LICENCIA PARA AMAR
Es
la consulta 307. Anestesia. Junto a esta, la 308. Unidad del dolor. Siempre
sentados frente a las puertas, nunca detrás de nosotros. Alargo mi mano y aprieto la suya.
La miro y sonrío tras la mascarilla: Voy a casarme con ella. No lo sabe. Ni se lo
imagina. Ya son cinco años y un año durmiendo juntos todos los días. Quizá no
tenga sentido. O quizá sí. Pero la quiero y cada vez más. A pesar de que finjamos
saber todo el uno del otro.
La
vuelvo a mirar cuando ella pone su otra mano sobre la mía. Me guiña. Sé que
sonríe. Sé más de su vida que ella misma.
A
Carmen se le exigió demasiado. Tal vez por ser quién es, por ser cómo es. Yo
era uno de los instructores, el cabronazo que siguió todas sus pruebas. El
cabronazo que aún hoy todavía la sigue. Ella estuvo a punto de superar el
“curso maldito” del CNI. De hecho, por mucho menos otros pasan y se convierten
en agentes del servicio de inteligencia español. Se le pidió hacer de todo,
cosas increíbles; dejó de dormir durante una semana para demostrar su capacidad
de resistencia.
Carmen
es brillante, no solo por sus dotes persuasivas y su gran imaginación, ella es capaz
de memorizar documentos con solo verlos diez minutos. Aprecia cada detalle y
retiene datos que ni en otra vida yo sería capaz. Lo hace por inercia con
facturas, listas de la compra, manuales de electrodomésticos. Pocas son las veces
que la pille con alguna carpeta. Cuando esto ocurre, ella comienza a hablar de programas
de su agencia turística. Miente. Se inventa unas increíbles historias de viajes.
Tiene una fijación por los vuelos. Me suelta anécdotas que ocurren durante su
viaje en avión; sus aventuras en los aeropuertos; los personajes que conoce en
los embarques y en los desembarques. Es artífice de la improvisación más
inverosímil. Para las pruebas del CNI improvisó un escándalo tremendo en mitad
de la vía pública. Ese día se puso a gritar ¡que la perseguían, que tenía miedo
y necesitaba una cerveza y un pincho de tortilla!. Valiente revuelo armó.
Es desesperante la espera en los hospitales. Nos informan ahora de un accidente; una urgencia que los especialistas deben atender. Debemos ser pacientes. Carmen tiene puestos los pinganillos. Está tranquila. Sabe que yo estoy al tanto de todo. La miro de nuevo. Quiero casarme con ella. Tengo que decirle quien soy en verdad. “No soy el manitas electricista que crees, cariño. No soy ese que sale de casa con su uniforme y su caja de herramientas. Soy quien esconde los micrófonos”.
Después
de lo del CNI nos volvimos a ver. Quedamos en el Café Barbieri, en Lavapiés. Nos
sentamos juntos en uno de los sillones tapizados de terciopelo rojo, frente a
una de esas mesitas de mármol con pies de hierro; la lamparita de luz tenue
iluminaba su rostro cuando dijo: “Nunca me siento de espaldas a una puerta.
Trae mala suerte, sabes”. Me sonreí. Luego en el hotel insistió mucho que la
habitación fuera en el primer piso. Y en cuanto entró en ella miró a su
alrededor. Es algo que todos los espías hacemos. Primer piso, por si tuviésemos que escapar por la ventana; y saber donde están los interruptores, por si hay que apagar rápido las luces.
Pasaron varios meses antes del siguiente encuentro. Le hice pensar que le había
perdido de vista, cuando no fue así. De sobra yo sabía que trabajaba de agente freelance y se había especializado en el espionaje industrial. Andaba metida en
asuntos que le hacían viajar bastante: Oriente Medio, Paris, Inglaterra. Yo seguía sus pasos en España. Me había convertido en su contraespía. Fuera de
nuestras fronteras lo hacían otros agentes.
Al
principio actúe como un agente Romeo. Debía de seducirla. Fue fácil porque ya
nos sentimos atraídos desde el primer momento. Pero me enamoré. Imperdonable
para un agente de La Casa. A la mierda mi trabajo, mi carrera. A la mierda todo.
Su
mirada seductora siempre la delata. La besaría si no fuera por este dichoso
tapabocas. Esa caída de ojos suya. “Carmen… No superaste las pruebas del CNI
por ser gitana sino por ser descendiente de la Greciana”.
