AMARGURA
¿Cambio
de sabor? Pues cambia la cara. Parece un slogan ¿verdad?
No
es tontería cuando os cuento que llevo varias semanas, hasta donde yo sé creo que
diez -aunque el tiempo exacto
es lo de menos- con el
paladar cambiado. Lo ácido es demasiado ácido, hasta se queda pegado en
mi lengua después de comer, incluso ya cepillada la boca con dentífrico y con
enjuagues de bicarbonato.., es un gusto como… ferroso. Y lo amargo, uhmm, éste
sabor es la hostia, - y yo no soy su mayor adepta- el otro día comí una almendra amarga y me pareció como
si me hubiera bebido un vaso de aloína, sí esa parte de la baba amarillenta que
tienen las hojas de Aloe cuando la partes –si no conoces el Aloe puede ser un problema-. Y digo qué, si tal vez, estos cambios son porque mi estómago se
alarma y me grita al viento –saliendo por mi boca- ¡que no comes bien! ¡me vas
a echar a perder!, o bien, porque estoy en crisis premenopáusica… El caso es
que fui al médico y me pidió que me hicieran una analítica de sangre –bien-, una de orina –bien-, me mandó un fungicida –mal- y me tomó un frotis de la lengua –Uf, dudas-.
Después
de tantas divagaciones he pensado que a lo mejor es que mi estado de ánimo no
es muy bueno últimamente. Esto suele ocurrir, como cualquier persona ¿no? hay quién
tiene sus días buenos y malos, bueno semanas, yaaa, sí, son unos cuantos de meses, para qué engañarme,
pero aún no estoy del todo amarilla y esto es de tenerlo en cuenta en el
pronóstico. Me sorprendo como el cuerpo responde a todo, no puedes dejarlo que
sufra un poquito y no es que sea una sádica con él, no, pero en cuanto él sufre
lo más mínimo ¡zas! ¡Qué sensible, por dios! Ya te vienen dolores, trastornos
de estómago, cansancio, nerviosismo, herpes… Dichosos virus, estos aparecen como
un reloj, ahí, plantados sobre el labio, ¡Uy, cómo duelen!, no entiendo cómo te
joden el labio de esa manera, te lo hinchan y luego te hacen semejante herida…Y
ahora… debo de estar bastante tensa y con muy bajas las defensas, porque… tengo
uno.
Puede,
y esto es una suposición, que mi estado psicológico me esté afectando el sabor.
También debo de reconocerlo: me preocupa mi peso corporal, ¡pero es que es una
pereza hacer ejercicio con tanto calor, hostia tú!, ¡el ejercicio no es para el
verano! Es un sacrilegio, con esos sudores internos y externos que te ablandan todo,
hasta el cerebro. Como contaba, hay alimentos que ya no me entran: una cerveza –con
lo rica que estaba, fresquita- y ahora… o
un plato de pasta con queso fundido con ese toque ácido y ahora… o el limón
maduro y… o el chocolate negro y…. o una
lechuga y… sobre todo con ese tallo medio subido, que está ¡AMARGO!
He
decidido tener una charla con mis papilas gustativas; yo sentía un gran afecto
por la cerveza tostada, por el chocolate negro 85% y por la lechuga cogollo. Ya
sé que comer es cuestión de gustos, pero no estos cambios, ¡no hijas no, por favor! eso sí
que no, a lo mejor, hasta podemos, debemos, llegar a un acuerdo. Qué os parece esto: yo dejaré de estar
triste y vosotras me devolvéis el gusto a su justa medida.
¡Eeeeh!¡El monstruo de las galletas soy yo, Eme! Bueno, de las galletas y de lo que no son galletas... ¡De todo! Tu texto me ha recordado que debo coger la bici antes de que anochezca. Sobre todo porque he merendado... como un monstruo. Pero... tienes razón, qué pereza, qué inmensa pereza.
