HISOTRIAS DE MAYO

ACUSE DE DERRIBO La casa estaba escasa en buenas costumbres. P ara que se habituara a nosotros t uvimos que vivir, sin salir de ella, ¡ dos meses! Con sus habitaciones cada uno conformamos una guarida. Y solo le abríamos las puertas para salir a comer o cuando a cada uno le venía en gana, sobre todo, para lavarnos y gruñirnos saludos entre nosotros. También para aplaudir. Echados en las ventanas y balcones, puntuales a las ocho. En sus paredes, un día si y otro, le rebotábamos los ecos de nuestras discusiones. Ya harta de nosotros, la casa decidió agrietarse y simular agonía de derrumbe. Nos tuvimos que salir rápido a la calle. « Desahucio forzoso » . Y ella fue la que aplaudió entonces. BRILLAR CON LUZ PROPIA A Julieta le rueda el corazón, se le va a los pies. Lo hace todos los días desde que comenzó mayo. Allí queda él, varado en la punta de los dedos de rosa satén. Cuando sus manos empiezan a tener la lírica expresión de salir vol...