ZAPATILLAS Y AL PULPITO. PREIKESTOLEN
Tengo una invitación especial ¿Qué tal si nos ponemos las zapatillas y subís conmigo al Pulpito?
Vamos a quedar en Stavanger para planificar el recorrido y desde allí hasta Preikestolhytta. Stavanger es la capital del condado de Rogaland, al oeste de Noruega. Os puede sonar lo de los arenques y sardinas de esta región pero de esta industria quedan solo los almacenes que la mayoría están en la actualidad convertidos en bares.
Y es que aquí la gente vive de otra industria más lucrativa, la petrolera, la turística pasa a un tercer plano, de hecho no existe una infraestructura. La oferta hotelera es escasa y las habitaciones están adaptadas para los negocios, espacio para camisa, corbata y maleta.
Toca descansar y coger fuerzas; hay que cerrar bien las ventanas para evitar la luz del sol de media noche. Los que somos de otras latitudes nos sorprenden muchísimo estos colores en la noche, son un verdadero regalo a los sentidos ¿verdad? Consejo: procura llevar antifaz si te molesta lo más mínimo la luz para dormir.
Como anécdota, os contaré que a mi me parecía tan maravilloso cada lugar que visitaba, con esos colores de un continuo amanecer, que quise aprovechar con mi cámara cada instante, no me los iba a perder... Esto tenía su precio: fueron muy pocas las horas que dormí. Veréis una foto más abajo, que la saqué a las 4 o 5 de la madrugada, qué espectáculo de colores.
Partimos para Preikestolhytta, es el campo base desde donde partirá el
camino hacia el Pulpito. El sendero es de montaña (como podéis suponer) tiene
unos 5 kilómetros que son
unas dos horas y media a un paso tranquilo. Parto de que estáis en buena
condición física y que tenéis experiencia en caminar por senderos. He contado con vosotros
porque formáis parte de lo que llamo yo un turismo selecto, de montaña, de los
que os gusta disfrutar de este tipo de paisajes.
Antes de subir aprovecho frente a esta casita noruega para contaros que estamos en lo que es un estuario con varios fiordos. Se aprecian innumerables islas, islotes de todos los tamaños, llenos de bosques y alguna que otra elegante casa de campo.
Desde arriba se ve muy bien el fiordo de Lyse. Para los que no lo tengáis
muy claro, un fiordo es un valle excavado y moldeado por un glaciar donde el
mar se ha abierto paso adentrándose en él.
Las imágenes que os enseño a
continuación son de otros fiordos de Noruega que también conozco, son muy gráficas para comprender que estamos descubriendo uno de los lugares naturales más maravillosos que existen. Este glaciar era el primero que veía en mi vida (sigue siéndolo) y me pareció una maravilla.
(Esta es la foto de la que os hablaba antes. La ventana de mi mini-dormitorio daba justo aquí, a ver como iba a dormir viendo semejante espectáculo. Conforme los rayos se adentraban en el fiordo cambiaban los colores y las sombras. Un sueño de lugar)
Se me olvidaba deciros que la dificultad de nuestro recorrido es media; únicamente el primer tramo del sendero tiene un nivel de dificultad mayor. Hoy tenemos la suerte de que las condiciones climáticas nos acompañan, porque sino sería bastante más peligroso. Aquí más de una persona se vuelve atrás.
En este tramo, aunque no os lo creáis, he visto a gente que ha subido descalza, con niño a cuestas, personas mayores que apenas podían subir entre las piedras y los que iban esquivando los resbalones de los demás, en fin, gente de todo tipo.
Y es que no deja de ser un camino de montaña y no está pulido para urbanitas.
Seguimos adelante y ya ha cambiado el camino, que bien ¿no? Es más agradable, el paisaje se abre un poco más, se marca el sendero y en las partes más llanas hasta hay una pasarela de madera.
Ya casi hemos recorrido 2,5 kilómetros y nos encontramos con un regalo
para nuestros pies y para nuestro estómago son los lagos glaciares, ideal para
descansar y coger energía, algunos frutos secos y agua.
De nuevo empieza a disminuir el campo visual y el camino se vuelve pedregoso. Es en este punto es donde todo es un misterio, no sabes bien con certeza a que distancia está nuestro objetivo. Se intensifica las ganas de llegar, empiezas a estar cansada. Te cruzas con gente que vuelve, gente feliz, saludas y piensas tiene que ser bonito por las caras que ves.
De pronto se abre parte del fiordo de Lysa, es asombroso, parece una gran vena de agua que entra en la tierra, no tiene que ver nada con un río. Los bordes se redondean. Las paredes de granito brillan con la luz del sol. En este punto crees que lo has visto todo, esa inmensidad de paisaje, como si la tierra se hubiese abierto en canal, y tú ahí arriba...
Casi ya estás medio trepando entre las rocas……y aparece una singular muela rocosa sobre el acantilado en el borde de la pared, es el Preikestolen, el púlpito. Un perfecto molar de piedra, una roca cúbica con una meseta llena de puntos de colores que se mueven y hay otros que permanecen impávidos. Está lleno de gente. Haber quién se resiste a no subir sobre ella; una vez que has subido aquí, es como la culminación de la hazaña.
