Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2017

LA NOVIA

Imagen
La novia me cuenta historias.  Ella r epresenta la añoranza que otros han perdido.  Se alimenta de los fuertes alientos del pasado. Y solo a ella la invocan para que atraiga esos buenos presagios . Contenta ella c anturrea por el monte:  Amigo ven que te dejo s imientes esparcidas con mi manto.  Trae tu v ara en mano y espuertas de esparto.  Cáscaras dejaré en un montón para el picón  y almendra para el pan de higo. Ella es a la única que se le perdona sus excesos en floritura y, no es vanidad, sino un ansia a raudales de preñarse de alegría.  Motivos nobles no le faltan.  Sus almendras y sus ramas fueron entereza de supervivencia y valentía en épocas de desdicha.  Y aún hoy, su gala ofrece esperanza donde se ha envilecido el paisaje. En su origen hubo susurros de brisa y sonidos de mares lejanos. Amarres en bodegas fenicias y campaña en calzadas romanas.  La novia persiste en el tiempo, tiene una fuerza que es po

TIERRA DE ARRIBA. RUMANÍA

Imagen
Este viaje lo hice ya hace algún tiempo. Un viaje por tierras de Rumanía.  Me fui atraída por el castillo del conde Drácula y las tierras de Transilvania pero entonces no contaba con el maravilloso descubrimiento de estos monumentos y sus paredes multicolores. Es una pena, porque el conde se lleva  con el cine  todos los honores y desplaza a estos monasterios que tienen un reconocimiento artístico a nivel mundial. Son patrimonio de la humanidad. Voronet Moldovita No soy experta en arte, ni en arte religioso y mucho menos en arte pictórico- religioso, pero nunca pude imaginar que las paredes exteriores podían ilustrarse así, como de un libro se tratara. Sólo conocía esta maravilla en interiores de los centros religiosos.  Cada vitral, cada pared, representan escenas para comprender el evangelio y la historia de la salvación. En estos monasterios se toca la fibra sensible. Algunas escenas tienen un dramatismo rayando la tragedia y el horror.  La escalera del paraí

EGIPTO, MI PRIMERA VEZ

Imagen
La excitación de lo desconocido, la emoción del momento, la incertidumbre y la exaltación: VIAJAR. Y todo esto se acentúa aún más si es la primera vez. Eran aquellos tiempos del primer trabajo y el primer sueldo, energía rebosante e imprimiendo ideales a cada paso. Hacer un viaje añadía un aderezo de rebeldía a esa personalidad inquieta. Todo estaba por llegar. Hasta entonces no había tenido muchas ocasiones de hacer un equipaje ajustado a largas distancias. A partir de esta primera vez la fascinación por viajar fue creciendo, aunque lo de hacer el equipaje es otra historia. Este viaje fue uno de los más fascinantes que he realizado y donde descubrí mi faceta más romántica. Dediqué mucho tiempo a prepararlo. Había puesto mucha ilusión y complicidad en todo y ¿quién dijo miedo? (he de añadir que según he ido viajando el miedo y la incertidumbre, o más bien diría cautela, se han ido intensificando).   Me propuse que el primer viaje debería de ser