CAVILACIONES DE LA MIRADA
Mirada de cincuenta. La vida está trazada con la edad, con
un lápiz de ojos que se quiebra en el contorno de los párpados. En el lado
oscuro de la noche, cuando apenas las farolas ya alumbran, ahí aparecen las
primeras sombras. Se empiezan a ver espectros oscuros, vestidos de miedo, que
van y vienen. En el parque, detrás de la vegetación, escondidos en las fuentes,
tras el kiosco de prensa, se agazapan esos temores para que al volver la cara
los veas. En el pasadizo de la calle, en el arco, en la entrada, junto a la
puerta se agachan esas figuras irreconocibles. Por mucho que te esfuerces no
los verás, tu vista ya no los alcanza. Con el paso del tiempo solo ves perfiles
como esas siluetas en el atardecer. Tus ojos se fijan, parecen cerrarse como
las valvas de una almeja. Hay momentos que brotan lágrimas de carencia,
momentos de impotencia por esa gafa olvidada. Ya no es como antes, cuando se
agudizaba el sentido visual hasta ver más allá del horizonte, cuando se
trazaban las líneas a carboncillo en el cuaderno o se rellenaban punteaduras en
el estaño repujado.
obra de Alessandro Sicioldr |
Los ojos pierden la mirada con el
tiempo. Los
instantes ya se esconden tras los reflejos de las lentes. Duelen los ojos de
fijarlos en esas sombras que a todas horas se hacen presentes. Solo se intuye
los detalles de las cosas, los de esa experiencia aprendida de años. Ya el
vértigo en el precipicio ha desaparecido, ya no se ve con tanta nitidez la
profundidad de las cosas.
Obra de Paul W. Ruiz |
Los ojos
solo ven ya la esencia. Ahora el mundo se convierte en una fuente de sugerencias. Ya no
hay identidad, ni apariencia, solo emociones. Las imperfecciones se desprenden
y desaparecen en destellos. Te espera una lección diaria para aprender a
transformar la distancia focal de las visiones. Las imágenes se van a presentar
en bocetos, para que la graduación le saque sus detalles.
Los ojos ven
con la sinfonía del oído tocan el acorde del gusto y huelen aromas de
recuerdo. Es tiempo de
luces y ver esa viveza en colores, el perfil de las sombras y esa insinuación
del contorno de las siluetas. El ritmo de la música se afina en la mirada como
un violín. La cocina se envuelve de olores y se hipnotiza el aliento de
sabores. El polvo ya no se ve como antes, ni las rayaduras, ni las manchas, ni
las arrugas. La vida se envuelven de fragancias: manzana, mandarina, guayaba,
tierra mojada, hierba cortada, flor de azahar y piel de membrillo.
Esos ojos
invitan a que sobren espacios. La vida ya se lleva sujeta a interpretaciones. Se cierra
el álbum del recuerdo, las imágenes salen de sus marcos como aves migratorias.
Se moldean todas las identidades con rostros deshabitados. Las sombras permiten
imaginar y construir del otro lado.
Ahora sonríe a ese vistazo, a esa
ojeada callejera y a ese esquinazo del tiempo.
(Foto del comienzo: Vladimir-fedotko y La música es de Lhasa, envolvente, única)
Hola Emerencia, tu capacidad narrativa es asombrosa...Dejar, no hallar, encontrar con la mirada la belleza manifiesta, la idealidad..
ResponderEliminarUn beso.
Hola Suni, qué alegría verte por aquí. Gracias eres muy amable y me quedo con es encuentro de la belleza manifiesta, la mirada que no se puede ignorar ni olvidar. Un abrazo
EliminarUn texto muy críptico, pero muy insinuante. Los ojos ven menos de lo que ve el cerebro, menos de lo que desearían aunque a veces es más de lo necesario. En ocasiones sienten más de lo que se percibe con otros sentidos y siempre, siempre intentan engañarnos si les damos la oportunidad.
ResponderEliminarMaravillosas imágenes y música.
Un beso.
