EIFFEL, LA ORGULLOSA DAMA DE HIERRO
No sé si seré el icono cultural más visto, pero sí sé que soy la estructura construida más famosa donde la ingeniería y la arquitectura se dieron la mano ya hace algún tiempo, allá por 1889 ¿Quién no me ha visto alguna vez? En un viaje, en una foto, en un póster, en una camiseta? ¿Y qué me dicen de las imitadoras que tengo por todo el mundo, desde Inglaterra a Las Vegas desde Rumanía a Tokio y China. Sé que fui un capricho, un capricho de exposición y para una celebración única: la del centenario de la república francesa. Como tantos monumentos para la ocasión debían de haberme demolido, pero no, me salvó el empeño de mi inventor Eiffel y unas cuantas antenas de radio. No sabían entonces la trascendencia que supondría mi figura para París y desde aquí, para el mundo entero; y lo siento por los españoles, porque fui ofrecida antes a Barcelona pero me rechazaron por no encajar, siempre por no encajar, aayy... Foto archivo ...