Le
viene de raza. Carmen es bisnieta de la Greciana. Su verdadero nombre fue Lola
Vega, nacida de una familia gitana que huyó de Francia y fue acogida por una
casa noble de la Coruña. Luego la adoptó esta otra familia para que tuviera una
educación paya. La Greciana, debió de ser tremenda; inteligente y sensual; aires
de grandeza y experta mentirosa. “La Mata Hari española era tu antepasada,
Carmen. Sus devaneos políticos y su relación amorosa con Primo de Rivera (nombrándola corresponsal de guerra y su espía) y ser amiga del dictador y caudillo, Franco (que tu antepasada le salvaría la vida librándolo de una emboscada en el Rif) te pusieron en el punto de mira
del CNI".
En
este momento de mis cavilaciones, llaman a la mujer que está delante de Carmen.
—Antes
de que entre a la consulta, ¿vas a decirme algo? Te noto abstraído.
—Guardo
silencio. Solo eso. Es lo que mejor protege aquello que es secreto.
—Espero
cariño que tu secreto custodie todo lo que más te importa.
—O
lo que mucho ame, Carmen.
—Hacemos
un buen equipo.
Definitivamente,
me casaré con ella.
Muchas gracias por participar. Que tengas mucha suerte en el concurso!!
ResponderEliminarGracias a ti por la propuesta. Un abrazo, Bruno
EliminarMuy buen relato. Suerte en el concurso.
ResponderEliminarUn saludo!
Muchas gracias por la lectura, Antonio. Un abrazo
EliminarExcelente relato y muy bello, como siempre Emerencia.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Gracias, Juana!. Un abrazo
EliminarUna historia con final feliz.
ResponderEliminarAlgo que no siempre pasa en este género.
Un abrazo.
¡Gracias, Demiurgo! Abrazote
EliminarGran relato, Emerencia. Felicidades. Suerte en el concurso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Chema por la lectura, como siempre. Un abrazo
EliminarUn excelente relato. El silencio del espía, que tal vez acabe en un cortocircuito mental y derive a la unidad del dolor, por la fribromialgia que comporta.
ResponderEliminarMuy bien escrito. Un gusto leerte. Un abrazo grande
Hola MariPau, agradecida por tu comentario. Guardar secretos es lo que tiene, compañera. Un abrazote
Eliminar¡Qué buena historia, Emerencia! Un relato de espías diferente y muy original. Me ha encantado cómo vas desgranando poco a poco la historia de los dos personajes situándolos en esa consulta de hospital. Amor, engaños, secretos... en una narración estupenda y muy medida. Fantástico.
ResponderEliminar¡Hola Marta! Me alegra que te haya enganchado la historia. Un abrazo
EliminarHola Emerencia, tu relato resulta cautivador, narras muy bien y la historia es emotiva. Me ha gustado mucho. Suerte en el concurso.
ResponderEliminar¡Hola Tigrilla! Graciassss
EliminarMuy bonito y tierno tu relato compañera! Ya se sabe que la vida amorosa de los espías es difícil, y si ambos lo son, quizás lo sea aún más! Un abrazote y mucha suerte en el concurso.
ResponderEliminarMuchas gracias Marifelita, besos mil
EliminarLo he leido dos veces y tras la tierna y sutil historia de amor, huelo que hay algo mas pero no alcanzo a verlo. Lo de que van a casarse y ella no lo sabe, el sitio donde estan esperando, la espiral en la imagen que no sé si es el tipico caracolillo en el pelo de las gitanas, o indica un transtorno mental. El tono melancolico de la narracion me sugiere que contrariamente a lo que parece, la historia no acabará bien.
ResponderEliminarSi lo he entendido bien, creo que donde pones "superaste" debería ir "suspendiste".
abrazo y suerte en el concurso
¡Hola Gabi! Gualaaá, siempre tus comentarios cautivan, no sé cuántas incógnitas debo despejar, jaja. Algunas incertidumbres forman parte de la ficción, así que entran en el juego de las posibilidades. Comienzo por el final. Superar un prueba y suspender una prueba. En el caso de los espías, por lo que he leído, primero pasan por pruebas psicotécnicas (test, simulaciones, etc) se aprueban o suspendes. Una vez pasada esta fase las pruebas son muy diferentes y se enfrentan a situaciones donde se ponen en juego las particularidades de cada uno (inteligencia, resistencia emocional, resistencia física, resolución de conflictos, investigaciones in situ, y un largo etc.) y estas o se superan o no se superan. En cuanto al caracolillo, no ha sido con ningún fin solo un antojo mío al diseñarlo, y mira que lo he puesto en varias esquinas ja,ja pues al final ha caído ahí. Gracias por esa doble lectura. A la tercera ya es la rehosti, y sobre todo, si te fijas en la bisabuela, ese personaje tiene miga. Un abrazote
EliminarEs verdad que los espías no deberían enamorarse, que guardan secretos, pero parece que él en este caso a sucumbido a los encantos de ella.
