VIAJE SIN VUELTA
Emprendo el viaje a la Aurora boreal. Un solo
pensamiento presente me acompaña: las últimas palabras de mi abuelo.
Él nunca fue a la selva virgen de los
misioneros y nunca voló al polo norte de los descubridores, pero sí se perdió
en el desierto del Sahara. Nunca huyó de los leones de África y corrió como
gacela en las llanuras del Serengueti pero subió las pirámides de Egipto. Tampoco
se descolgó del Gran Cañón del Colorado, pero vio con amargura como fracturaban
la ciudad de Petra demoliendo su apreciada fachada. Y antes de que Corea
bombardeara la Gran Manzana de Nueva York y ardiera como antorcha de amparo la
Torre Eiffel, mi abuelo pronosticó “el gran suicidio.” Los lugares condenados
se llenaron de cuerpos. El bosque de Aokigahara, en el Monte Fuji, con sus más
de treinta kilómetros, ya no tenía árbol sobre lava que no hubiera cien
cuerpos. Los mil metros del Golden Gate arrojaban cenizas de cadáveres y ahora balancean
sus tirantas para columpiar las ánimas que flotan sobre reflejos amarillo
magenta. El puente Nankín sobre el rio Yangtsé acuna huesos de esqueletos que
el río devuelve a la que es ahora una orilla negra, un baño oscuro de vida con
un color más allá del espectro visible. Muchos otros fueron más lejos y
prefirieron desaparecer en la sinagoga de Satán, y hay quién a mitad de camino,
se quedó en la antesala del infierno.
Mi abuelo murió en febrero del 2100 en un
interfaz de ensoñación y en una hoja de papel electrónico dejó escrito: “Siento no haberte dado la luna pero te dejo
lo único que merece la pena ver ya: el puente donde aún la muerte no ha llegado.
Este agujero de gusano te llevará al
universo que quieras. Elígelo tú”.
Guau Eme!
ResponderEliminarRelato apocalíptico de libro!!!! Jejejeje, y nunca mejor dicho.
Me encanta porque creo que pienso como tu abuelo. Cuando todo desaparece y ya no queda nada, siempre se encuentra algún resquicio para la ilusión y la esperanza.
Un besazo Eme
Gracias Macarena, me alegra verte por aquí de nuevo y espero que tu blog lo disfrutemos pronto. Siii, la ilusión y la esperanza con los colores del arco iris. Te invito a ese agujero de gusano y viajar en el tiempo. Un abrazo
EliminarHola Eme, lo que ahora nos puede parecer ciencia ficción, tal vez en 100 años queden cortas las previsiones.
ResponderEliminarEl bosque de Aikogahara ya es un "parque temático del suicidio", los norcoreanos viven en una realidad paralela, Trump es un androide teñido y los atentados arrasan las capitales.
En fin, o adelantamos el agujero de gusano o no llegamos....
Felicitaciones por el relato en esta faceta tan singular, un acierto.
Abrazos y feliz día del libro.
Hola Miguel, gracias por leerlo. Son esas inquietudes e incertidumbres mías que no sabría expresar de otra manera. Un abrazo
EliminarUn futuro no muy halagüeño, pero quizá sea mâs real de lo que pensamos ahora. Yo no le auguro nada bueno a nuestra humanidad; tanto la superpoblación como la acumulación de riquezas en menos manos pasando por el deterioro ecológico junto con el cambio climático no pronostican nada bueno.
ResponderEliminarUn beso,Emerencia.
Hola Ángeles. Y pensaba que la única con vocación alarmista era yo, pero ya veo que no. Intento escuchar y ver poco las noticias, pero a lo poco que presto atención, sss puf, se me adhiere un desencanto general por este mundo manipulado por locos y estamos en sus manos, es lo malo. Lo mismo comenzó con Hitler, y ahora un coreano y un norteamericano intentando maneja los meridiano y los paralelos de la tierra a ver para que lado estiran más. Bueno, bueno. Intentemos untarnos de una dosis positiva. Un abrazo
EliminarUn precioso relato que todavía está por alcanzar ese futuro que no sabemos lo que va a pasar. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Mamen, sí, un futuro incierto. Mientras el ser humano tenga armas en sus manos y juegue a los soldados estaremos leyendo las mismas historias. Habrá que ir hacia los colores que brillan y no estallan. Un abrazo
EliminarHola Eme! Esperanzador relato a pesar de las pésimas perspectivas que nos arropan.
ResponderEliminarEse puente donde aún la muerte no ha llegado ni creo que llegará existe, está en nosotros verlo y transitarlo sin temor, ese puente es la mente consciente dotada de sabiduría y poder, y nos conduce hacia la fuente universal de vida, la consciencia suprema, que es ese agujero de gusano que nos lleva a donde querramos ir.
