HISOTRIAS DE MARZO
PRONÓSTICO RESERVADO
Que fuéramos al desierto de Arizona, no es lo que más me sorprendió que hiciéramos, fue lo de subir al Annapurna mientras me guiñaba el ojo. Ella sabe que tengo miedo a las alturas. Y acepté como lo hice cuando me vestí de pistolero en aquel desierto. Lo mismo ahora me tocaba ir de sherpa. ¿Y si pasara algo? Veinte horas de viaje no es lo peor, es que podría ser sepultado en una avalancha, perder mi nariz, o peor aún, mis dedos de lo pies por ese frío gélido. Ay, si no fuéramos. Entonces respiraría como un buscador de percebes cuando sale ileso de las olas. Hoy llamaron por teléfono. Como no tengo tele, ni me había enterado. Y lo que menos me imaginaba: nos aíslan en el domicilio por un virus.
SÍNDROME
DE HUBRIS
Tenía un marido atento e
inteligente y una hija que sobresalía de la media. Me mantenía en mi peso sin
hacer ejercicio y tenía un pelo
envidiable. No me faltaba las ganas de trabajar, había superado al coronavirus,
y me había regalado un portátil con procesador memoria turbo, más de la que yo
podía abarcar diseñando en él, pero porqué no. Me lo podía permitir. Pero algo
fallaba. Se lo comenté a mi médica y a mi psicóloga, a mi profesora de shiatsu
y a mi guía de crecimiento personal. Cada una decía una cosa diferente.
Entonces llegué a la conclusión de que todo era cuestión de carácter. Yo por si
acaso desde entonces no tomo zumo de naranja por si es el que me agria el
carácter.
Ese hombre es muy amoroso, carambas. Dos historias muy bien hiladas.
ResponderEliminarUn abrazo
Buenos días Albada, gracias. Ya veo que te quedas con el chico, puesto a elegir ¿no? jeje. Un abrazo
EliminarJajaja, me encanta que quite el sumo por si es lo que le está agriando el carácter.
ResponderEliminarY el chico fue salvado por la campana, o por el coronavirus.
Feliz día.
Hola Gemma, justo ahora estaba leyendo tu post de esta mañana, chica eres un aliciente, puro entusiasmo. Gracias por la visita, con sumo gusto, es broma jaja. Feliz sábado de clausura.
EliminarPerfección
ResponderEliminar¿Dónde? Ay amiga, eso no lo hayo yo ni lavándome las manos cien veces. Gracias María, qué ilusión que una sexitana se acerqué por este mundo virtual, con lo que eres tú, jaja. Un abrazo
EliminarQue dos micros para los tiempo que corren. ¡Cuidate! de ese coronavirus. Un abrazo.
ResponderEliminarSí y que lo digas. Mira que el microbio da para muchas historias. Ahora estoy con una y llevo casi cinco páginas. Gracias Mamen. Y tú, que además trabajas con mayores. Un abrazo amiga.
EliminarEn estos momentos estoy de baja, por la espalda, pero no tardaré en incorporarme al trabajo en 15 días.
EliminarMucha suerte y ánimo, haces un trabajo maravilloso Mamen. Vienen días distintos que nos harán distintos y eso también esperanzador. Un abrazo fuerte amiga
EliminarMuy buenos los dos. Fíjate que el dichoso y pernicioso coronavirus puede llegar a inspirar relatos con un claro toque de humor.
ResponderEliminarUn bbarazo.
Por cierto, veo que lo de hisotrias te gustó, ja,ja,ja.
ResponderEliminarY donde dice bbarazo, debe decir abrazo, je,je.
El virus se ha convertid en una vivencia compañero y ¡sálvese quién pueda!. El confinamiento es muy inspirador. Y los abrazos con más bs se hacen más grandes jeje. A pasarlo bien en casa, agustito Josep Mª
EliminarComo ves la o del convertido se fue de paseo, cómo yo no puedo salir, él salió rodando.
EliminarQué dos mini relatos tan certeros y bien escritos. Las cosas que se hacen por amor, sin desearlas de veras son a veces más de las necesarias y nos vamos perdiendo en el camino y hasta un virus es un invasor bienvenido si nos libra de ciertas cosas.
ResponderEliminarPor lo que se refiere al segundo, es cierto que a un carácter amargado nada le sirve para ser feliz y sentirse a gusto. Conozco ejemplos reales.