ResponderEliminarBuen relato Emerencia, veremos si se anima y le pide matrimonio.
Suerte en el concurso.
PATRICIA F.
¡Hola Patricia!, seguro que sí. Gracias por la lectura. Un besote
EliminarHola Emerencia me ha encantado la historia, desde el titulo hasta el final la he disfrutado muchisimo y los detalles y el ritmo de la historia. Enhorabuena. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias Ainhoa, me alegra mucho que te enganche la historia. Un abrazote
EliminarHola Emerencia, el amor llegó al mundo de los espías, normalmente los vemos ahí en sus películas todo chulos, acostándose con todas, rompiendo corazones..., y aquí, en tu relato, se enamora y, además, de otra espía... Demasiado mundo masculino en estas películas, a ver si pronto ruedan películas de 007 con protagonista mujer, a ver cómo trata a los hombres (si me pusieran a mí de protagonista, actuaría como ellos, es decir, cada día con uno), jajajajaja. Buen relato. Un abrazo. :)
ResponderEliminar¡Hola Merche! Todavía me estoy acordando de tu Jam Bon, mira que eres, de la parodia a la animosidad frívola del acecho, jaja. Gracias. Un abrazote
EliminarUuuy, amor y secretos. Ni los espías más avezados se resisten a la llamada de su corazón. Espero que terminen casándose. Ha sido un placer leerte. Un saludo y suerte en el concurso.
ResponderEliminarHola, muchas gracias Pluma de Gijón, un abrazote
EliminarAdemás de muy interesante y juguetón es que está maravillosamente escrito. He dicho, jejeje. Mucha suerte en el concurso. Un abrazo , Emerencia.
ResponderEliminar¡Hola Pedro!, me alegra que te haya gustado, gracias por la lectura y comentario. Un abrazote
EliminarHola Emerencial un buen relato narrado con detalle y sensibilidad. El amor está presente y se nota que los secretos no salen a la luz.
ResponderEliminarUn abrazo y suerte en el concurso
Puri
Muchas gracias Puri, un abrazo
EliminarEspero que al final sean felices y coman perdices, porque en ese mundillo nunca se sabe, je, je.
ResponderEliminarUn abrazo y suerte en el concurso.
Hola Josep María, como bien dices, nunca se sabe. En España hay un dicho: "La mejor forma de guardar un secreto es escribir un libro"; lo mismo a nuestro protagonista con el tiempo le da por ahí, je,je. Gracias. Un abrazo
EliminarHola Emerencia. Una historia de espías enamorados, o al menos él porque de ella no esta claro que lo esté. Engaños y mentiras como corresponde y un trasfondo histórico enraizado en nuestro pasado. Muchas surte en el Tintero. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Jorge, muchas gracias siempre por tus comentarios. Un abrazo
EliminarHola, Eme, dicen que los espías nunca se enamoran y este lo está hasta las trancas. ¿Qué dirá ella cuando sepa en realidad quién es? Muy interesante. Felicidades y suerte en el concurso.
ResponderEliminarHolaa Maria Pilar, muchas gracias por la lectura. Un abrazote
EliminarUn relato muy original y con su punto de ternura, Emerencia. Me ha gustado mucho. Un abrazo!
ResponderEliminar¡Hola Lola! Muchas gracias. Mucho espían, pero también tienen su corazoncito. Un abrazote
EliminarHola, Emerencia. Pues sí, un par de espías bien diferente. Con lo del médico pensé que ibas a salir por otro lado... Me ha parecido una historia de espías distinta y con unos precedentes que desconocía por completo.
ResponderEliminarUn saludo y suerte en el concurso!
Hola MJ, gracias por la lectura. Un abrazo
EliminarHola, Eme! Hermoso relato. Un placer leerte.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Mirna, un abrazote
EliminarY dicen que el matrimonio no deben de haber secretos, ¡ja! Y a estos dos me remito ajjaja. Qué original la propuesta, Eme, para nada como me esperaba que iba a terminar, y eso le da un plus que con tu manera de exponerlo ya tiene otro más. Hermoso e ingenioso, me ha encantado.
