FLORA Y CHAVICO
CRUZ DE MAYO
A primeros de Mayo Andalucía se
llena de cruces y en la provincia de Granada, es una tradición que
está muy arraigada.
Haciendo un poco de historia. Su
origen se vincula a ritos ancestrales. Posiblemente ya en los cármenes árabes
se celebraran en el interior de sus patios, se hicieran altares con cruces
adornadas con guirnaldas de flores y junto a ella se colocaban objetos de
prestigio y riquezas del simbolismo cristiano.
Con esmero y cuidado se añadían
piezas de cerámica, de cobre, mantones de manila y todo aquello que pudiera ser
exhibido. Flores y plantas, frutas del tiempo, cereales, vino, pan…
En los barrios en el Albaicín y el
Realejo las clases menos pudientes organizaban las cruces colectivas en plazas
y corralas y los vecinos prestaban sus mejores ajuares para que sirvieran de
adorno a los altares. Se celebraban concursos y se competía por la más bonita y
elaborada. La cruz se honraba con cantes, coplillas y bailes, comidas y
oraciones.
Ahora se celebra en la calle, en
rincones, patios y bares. Fiesta de varios días con adorno de banderillas y
sonido a sevillanas. Por lo general, hay un recorrido preparado para conocer la
ruta de las cruces y embriagado de comida y bebida.
No puedo evitar caer en la nostalgia.
Aún hoy se recoge la tradición de mis abuelos. Hornos de leña, chimeneas donde
se hacía la comida, el olor a azucenas y celindos, el color de geranios,
claveles y rosas. Y las comidas tradicionales: esas migas con su morcilla y su
longaniza, las gachas, calabaza frita, carne en salsa, bollos de aceite con el
huevo, tortillas de patatas, pestiños y buñuelos que con tanto esmero hacían y
hacen las abuelas.
La colchas de croché, el brasero, la
romana de pesar, las cestas de mimbre y esparto. El campo por esta época trae
fruta multicolor: níspero, chirimoyo, caña de azúcar, mango, aguacate, papaya.
Y el detalle del “pero” pinchado con
unas tijeras para que los que pretendan criticar la estética del altar se les corte
de raíz el comentario, con las tijeras, claro. Pero eso sí, hay que dejar un "chavico", un reconocimiento por el trabajo. Es curioso, aún se conserva esta
palabra que viene de ochavo, una antigua moneda de cobre, de poco valor que correspondía a dos maravedíes.
Y es que la historia
siempre está presente en nuestros días.
La primavera siempre se ha celebrado
de una manera u otra ya sea con cruces de Granada o con los patios de Córdoba.
Todas las culturas desde la más
remota antigüedad han celebrado la llegada de la primavera con la consagración
a los dioses de la naturaleza. En la antigua Roma, las fiestas de la primavera
se vinculaban a la diosa Flora. Las Floralias tenían lugar a finales de Abril y
primero de Mayo. Son fiestas muy ligadas a sociedades agrícolas donde la
cosecha era una bendición de importancia trascendental.
Encarna Jiménez
ResponderEliminarBonita composición.
Un saludo.
Gracias Encarna
EliminarJose Luis Paisajista
ResponderEliminar6 may. 2015
La estación de las flores y de la celebración por su llegada. A mi siempre me ha cogido más de cerca los Patios de Córdoba, pero tengo constancia de lo espectacular de las Cruces de Mayo de Granada. Aquí en Sevilla esas tradiciones se han perdido o han fluido en otras costumbres donde la flor ya no tiene un papel tan relevante, quedando patios y cruces floridos en pequeños reductos de alguna casa particular, comunidad de vecinos o barrio. Comparto el post. Un saludo.
Gracias por compartirlo, la diosa Flora se pondrá muy contenta;) un abrazo
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ResponderEliminarMarilu Pawlizki1:33
Bellísima tradición es una pena que con el tiempo se vaya perdiendo
Gracias Marilu, no creas Almuñécar, de donde son las cruces ganadoras de este año, se conserva ese sabor popular. Saludos
Eliminar¡Ay Emerencia qué recuerdos!
ResponderEliminarCuando estaba viviendo en Madrid y era joven, fuimos un año unos compañeros y yo a Granada por cruces. Creo que cruces vimos pocas, pero nos lo pasamos como pocas veces en la vida. En la noche, había lugares en los que no podía darse un paso!!! La pena es que nunca he ido en el Corpus, y mira que me gustaría.
Me has evocado miles de recuerdos.
Muchas gracias
Gracias a ti!!! me alegra que te haya evocado viejos tiempos. Sí, claro que sí, en Granada es muy popular. Cuando era estudiante tenía más encanto, después se desmadró la gente cuando cerraron el centro. Está perdiendo bastante identidad como fiesta y folclore, solo los mayores (quien si no) la cuidad con más esmero. Un abrazo
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