Hola Rosa, sí lo mismo pensé yo al escribirlo. Si te cuento que todo ha comenzado porque he perdido las gafas y no las encontraba, y por supuesto, con ellas la vista. Me han venido a la cabeza tantas emociones que tenía que escribirlas y ponerme en la piel de alguien que pierde la vista poco a poco y como debe de desarrollar los otros sentidos. Me quedo con tu frase de "los ojos siermpre intentan engañarnos si les damos la oportunidad" Un abrazo
EliminarUna mirada percibe lo que ve el ojo y el cerebro ve más allá de lo que el ojo nos transmite. Preciosa prosa y bonitas pinturas e imagines, la música relajante a su paso el oído escucha mientras el ojo lee, y la mente transmite. Precioso texto como tu lo sabes escribir. Abrazos
ResponderEliminarGracias compañera, me alegra que te haya gustado, un abrazo Mamen.
EliminarHola Emerencia, la vida es un estado de ánimo fluctuante y a veces desesperante.
ResponderEliminarDías peores que darán paso irremediablemente a días de vino y rosas; la expresión escrita refleja cada uno de nuestros estados de ánimo.
Y como se suele decir no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos, la vista, el caminar, nuestras manos todos grandísimos instrumentos que son más grandes que cualquier tecnología artificial.
Un gran abrazo y gracias por tu sensibilidad y ternura en la escritura.
Hola Miguel, es así no sabemos lo que la vista nos aporta, es un sentido maravilloso pero se va perdiendo con la edad, el cristalino pierde su elasticidad y la capacidad de enfoque, la mácula se degenera. Es estar atentos a estos cambios y según aparecen ir aceptándolos. Pero otros están ahí para disfrutarlos, sentirlos y sentirse viva con ellos. Un abrazo
EliminarYo encuentro que mis ojos de cincuentona, con su reducido poder de visión, son una bendición, Eme. La vida es muy sabia: ahora me permite mirar a los míos y a mi propio reflejo con más piedad y menos detalle al espejo, y siento que, a pesar del oftalmólogo, veo mejor, más claro, veo menos fantasmas y muchas menos sombras que cuando era más joven. Eso sí: sin mis gafas de leer me siento bastante perdida ;)! Todo cuanto podamos reflexionar sobre las edades que no son endiosadas socialmente como "edades plenas o felices" es siempre un buen aporte.
ResponderEliminarUn beso grande y muy buen finde!
Fer
Hola Maria Paz, yo he perdido la visión a un ritmo galopante. Al comienzo me costaba asumirlo pero ahora ya sé que la iré perdiendo poco a poco. Me hablan ya de tensión ocular alta, glaucoma, degeneración macular. Pero ahora la disfruto al cien por cien intento no agotarla, sufre conmigo y a lo mejor mi mirada no la dejo descansar como debiera. Tras las lentes la adoro. Un beso grande y gracias por compartir conmigo, éstas que no son más que nuestras cosas ;)
Eliminarlos ojos son una parte importante de nuestras vidas, una mirada es un mundo de sentimientos, y tú con este escrito lo has descrito muy muy bien. un abrazo. TERE.
ResponderEliminarGracias por tus amables palabras, espero que la operación sea un éxito. Un abrazo Teresa
EliminarAún no llego a los cincuenta, por poco, pero te aseguro que entiendo muy bien las sensaciones que describes. Ya no se trata de ver con nitidez, ateniéndose a la estricta realidad, porque ni se puede ni se pretende. Se trata de de ver de otra manera, quizás menos pero mejor.
ResponderEliminarUn texto precioso, Eme, lleno de imágenes, emoción y hasta poesía. Me ha gustado mucho :)
¡Un beso y feliz finde!
Hola Julia, gracias, esa otra manera nos da libertad para "ver" las cosas con otra sinfonía, saborear y sentir que a veces se nos olvida. La piel es un sentido maravilloso y está ahí, el tacto,... ya empiezo a cavilar. Un abrazo compañera
EliminarImagino que los "cincuenta", ... pero en la vida a medida que pasa el tiempo, una comienza a "ver" también con el corazón,... y con el alma. Estupenda entrada Emerencia!
ResponderEliminarGracias Norte, me alegra que te haya gustado. Sí, tienes razón, la experiencia te enseña a vivir lo más esencial de la vida. Un abrazo, feliz finde!!
