Almuñécar





Almuñécar es un lugar de contrastes: pueblo milenario, pueblo de frutos subtropicales, pueblo de palmeras y playas,.....bueno, pueblo turístico al fin y al cabo. 

mural del parque ornitológico 

De esta localidad se ha hablado mucho por su historia y por una belleza de enclave como pocas tienen.

                Aquí vamos a destacar otra mirada diferente:                                          
La técnica de artistas que usaron piedra y mortero, soldadura y forja, y en los últimos años murales de cerámica y el tallado del mármol. Este arte se encuentra en todos los rincones del pueblo, en calles y paseos valles y caminos. Por un lado unos buscaron el lado práctico y otros el artístico pero siempre dominando los materiales que usaban.  

Este hecho ha sido en gran parte por su estratégica situación geográfica y su particular clima. 

mural entrada del mercado de La Herradura
calle real. Empedrado
hibisco
Almuñécar es una localidad del mediterráneo que se encuentra al sur de Granada.  Posee un extenso valle que se pierde entre las montañas. Esta situación le da ese matiz de microclima especial. Hay cultivos subtropicales de chirimoyos, aguacates y mangos que hacen el placer de los gustos más exóticos.

vega del rio verde, cultivos de chirimoyos y aguacates
                        
Este vergel forma parte de su identidad pero también lo son sus tres peñones que dividen  parte de su costa en dos extensas playas de piedra gris y aguas profundas no aptas para pies delicados pero ideales para el baño. Hay días en verano con aguas muy cristalinas.




Los avatares del tiempo han dejado impresa imágenes con grandes cambios en su urbanismo y su paisaje, su historia y su cultura. Puerto de fenicios, gran ciudad de romanos y lugar de descanso y disfrute de turistas.


Paseo del Altillo. 1925. Foto archivo

Almuñécar años 40. Foto archivo
Almuñécar años 70. Foto archivo

playa de San Cristóbal y peñones al amanecer


Su  arquitectura fue muy interesante en tiempos remotos cuando fenicios, romanos y árabes poblaron estos lugares, pero en la actualidad sólo permanece el trazado urbanístico de un pueblo andaluz en su parte más alta, el cerro del castillo. Y en las faldas de la ciudad solo permanece parte de lo que fue una importante factoría de salazón de pescado y elaboración de “garum” que le dió al lugar una importante pujanza económica.


 Factoría de salazones, Restos de la actividad administrativa, 
almacenes, piletas de salazón y tramos de canal para el lavado.
playa Puerta del mar y peñones al atardecer

 Piletas de salazones del parque del majuelo
Los ingenieros romanos en cambio, han dejado un legado muy importante: un sistema de reparto de aguas con una red compleja de distribución, depósitos y conducciones; y lo más increíble, es que parte de él se usa actualmente.

Acueducto de Torrecuevas. Hoy se conserva una parte y se usa
Tramo III de acueducto, arcadas de 72 m de longitud, 18 m de altura
El acueducto de Almuñécar destaca en diferentes rincones de la vega y los ríos que la atraviesan. Un trazado de canal abovedado de más de 10 km, gran parte de él desaparecido o enterrado, con 6 tramos elevados con arcadas muy bien conservadas. Este acueducto es el testigo actual de lo que fue la gran urbe romana y su apreciada factoría de pescado. Técnicas unidas a obras sustentadas en un poder político y un sistema económico muy destacado para nada desconocido en el Mediterráneo.















sello con el acueducto. foto archivo























La escultura en la época romana no fue trascendente como fue la ingeniería. Pero nadie puede pasar por alto que a partir de los años 80 este arte humanista hacen de Almuñécar un lugar muy destacado sobre todo tras sucesivos encuentros hispanoárabes. 

En sus calles y plazas hay esculturas monumentales de figuras humanas muy significativas basadas en la  tradición y la historia de este pueblo. Hay una fusión en los jardines de plantas y esculturas.


parque de El Majuelo
escultura de los fenicios en paseo de puerta del mar
Hay esculturas monumentales que se encuentran mayormente en plazas. Estas obras en su mayoría están realizadas por manos granadínas, algunas de ellas, con técnicas muy vanguardistas hechas en forja y soldadura de chapa y bronce.






Con el cambio de siglo se apuesta esta vez por el trabajo con el mármol. Hay grandes piedras  esculpidas en los jardines por artistas sirios; más de 40 piezas realizadas en un museo al aire libre por paseos y jardines de Almuñécar. Para descubrir todas estas imágenes y muchas más, ver sus detalles y formas hay que pasear y perderse por los rincones de Almuñécar, merece la pena.










banco de mosaico 2014
grafitis del acuario 2014
A sus orillas volverán artistas, siempre habrá un rincón para la mirada....