ResponderEliminarUn abrazo, compañera
Muchas gracias Pepe, abrazos mil
EliminarHola, Eme. Te ha quedado un relato de lo más original, lleno de secretos y amor dentro de un mundo de lo más peligroso. Te deseo lo mejor en el concurso.
ResponderEliminarMuchas gracias Bruno por la propuesta y la lectura del relato. Me ha resultado muy interesante sumergirme en este mundo de los espías que de partida no me atraía mucho. Pero después de leer tu propuesta y posteriormente documentarme (ni imaginas todo lo que ha caído en mis manos) me ha resultado muy, tremendamente, cautivador. Ahora veo películas o series de espías y hasta puedo adelantarme a los acontecimientos je,je. Todas tienen un corte de traje muy parecido. De nuevo, gracias. Un abrazo
EliminarHola, Eme. Una Nikita española que acabará sus días, posiblemente, corriendo aventuras con su inseparable compañero al margen de la agencia. Eso si alguno de los dos, por deformación profesional, no acaba traicionando al otro; que sería lo más lógico con el catecismo que tienen tan bien aprendido para poder sobrevivir. Pero eso es algo que, únicamente, el tiempo a su paso desvelará.
ResponderEliminarSaludos y suerte. 😎👍
Hola JM, gracias por esa visión de futuro, invita a continuar la historia, pero te sorprendería, jeje. Un abrazo
EliminarHola, Emerencia!! Me ha gustado mucho tu relato, me ha resultado muy interesante y entretenido y por supuesto, me ha encantado el final. Suerte en el Tintero y un abrazo!!
ResponderEliminarMuchas gracias Cristina, besotes
EliminarUna historia realmente bonita que fluye con mucho encanto; con tu estilo, seductor, absorbente... La espía lo lleva en los genes; el otro creo que tiene un punto débil en el corazón :)
ResponderEliminarFelicidades y mucha suerte!
Holaaa, síi, no hay mejor síntesis de esta pareja. Un abrazote
EliminarAy, Carmen no lo sabe todo. Por lo menos, no lo de la boda. Enhorabuena por tu relato.
ResponderEliminarSaluditos de la Flor, se le escapa este detalle a Carmen. Gracias por la lectura. Un abrazote
EliminarHola... que hermoso tu relato en el que el protagonista es el amor y todo lo demás es solo contexto.. me ha encantado.. ¡Saludos!
ResponderEliminarMuchas gracias Octavio. Un abrazo
EliminarMagnífico, Carmen. Enhorabuena y suerte!!
ResponderEliminarMe gusta ese discurso interior, con frases cortas, cortantes incluso, que va desgranando una historia de descubrimiento, de renuncias, solidaridad y empatía, de la que brota poco a poco un convencimiento que se convierte en el eje de toda la trama. Es tan creíble que haces tuya esa convicción y llegas al final deseando una respuesta. Solo entonces, con un breve diálogo, se despeja esa incógnita que es la importante aunque queden muchas otras para el lector. Pero así es el mundo de los espias, donde nada se cuenta de forma literal y una palabra puede tener muchos significados. Quedan muchas preguntas para el lector, a las que tiene que dar respuesta con su propia imaginación, y un pegamento primordial a base de secretos que sabes que convertirá esa relación en algo muy especial.
ResponderEliminarEn este fresco que tan bien has dibujado aparece, y es muy de agradecer, un personaje olvidado que pese a las distancias, por las hechuras quiero entender que podría ser Ruiz de Lihory, mujer fascinante de vida intensa y trágica, uno de esos personajes sepultados en una historia escrita siempre por los vencedores.
Muchas gracias por escribir así, un gran abrazo.
Muchas gracias, Isra por estas lecturas minuciosas que haces a las historias que escribo; siempre es un gran aliciente, y además, tengo muy en cuenta tus impresiones. Siento contestarte tan tarde. Un abrazo fuerte.
EliminarEmerencia, como siempre será un buen relato, pero imposoble de leer con este fondo negro y letras blancas. Me bailan las letras y no me concentro. Cambia el formato. Ya no leo en este formato nada porque no me entero. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Hola estimada amiga Mamen!, intentaré cambiar el color del fondo como no. Por nada quiero perderme tus impresiones. La próxima vez ya verás los cambios. Un beso grande, grande. ¡Feliz verano!
EliminarCuanta gente e ha escrito
ResponderEliminarte felicito
ver triunfar a otro blogger me gusta es bueno
Gracias, bella, Un abrazo
Eliminar¡Hola, Julio David! Je,je, sería genial, me encanta, muy buena continuación. Tú nunca desvarías, compañero. Un abrazote y ¡Feliz verano!
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