EliminarPoéticas palabras e imágenes para describir ese paso del tiempo a través de la mirada, aunque quiero pensar que aquello que se pierde, se compensa, se buscan alternativas y sobre todo se disfruta intensamente de cada segundo sabiendo lo que se sabe, que lo importante es disfrutar cada minuto de esta vida que vamos mirando.
ResponderEliminarUn beso y feliz finde.
Hola Conxita, coincido plenamente contigo. La clave está en tener tu vida llena de estímulos para que tus sentidos rebocen de alegría, si uno llora el otro le hará cosquillas. Gracias por compartir. Un abrazo
EliminarHermosas reflexiones, Emerencia. De niños, cuando todo es motivo de sorpresa, la visión busca colores, movimiento, lo aparente. Quizá nuestra vista empeora con la edad porque no nos hace tanta falta para ver la realidad. Hace unos cinco años perdí la visión de mi ojo derecho, justo cuando comencé a escribir, no sé si eso tuvo algo que ver. Un abrazo
ResponderEliminarGracias David por compartir aquí esos momentos que nos marcan tanto. A pesar de la dureza de la situación, siempre intento pensar que el cambio es por algo, que nos debemos amoldar a él y crecer en él. Casos célebres como Beethoven el músico sordo que no llegó a escuchar la 9ª sinfonía, Bach aún ciego compuso su última cantata antes de morir. El ciego tiene un poder innato de reconocer las cosas. Jorge Luis Borges se quedó ciego y se alumbró con la imaginación. Sin embargo, la ceguera no le impidió a Borges seguir con su carrera de escritor y conferenciante, además de estudiar nuevas lenguas.
EliminarTampoco abandonó Borges la lectura: hacía que le leyesen en voz alta. Hay otros casos célebres de escritores que en siguieron escribiendo a pesar de ser ciegos: el poeta Homero, el poeta John Milton que murió dedicado enteramente a su poesía; y alguna célebres escritora como Hellen A. Keller que nació sordomuda y ciega y que encontró en la escritura el modo de objetivar y hacer comunicable su difícil experiencia. Sus libros pronto se convirtieron en un ejemplo de tenacidad y resistencia frente a las dolencias eventuales de la vida, especialmente las físicas.
Con respecto a lo que dices de cuando somos niños, efectivamente buscamos el mínimo detalle, porque ahí se esconden lo desconocido, lo que nos hace volar la imaginación, era fascinante el descubrimiento, creo que por eso me hice "científica" por esa niñez que tuve (y sigo siendo muy curiosa, jejeje). Gracias de nuevo David, un abrazo
Música envolvente, imágenes que ensalzan unas letras que nos regalas por su profundidad, y belleza.
ResponderEliminarLos ojos pierden la mirada con el tiempo, no puedo estar más de acuerdo. Produce cierta nostalgia ver algunas miradas y encontrar en ellas cierta opacidad que a veces rompe el alma, la vida que va y con ella se lleva, nos enseña pero también nos quita. Son estos nuestros ojos los que sin duda nos delatan.
Qué bonito escribir Eme.
Un abrazo.
Hola Irene, sí que nos delatan no solo por las expresiones de nuestros ojos sino que también se dice que los ojos son el reflejo del alma. Las pupilas por si mismas delatan bastante de nuestro estado anímico, también se dice que el iris es la ventana del resto del cuerpo, en él está representada nuestra salud. Nuestros ojos esconden parte de nuestro universo interior, pero no todo. Un abrazo y gracias por compartir esta mirada de los cincuenta.
EliminarPreciosas algunas metáforas como que tras el kiosco de prensa, se agazapan algunos temores, pero siempre viendo la parte positiva como que desaparecen las imperfecciones.
ResponderEliminarTodo depende del color del cristal con que se mira.
Hay que ver qué bonito escribes, Eme, y que bueno que todo te dé inspiración.
¡Un beso enorme! y veo el puzzle a la derecha de tu blog, ¡muchas gracias a ti!
Hola Chelo. Gracias por tu comentario. Eres un primor de compañera como no iba a compartir este regalo. Un abrazo y feliz semana!!!
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