ResponderEliminarUn abrazo nada amargo :)
Hola Carmen, jajaja, el personaje es mitad yo y mitad otra jijiji he exagerado un poco. No hay como "leerte tu misma la cartilla" para ponerte las pilas. Lo de la bici, me lo estoy tomando en serio, ya he pedido una de segunda mano que me la traen de Holanda. Son las mejores para paseo y mantener el cuerpo erguido sin cargarte las lumbares y otras partes jejeje. Ese monstruito es estupendo, como nos reíamos con él cuando se soplaba el montón de galletas y salían pedazos por todas partes. Gracias. Un abrazo
EliminarAquí va el comentario médico, la primera causa del cambio de sabores suele ser un efecto secundario de alguna medicación, aunque sea de herbolario, luego temas locales con irritación de las papilas gustativas (de ahí el frotis, si los hongos son negativos prueba con un gel oral hidratante como el Aloclair plus, hay que usar muy poca cantidad porque crece con la saliva) y también hay enfermedades que afectan al gusto (analítica para descartar diabetes entre otras cosas). Lo mejor para los herpes labiales es el bálsamo labial de Carmex, se encuentra fácil, las pomadas tópicas de Aciclovir no sirven de nada una vez aparecen las vesículas, el Carmex en una capa gruesa e insistiendo con frecuencia muchas veces los corta, o al menos acelera mucho la cicatrización y la fase de costras (a mí el último me duró unas horas gracias a eso, a pesar de que amanecí con el labio hecho una desgracia, pero al mediodía estaba bien, eso sí, no me puse pintalabios esa mañana y todo el mundo me preguntó si estaba enferma, soy tan pálida que sin pintalabios la descripción es cadavérica).
ResponderEliminarBesos.
¡¡¡Guau!!! esto de tener una médica otorrinolaringóloga de confianza tan cerca y ¡además cirujana es la pera! se me había olvidado que podías leer esta entrada jejeje. Gracias guapa. Pero me ha parecido estupendo que lo hagas, como siempre eres un....Sol. Tus consejos me han venido muy bien siempre en todos los casos (médicos y no médicos) aunque haya exagerado un poco, tenía que haberte consultado a ti antes que a mi médico de cabecera. Al final del frotis salió una bacteria que aparece con bajadas de defensa y en climas húmedos ¿? cómo me dijo que no tenía importancia pues ni le tomé el nombre. Lo del Aciclovir es verdad, a mi como que no me hace ya nada, me apunto el Carmex; toda la vida con herpes labiales (qué rollo) y además tan visibles. Cuando una tuviera unos labios grandes, voluminosos, de esos de "relleno de ácido hialurónico" pues no se verían tanto, jajaja, el dolor es lo peor y si te ríes, aaaah amiga...te puede pasar de todo. No te preocupes que la cosa ya es para tanto, las hormonas también tienen su parte en este cuadro, que valiente pintura me ha salido, jajaja. Besos mil
Eliminar¡Vaya una filípica que he escrito en el comentario anterior! Lo siento.
ResponderEliminarPues, ¡anda que yo con la respuesta! jajaja.
EliminarEyyyhhh Eme, aquí estamos toda una panda para subirte ese animo ;-)) y a desearte un relajante verano que seguro te cura todos los males. El cuerpo es un rebelde sin causa y se ha puesto farruco para que le prestes atención. Lo que fastidia es lo del sabor amargo... hay que ...derse!! Con lo bueno que está todo (lo que nos gusta).
ResponderEliminarPaciencia amiga, los cambios en el cuerpo son inevitables y la lucha contra todo eso es agotadora. Menos mal que el monstruo de las galletas nos anima a bailar!! Ya nos cuentas.
Un abrazo fuerte y te mando energías de las buenas muak
Hola Xus, siiii jejeje si que es agotadora, pero en ello, en ello, estamos. Gracias Linda. ¡A bailar! Un abrazo
Eliminar¡Hola Eme! No hay nada como el humor para sobrellevar una mala época (sea del tipo que sea), aunque suene contradictorio una se ríe un poco forzada y acaba saliéndole natural. Y desde luego con el texto tan cachondo que te ha salido, creo que tu vas por ahí, jajaja. Ya verás como el gusto de vuelve a cambiar... Las hormonas son unas jodías, pero seguro que eso también pasa.
