EL TRANCE
El único sonido palpitante en la sala
es la cámara fría. Fuera, un sol abre el día con un piar y un viento batiente. Ella
sola. Solas, ella y yo. Dos en una sala que aguarda y es una estancia vacía.
Cuatro sofás negros, cuatro sillas y por el gran ventanal hay dos palmeras, dos
cipreses que asoman como postigos de centinelas. Dos más dos son cinco, porque
hay un cuadro, una pintura que arrastra ese color negro de la sala, un pictograma
entre cielo e infierno, rasgado en azul y que a brochazos deja salir una nube
amarilla, un sesgo que se oblicua en rojo y una uve negra que se agranda, en uve
de vencida.
El suelo gris de la sala se deja
ondular por el calor mientras el azul del cuadro se derrama sobre el negro. Un
lago escondido va tras la nube y un fuego fatuo está en espera a que pase la nave funeraria. Unas pisadas
quiebran el espejismo, son los vínculos que llegan, entre ellos tantas vidas
ajenas. Mientras que la vida y la muerte se abrazan, hay llantos que despiertan a esos espíritus que aguardan en este trance, el tránsito de ella entre sudario y ceniza.
Hola, es triste lo se, es mi manera de despedir la muerte. Una gran amiga se fue entre hoy y ayer. El cáncer le atrapó el cuerpo y su conciencia luchó hasta el último momento por hacerla sentir viva, libre como lo fue siempre. Ella es la leona de mi anterior relato, para los que lo habéis leído, os confieso este pequeño secreto: era un relato que estaba dedicada a ella, quiso que escribiera sobre ella, fue entonces mi manera de despedir su vida. Había un trasfondo, un simbolismo que solo ella descubrió, había dolor, pero también esperanza, había muerte y vida, había libertad. Ella estuvo mucho tiempo ligada a la tierra, al sol, a las plantas, las semillas; era energía, coherencia, corría, nadaba; era sal y sudor; amiga, madre. Amor. Vivió. Un privilegio haberla conocido. Un beso donde esté. Un abrazo para vosotros que estáis aquí.
ResponderEliminarHola Emerencia, que hermoso sentir dejas al leer este homenaje a tu amiga, su partida es un hasta luego, os volvereis a encontrar en otras vidas.
ResponderEliminarQue descanse en paz y su alma vuele libre junto a sus cenizas, y su espiritu esté feliz.
Abrazos del corazón amiga, se que la extrañarás, pero ahora estará más cerca que nunca.
Ella aún vive,las semillas nunca mueren, son el corazón de la vida.
Eme volví a leer el relato y si que habia un trasfondo, y la verdad es que estaba bastante claro, cuando lo leí la primera vez lo tuve que releer para ver si entendía lo del cuerpo agujereado, pensé en que a los animales que tienen encerrados los inyectan para poder calmarlos y domarlos, ahora lo entendí.
ResponderEliminarImagino que a ella le gustó mucho.
Una despedida que solo tú podías haber escrito, fuera de lo habitual, con brochazos de sentimientos de soledad y de pérdida. La pérdida de un ser querido hace brotar muchas sensaciones difíciles de expresar y lo has sabido hacer a tu manera, con tu peculiar estilo.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Un abrazo y, aun sin conocerla, siento mucho la pérdida de tu amiga.
Un abrazo.
Uffffff.
ResponderEliminarLe has hecho una despedida preciosa, de verdad, pero es muy triste.
Un abrazo enorme para ambas, para ti que estás aquí y para ella donde esté.
Siento mucho esa pérdida en tu vida, Eme. Lo que has escrito es tan bonito que, antes de entender de qué iba, ya me había puesto un nudo en el alma y una gota en los ojos (y no soy yo de gota fácil, pero lo que más la provoca es la belleza de un texto).
ResponderEliminarLo siento, amiga. Un beso enorme.
un sentir de pesar en tu forma de escribir es un buen homenaje a esta amiga tuya que ya está en alguna estrella. Mira una de esas estrellas y la verás para siempre. Un abrazo.
ResponderEliminarLo siento mucho Eme, entiendo el dolor que sientes. Es un escrito - homenaje que duele al leerlo, y también tiene belleza, la belleza expresiva del amor.
ResponderEliminarTe abrazo Eme.
Uy Eme lo siento mucho, hay tanto dolor en tus letras y qué precioso homenaje también con ellas a tu amiga.
ResponderEliminarUn beso enorme
Jo, lamento muchísimo esta pérdida, Eme. Tu micro es una despedida maravillosa, con ese conteo de imágenes que nos inspiran esa lentitud para quienes comparten esas últimas horas con el ser querido. El mundo sigue, pese a todo. Y la vida, también, mientras alguien nos recuerde. Un fuerte abrazo.
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