios. Una de ellas, arruinada, con la tesitura de decidir qué hacer, ante ella una expectativa valiente: lo más sensato sería asesinar para cobrar, pero también podría disfrazar un suicidio. Sabe que con este viaje quedará desfallecida, tal vez no lo aguante; puede que cuando llegue se deje morir por inanición sin importarle fortuna alguna. La tontina, peculiar nombre a un monto de monedas apiladas durante veinte años; esa tontina por fin ha llegado a su fecha de vencimiento. Fueron cuatro las accionistas, cuatro mujeres las que invirtieron en un solo seguro de vida; mutualistas desconocidas entre sí que conformaron un compromiso y al parecer solo quedan dos de esas mujeres, las dos que han sobrevivido. Una de ellas pronto cumplirá 60 años y podría cobrar por fin el capital invertido, una sustancial suma; pero solo podría hacerlo siempre que desaparez...