ResponderEliminarUn beso muy fuerte y aunque no soy médico te receto una buena carcajada, jeje.
Sí, hola Ziortza, lo he hecho con esa intención, jocoso y neurótico jajaja o neurótico y jocoso, aunque por lo general la gente neurótica no es divertida ¿o si? jajaja, ni me hagas caso, menos mal que tu me entiendes ;) Un beso
EliminarPues un cambio de sabores que me lo hicieran todo amargo y deplorar el dulce, me vendría de maravilla para la línea, pero el dulce me sigue sabiendo dulce, y amargo, solo el chocolate negro con lo que me gusta cada vez más y no sé andar en bicicleta... en fin, un desastre. No sé como no me pongo monstruosa, aunque igual lo estoy y no me he dado cuenta.
ResponderEliminarMe ha encantado tu escrito.
Un beso.
Hooola Rosa, jajaja pues no lo había visto por ese lado, tiene algo bueno, ya puesta. Lo dulce, ese lo llevo bien, mucho como que empalaga, el caso que el equilibrio dulce-salado esté bien, es con el ácido-amargo y ya no te digo con el picante puf, ni se me ocurre, este ya es que "ardo" literalmente jajaja. Acabo de leer que la sal y los alimentos salados en general equilibran el sabor amargo y potencian el sabor dulce, por ejemplo las endivias con anchoas y queso azul, esta mezcla de sabores hacen que no se noten tan amargas estas hojas, o el melón con jamón, que intensifica lo salado a lo dulce,.. Hay que ver lo que se aprende con estas cosas. Lo de montar en bici ya es otra cosa..; Qué bueno. Un abrazo
EliminarHola Eme.
ResponderEliminarJajaja, me encanta que te tomes las cosas con humor, eso es lo mejor.
Te doy la razón en lo del cuerpo, cualquier cosa anímica el cuerpo somatiza, aunque no todo el mundo le da la importancia justa, unos lo dramatizan y otros pasan y creen qu eson bobadas.
Seguro qu een nada vuelves a los cogollos y el chocolate negro.
Ayyyy el herpes, mi madre tiene mucha tendencia y es un rollo.
Besos y me ha encantado el post, muy jocoso.
jaja siiii Gema, y a los cogollos de endivias con anchoas... y lo del picante lo olvidamos... como solo combinan con ácido como que no... Un abrazote. Gracias.
EliminarEn verano hacer ejercicio es un horror. Yo solo me apunto a la piscina. Aunque hoy, día fresquito y de lluvia constante, ¿será también el cambio climático? creo que iré a dar un paseo bueno... después de dormir un poco en el sofá viendo cualquier serie. Que te mejores.
ResponderEliminarGracias Zarzamora, tienes un hábito de sofá y serie muy bueno, a ese me apunto. Un abrazo
EliminarHola Eme,
ResponderEliminarCuánto dices, con humor pero nos lo explicas...
Así que me uniré a tus risas y te diré que el ejercicio no es bueno para ninguna estación del año, es malo y ¡punto!
Cuídate, el ánimo lo es todo, yo te mando mucho cariño desde aquí.
Un besazo.
Claaro, sí ya sabía yo que tenía más de una cómplice en este asunto jaja, Gracias, aquí sigo, con el mónstruo jeje. Un abrazote
ResponderEliminarAy Eme, a ti te a trastornado el gusto y a mí el sueño, jo con las hormonas, bueno y he engordado, ayer probándome ropa casi me da un algo, he cambiado de talla, ains, en fin, cosas de ser premenopausicas. Y si el herpes labial es muy molesto, a mi me ha pasado varias veces y se pasa mal, en fin.
ResponderEliminarUn beso y mucho ánimo wapa. TERE.
Gracias Teresa, veo que no soy la única ya, ya, pero que bueno que me lo digas, porque compartiéndolo como que lo llevamos mejor, ¿verdad? Un beso
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