Me ha encantado tu alegoría, una joya de reflexión, que si bien la usas para noquearnos, al mismo tiempo nos sirve para despertar a la realidad y saber que no todo está perdido.
!Gracias Eme, hace un tiempo que descubrí ese puente y créeme que es muy cierto que el agujero de gusano te lleva a donde quieras llegar.
Gracias I.Harolina. Cuán esperanzador es tu mensaje. Me alegro que tengas la llave de paso del puente con la libertad de cruzarlo cuando quieras. Yo aún no lo he encontrado; solo sueño con verlo y tal vez...escuche el silencio. Un abrazo
EliminarQué buen relato Eme!!! Me gustan las historias apocalypticas, y esta está muy bien narrada. Ojalá todo mejore para dejar un buen futuro a nuestros hijos porque pinta muy negro.
ResponderEliminarBesos.
Hola Gema, al menos podemos hacer pompas de jabón que suban alto y lleguen donde otros no han llegado aún. Los que sois papás entiendo vuestra incertidumbre. Aprender a vivir el día a día con la mirada siempre puesta en la palanca del futuro de ellos. ¿Qué país da seguridad hoy en día? Ojalá tuviéramos acceso a esa palanca del tiempo, abrir las esclusas y nadar más allá. Un abrazo
EliminarDespués de tanto desastre, ruina y desolación, quizá fuese el mejor regalo que pudo ofrecerle. La huida hacia el infinito.
ResponderEliminarUn gran relato que espero no sea premonitorio.
UN abrazo.
Nooo, no quiero ser aguafiestas, ni supersticiosa pero es que hay historias que entran en un bucle, con la misma inercia y distintos locos escribiéndola. Un abrazo Josep Mª
Eliminar¡Qué preciosidad Eme! Y qué triste que algún día algo semejante se pueda hacer realidad. Buen regalo el de tu abuelo, aunque imagino que cualquier Universo al que lleguemos terminará, antes o después, igual. La única supervivencia de cualquier universo es exterminar al ser humano.
ResponderEliminarPreciosa tu aurora boreal y la música que la acompaña.
Un beso.
Gracias Rosa por compartir siempre y visitarme. Mi abuelo murió sin saber lo que el mundo traía debajo del brazo: que las guerras no acabarían. Un día el vio la guerra y la sintió en sus carnes. Pero nunca imaginó que en casi cuarenta años, con todo el avance tecnológico a favor del ser humano, se pensara que el dinero, las armas y el petróleo fuera lo más importante sobre la faz de la tierra. Un abrazo
EliminarEntiendes que lo de tu abuelo lo digo en sentido figurado. Muriendo en 2100, poco abuelo tuyo podía ser. En mi comentario "tú" eres tu personaje.
EliminarMis abuelos, todos, también murieron sin imaginar en lo que se iba a convertir el mundo en unos pocos años.
Me has sorprendido con el relato, me ha angustiado leer en tus palabras la desolación y todo lo que estamos provocando pero afortunadamente el abuelo ha dejado esa puerta abierta a la esperanza, aún no está todo perdido, se trata de encontrarlo.
ResponderEliminarLa música muy adecuada para el relato.
Un beso
Gracias Conxita. Espero que esa angustia solo haya quedado en sorpresa. Es que el mundo está en manos de una panda de niños grandes que quieren jugar a la guerra. Me viene a la cabeza ese planeta que Chaplin golpeaba con su pié y levantaba con sus manos, de esa imagen a esta de ahora no ha cambiado nada. Tal vez que ahora son dos, tres tirando para un lado o para otro haber quién se la lleva (destroza) antes. Seguiremos dando color a nuestro micromundo. Un beso
EliminarUn relato sugerente, Emerencia. Soy de los que piensa que el futuro es imprevisible, por más que intentemos extrapolar el presente y llevarlo a sus últimas consecuencias siempre habrá algo que se nos escape, para bien o para mal. Es curioso que si repasamos las historias de ciencia ficción clásicas, en ninguna aparece el menor atisbo de la máxima revolución de nuestros días que es internet y la época de la información digital. En fin, ojalá llegue el sentido común algún día y nos demos cuenta de que este es el único planeta que tenemos para vivir. Un abrazo!
ResponderEliminarHola David fíjate que leyendo tu comentario me ha venido a la cabeza Matrix y esas inteligencias artificiales que aparecen a finales del 1900. Pero de estos temas estas mucho más puesto tu. La verdad que verme esclava de una máquina es mucho imaginar. Un abrazo, gracias
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