EL CASTILLEJO DEL JARDÍN ESCONDIDO
RELATO ILUSTRADO
Ven, llega, mira, contempla, entra y
descubre.
Hoy los pasos se alzaron por caminos y
sendas.
Aquí es donde los moriscos aguantaron
escondidos. Vivieron, bebieron y embebieron en lo alto de una peña. Hoy toca
descubrir estas ruinas de trazos de historia.
Verás conmigo uno de esos paisajes que nos
cuenta historias a escondidas y desvelan sueños del pasado. La historia la
oirás acallando voces en una ruina, estarás subido sobre muretes desvalidos,
sobre rocas que se encuentran huérfanas de padres. Unos también la escucharon y
la seguirán escuchando otros, a la vez que esa erosión avanza y progresa esa quiebra en la cumbre.
Ven. La historia que voy a contarte
es de épocas islámicas. Te la contaré en el camino y te la terminaré allá en lo
alto. Antes bajemos por estas calles encaladas de trazado en pendiente. Escucha
los murmullos de las fuentes y el paliqueo de mujeres en sus terrazas. Es
primavera en una comarca donde las lluvias han ido arrastrando ese dulce aroma
de azahar. Los frutales de verano están en su empeño de engordar fruta; los
celindos, las rosas y claveles en endulzarte el paso y las buganvillas en
adornarte la vista. Bajaremos por olivares. Olivos con
pedestales centenarios en campos de amapolas.
Llega al río, escucha la percusión del agua en la roca, desbebe y bebe porque comenzamos ya a coser por la falda de la
montaña. Puntada a puntada, paso a paso, iremos juntos cerrando la estrecha
senda hacia la cresta, dejando atrás bojes, enebros y brezos. Uf! Qué calor.
Poca sombra en este rastro de pinos.
Mira, atrás
queda Guájar Faragüit, el lugar de partida. El “Wa-run” árabe, el “Guaxar” de
los cristianos. El Guájar del jardín escondido. Cae por la ladera mirando
descarado al sol, enfrentado al Castillejo y proclamando a voces la lozanía de
su presente.
Contempla. El
paisaje es ahora cuando te habla, oyes, hay silbidos que te acallan ¡shh!!
Aquí vivieron moradores de otros tiempos ¿en este agreste sitio? Sí, es un poblado
fortificada del Islamismo Medievo; amurallado en la cima del cerro con un
baluarte defensivo. No se aprecian apenas murallas ya, pero existieron. Ahí, en ese recodo está la entrada de la muralla ¿la ves?
Entra. Ya
llegamos a su embocadura. Una entrada en zig-zag, imagina qué puerta de costado hubo entonces. Estamos en el Castillejo. Un agreste sitio de piedras y roca
de caliza blanca, de pinar bravío al
viento, de tomillar arrastrado al suelo. Encontrarás una sola calle principal. Aquí, restos de casas construidas con la técnica
del tapial. Muros compactados y ventanas y puertas hechas a cincel. Pequeños detalles
de mampostería y suelos allanados en roca picada.
Descubre esa estampa de
la ventana y esos peldaños de escalera. Sí, increíble ¿verdad? Eran pequeñas
viviendas. Apenas una treintena de escasos metros y una doble planta de suelos de
cal y cañizo descansando en vigas de madera.
Solo dos
estancias para vivir, las que más, cuatro. Habitaciones construidas en torno
a ese patio abierto al cielo.
Más abajo el aljibe con su bóveda y ahí, una
alberca con restos de acueducto. El río de la Toba, donde siempre brotan manantiales, donde beberían las alquerías y donde hoy bebe los pueblos de la comarca de Los Guájares.
Adiós. Por que aquí termina nuestra historia de olla de
barro humilde y alhajas de bronce y plata. Cuentan, dicen que el Castillejo antes de ser ruina se
convirtió en mezquita pero,... esa es otra historia.
He obedecido todas tus indicaciones y maravillada me he quedado, leyéndote y viendo las fotos, ¡gracias, Eme! qué buena narradora eres.
ResponderEliminarUn beso
Hola Chelo, Buenooo soy solo principiante, hecho de menos escribir con un toque prosaico y he aprovechado este sendero que hice el domingo para hechizaros con la historia, ya ves "eres mi cautiva", jeje, por cierto que felices en este castillejo donde celdas no había solo cielo.
EliminarUn beso. Gracias
Me ha encantado, sobre todo, el modo en el has escogido contarnos esta fascinante historia, Eme. ¡Preciosa entrega!
ResponderEliminarUn beso grande.
Fer
Gracias Fer, bueno ha sido una manera de hacer que la historia se convierta en aventura y que el sendero se transforme en relato. Un abrazo
EliminarBellas fotos para un bello entorno. La historia perfectamente hibridada con el paisaje. Veo las fotos y me huele a jara y recuerdo (y añoro) primaveras andaluzas.
ResponderEliminarUn beso.
Hola Rosa, si, las había también pequeñas jaras blancas, piquitas, piquitas. Me alegra haberte traído un pedazito de recuerdo andaluz. Un beso
EliminarQué forma tan peculiar tienes de contarnos los viajes, Eme. Más que descripciones haces narraciones, mezclando paisaje e historia, relato e imágenes. Me ha encantado hacer contigo este recorrido y pararme a mirar las esplédidas fotos que nos traes. ¡Gracias! :))
ResponderEliminarUn beso y feliz tarde de jueves.
gracias Julia, por tus palabras, me alegro que las hayas disfrutado, un abrazo
EliminarHola Emerencia.
ResponderEliminarOriginal y bonita forma de darle vida al relato de un viaje.
Si además pones las fotografías tan buenas que has puesto, pues entrada perfecta.
Saludos y gracias por compartir las experiencias.
Gracias Miguel por tu visita y tu comentario. Eso pretendo relatar de forma diferente para transmitir todo el sentimiento y la emoción vivida. Saludos
EliminarUn paseo mágico a tu lado. me he visto trasportado a tiempos donde los moros eran los señores de la comarca y sabían encontrar esos rincones privilegiados para morar. donde el agua, el azahar y la sombra no faltara.
ResponderEliminarBonita prosa la tuya que me ha encandilado de tal manera que perdí la noción del tiempo mientras duró su lectura.
Un gran placer.
besos
Gracias Francisco, eso pretendo querido amigo que pierdas la noción del tiempo, para ganarle pasos a la historia pasada y engañar el presente. Un abrazo
EliminarHermosa entrada, interesante, me ha gustado mucho!!
ResponderEliminarVen, llega, mira, contempla, entra y descubre! Asi se disfrutan los lugares!!
Besoss!!
Gracias Mª Antonia-Mafar, es un regalo que me comentes detalles del post. Si ha sido un detalle que se me ha ocurrido pero ahora que lo cuentas si que es verdad que todo viaje lleva implícito todo esto e incluso en este orden, lo hice para una actividad de senderismo pero realmente es la filosofía del viaje. Besos
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