Un beso.
Hola Rosa, pues ya ves si nos libra que estamos viviendo "Días en blanco" que no ocurra nada "por dió y por la vigen" Lo peor es que estamos en primavera, si esto hubiese ocurrido en invierno, pues se llevaba, pero estos días más larguitos, con esa luz y esas flores. Un beso
EliminarBienvenida. Si no eres millenium ¿quién eres? es broma, vaya nombre con el que te presentas. Y claro que sí, en estos tiempos encontrar a gente interesante es una proeza en esta red virtual. Buscaré por tu blog por supuesto, y muchas gracias. Saluditos.
ResponderEliminarEse maldito microbio da para varios relatos.hay que buscarle el lado amable para campear el temporal.
ResponderEliminarHola chicas aladas, pues sí y tanto que da, pero también da para reflexionar en esta víspera de cambios nacionales y mundiales, y vaya que los va a ver. Un abrazo
EliminarHola, Eme. El humor que nunca se pierda a pesar del bicho ;). Creo que la cosa esta va dar mucho juego para que los creadores de historias las podáis adaptar cada uno a su estilo.
ResponderEliminarUn cariñoso y gran abrazo marciano.
Hola Miguel, si vieras ahora me veo un montón de pelis. Esta tarde "El capitán América" como lo oyes jaja. Un abrazo
EliminarGracias, Eme. Esto ya es de reir o llorar; mejor reirse. No hay peor virus que la estupidez humana, ya sea que se enoje por una "pandemia"o la invente para llenarse los bolsillos.
ResponderEliminarSe nos fue la cabeza, sí Beba. Pero mi esperanza es que todo esto se saque algo bueno, por lo pronto, el rey ha renunciado a parte del legado multimillonario de su padre y los chinos son ahora los que regalan mascarillas a los españoles. Y habrá más cambios, ya verás. Un abrazo
Eliminar¡Hola, Eme! Dos micros de mucha actualidad y que inciden en dos aspectos bien distintos. El primero hace bueno aquello de que no hay mal que por bien no venga. El segundo, ¡ay el segundo! Me parece absolutamente magnífico porque nos radiografía tanto la sociedad que vivíamos hace apenas dos días y la enseñanza que tenemos que extraer de estos días extraños. Me explico.
ResponderEliminarLa vida acomodada tiene una cara perversa, y es que nos inmoviliza, nos va quitando la esencia de lo que realmente somos, de lo que realmente queremos. Y eso nos provoca esa tristeza, esa acritud del que no tiene derecho a quejarse pese a ser consciente de que le falta algo. Creo que la famosa crisis de los 40 va en esa línea, llegamos a esa edad con casi todos los deberes hechos, pero con casi todos los sueños por cumplir. Quizá, el comprender que esa vida se nos puede ir al garete en un suspiro, nos haga reaccionar. Dejar de tomar zumo de naranja puede ser el primer paso. Un fuerte abrazo!!
Gracias David. Me alegra que compartas eso que me cuentas de la vida acomodada y su perversidad, los sueños por cumplir. De hecho acabo de escribir un relato y va en esa línea. Y lo que está ocurriendo con los niños y los mayores. Los sueños frustrados, la enseñanza, la cooperación. Muy en mi línea. Un abrazote.
EliminarEme ese "pronóstico reservado" si que nos deja perplejos a todos, creímos haber pasado tolo lo peor en la vida, y ya no esperabamos que nada nos fuera a sorprender tanto como este encierro, si que es reservado el pronóstico...
ResponderEliminarY ese "Sindrome de Hubris", ¿quien no lo ha padecido? mientras más cosas tenemos y superamos, más desamparados nos sentimos, siempre a la búsqueda de algo más, ¿será inconformidad o es que en el fondo sabemos que se avecina el fin y aún queremos ponerle ganas a la vida?
Un buen par de historias querida.
¿Verdad? y tanto, eso dice mi padre "que ha pasado el tifus, la malaria, el hambre y la guerra civil, lo que le faltaba por ver", me dice todos los días, "esto tenía que reventar por algún sitio, la gente vive al día, yo ahorraba..." Bueno, tiene 92 años. En cuanto al segundo comentario, creo que es inconformismo, a la vez que un vacío de espíritu, algo de lo que algunos carecemos. No somos ricos en dinero, pero nos sobra ilusión. Gracias amiga. Un abrazo
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