Playa de Calabajío y su parque de coníferas

Playa de Calabajío. Playa de arena












 CRUZ DE MAYO


A primeros de Mayo Andalucía se llena de cruces y en la provincia de Granada, es una tradición que está muy arraigada.
Haciendo un poco de historia. Su origen se vincula a ritos ancestrales. Posiblemente ya en los cármenes árabes se celebraran en el interior de sus patios, se hicieran altares con cruces adornadas con guirnaldas de flores y junto a ella se colocaban objetos de prestigio y riquezas del simbolismo cristiano.


Con esmero y cuidado se añadían piezas de cerámica, de cobre, mantones de manila y todo aquello que pudiera ser exhibido. Flores y plantas, frutas del tiempo, cereales, vino, pan…
En los barrios en el Albaicín y el Realejo las clases menos pudientes organizaban las cruces colectivas en plazas y corralas y los vecinos prestaban sus mejores ajuares para que sirvieran de adorno a los altares. Se celebraban concursos y se competía por la más bonita y elaborada. La cruz se honraba con cantes, coplillas y bailes, comidas y oraciones.


Ahora se celebra en la calle, en rincones, patios y bares. Fiesta de varios días con adorno de banderillas y sonido a sevillanas. Por lo general, hay un recorrido preparado para conocer la ruta de las cruces y embriagado de comida y bebida.


No puedo evitar caer en la nostalgia. Aún hoy se recoge la tradición de mis abuelos. Hornos de leña, chimeneas donde se hacía la comida, el olor a azucenas y celindos, el color de geranios, claveles y rosas. Y las comidas tradicionales: esas migas con su morcilla y su longaniza, las gachas, calabaza frita, carne en salsa, bollos de aceite con el huevo, tortillas de patatas, pestiños y buñuelos que con tanto esmero hacían y hacen las abuelas.



La colchas de croché, el brasero, la romana de pesar, las cestas de mimbre y esparto. El campo por esta época trae fruta multicolor: níspero, chirimoyo, caña de azúcar, mango, aguacate, papaya.


Y el detalle del “pero” pinchado con unas tijeras para que los que pretendan criticar la estética del altar se les corte de raíz el comentario, con las tijeras, claro. Pero eso sí, hay que dejar un "chavico", un reconocimiento por el trabajo. Es curioso, aún se conserva esta palabra que viene de ochavo, una antigua moneda de cobre, de poco valor que correspondía a dos maravedíes.


 Y es que la historia siempre está presente en nuestros días.
La primavera siempre se ha celebrado de una manera u otra ya sea con cruces de Granada o con los patios de Córdoba.
Todas las culturas desde la más remota antigüedad han celebrado la llegada de la primavera con la consagración a los dioses de la naturaleza. En la antigua Roma, las fiestas de la primavera se vinculaban a la diosa Flora. Las Floralias tenían lugar a finales de Abril y primero de Mayo. Son fiestas muy ligadas a sociedades agrícolas donde la cosecha era una bendición de importancia trascendental.



Hola a todos. Estoy aquí, en sintonía con este universo virtual compartiendo un día y un momento amable. Hoy es fiesta en mi localidad, como en muchos otros lugares de España se celebra el día del Corpus. Un día festivo cristiano para celebrar la Eucaristía, una de las fiestas más tradicionales después de la Pascua. En Granada es además su fiesta grande, una semana larga. 


Aquí ya está todo preparado para la procesión. La noche antes se han trabajado los altares por donde pasará. Están adornados con la custodia, imágenes religiosas, flores y frutos de temporada y el pan y el vino de la ceremonia.





















Los niños de comunión nerviosos por este gran día ya preparan sus campanillas y cestas de pétalos de rosa. Huele a fiesta. Las calles se salpican de plantas olorosas, mastranzos sobre todo, con su peculiar olor a menta, las adelfas y gayombas darán color al suelo de baldosas y cantos rodados. Los propietarios de las casas cercanas están terminando de colgar sus colchas de croché, alfombras y tapices en sus balcones.


La playa también se prepara para acoger a una multitud de sombrillas y toallas, y es que hoy el astro rey no perdona. Aunque hay quién preferirá ir a pescar a los peñones del Santo.


Las personas más mayores estarán en su rincón preferido,  a la sombra de las hojas de los ficus junto a la fuente, o como aquí le llaman, la Moncloa. Para ellos es un lugar de encuentro ahora y siempre. La gente del campo ha pasado por este pilar de dos caños año tras año para saciar la sed o para coger agua para la casa.





















En el Parque de El Majuelo, la sombra también es buscada por mayores y jóvenes. Elegir uno de los bancos bajo esa multitud de plantas tropicales que existen y con el sonido de los pájaros es un deleite. Todos los días hay un acontecimiento. 



Hoy la jacaranda está maravillosa, está comenzando a florecer el árbol del coral y brotando el flamboyán. Pero mi atención se ha detenido en el Palo borracho. Por fin está dejando volar sus semillas. El césped está lleno de algodones. Como un frágil bebé, las pequeñas semillas negras vuelan en una nube de algodón, esperando a germinar en la tierra.



Y es que ha amanecido un día estupendo. Saludos a todos.



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