Anonadados ¿verdad? Sí, así es, todo el que ve este singular mirador por primera vez se queda así, por mucho que lo hayas visto en las guías turísticas.
Verlo de cerca enmudeces. La sangre se te hiela en las
venas.
Dios, qué vértigo. Y además te invade una inquietud que se convierte en pavor mirando como en mitad de la roca le cruza una enorme grieta que parece que se va a abrir en cualquier momento precipitando el pulpito a las aguas del fiordo.
Este saliente es medido cada año (no es de extrañar) para ver si hay variaciones con el paso
del tiempo.
¿Y si ocurriera hoy? Nooo, pero algún día este cataclismo puede producirse.
... hoy podemos disfrutarlo.
Estamos a
Es impresionante la altura... ya os lo cuento en primera persona. La tentación es ir hasta el borde y sentarse
o tumbarse para ver las espectaculares vistas. La gente está como si nada hubiese a sus pies. La mayoría está tomando el sol relajados a una cierta distancia
del borde, otra está sentada; y los más atrevidos de pié sobre el filo haciéndose fotos para impresionar a su gente.
Tímidamente subes a él (este es mi caso), imprudente, sí tal vez.
Te aproximas un poco más al borde con infinitas precauciones, a cuatro patas, y finalmente reptando para exponerte al reino del vértigo.
Se puede considerar que acabamos de combatir el miedo a las alturas.
Se puede considerar que acabamos de combatir el miedo a las alturas.
Un impresionante panorama se abre, es una experiencia que no se puede contar con palabras, te dan ganas de echar a volar. Ver esa inmensidad, esa unión entre la tierra y el mar. Tu
mente parece como si se abriera. Son minutos de éxtasis.
Hay que volver a la realidad y con toda la precaución echas marcha atrás y con el corazón casi en la boca dejas el púlpito, ahí, en su sitio ¡Ufff!
Hay que volver a la realidad y con toda la precaución echas marcha atrás y con el corazón casi en la boca dejas el púlpito, ahí, en su sitio ¡Ufff!
A pesar de lo peligroso del lugar, no ha habido accidentes, cosa increíble.
Solo un turista, y encima español, un joven estudiante murió al
caer al vacío y al parecer por intentar hacer fotos, pero no está muy claro.
Las críticas por la falta de cualquier protección al borde de este
precipicio no se dejaron esperar pero las autoridades noruegas lo tienen claro, en su país la naturaleza es algo que no se puede cercar.
Es como decir que allá cada uno con su responsabilidad.
Bueno, ¿Qué os ha parecido? ¿no creéis que realmente es una experiencia
para no olvidar?
OTRA ENTRADA RELACIONADA CON NORUEGA Y QUE NO OS PODÉIS PERDER:
Ania Romero
ResponderEliminarEfectivamente casi casi cerca del cielo bendiciones en este Dominguito
isidro rodriguez
ResponderEliminarWoooow super imprecionante y bello
Me alegro que te guste. saludos Ania
ResponderEliminarSi, que lo es Isidro. Un saludo
ResponderEliminarSalvador Ruiz Pérez
ResponderEliminarQue vertigooooo...
Saludos Salvador
Hola Salvador, siiii agárrate al filo, jaja
rosa maria guallart laguarta
ResponderEliminarGracias por la foto, en vivo y directo jamás visitaría este espacio, solo de verlo ya me tiembla hasta el espíritu, más, sana envidia a los que allí están, saludos
Saludos Rosa María, eso pensaba yo pero una vez allí merece la pena, te animo a que veas el itinerario que he subido.
ResponderEliminarQue fotos mas impresionantes!!!
ResponderEliminarQuiero ir alli tambien!!
www.travelera.es
gracias travelera, pues ánimo te aseguro que merece la pena cualquier lugar de los fiordos, pero este ya has visto es impresionante, me alegro que te haya gustado. un abrazo
Eliminar¡Qué maravilla! No sé si han pasado 20 años, o más, desde que me calcé las deportivas para ir de excursión (en Yosemite) pero este es un buen motivo para recuperarlas, además tengo unas botas muy cómodas. Otro problema es la alergia al sol de House, no parece un camino sombreado.
ResponderEliminarBesos.
Hola Sol, hay zonas que vas debajo de pinos, de todas formas depende de la fecha no hace tanto calor como aquí en el mediterráneo. Los fiordos son muy fresquitos. Ya el sol, es otra cosa, es cuestión de cremas de protección, y a animarse a subir al pulpito. Un abrazo
Eliminar¡Qué vértigo!
ResponderEliminarImpresionante lugar, una auténtica joya de la naturaleza.
Las fotografías son espectaculares, y tu Eme una valiente!!!
Además, creo que es la mejor época del año en Noruega, pues cuando veo las temperaturas en invierno, me hielo.
Un gran saludo y gracias por el viaje.
Hola Miguel, sí ¿verdad? gracias eres muy amable. No es para tanto, volver a andar a gatas es el secreto. Yo fui en verano, como no, en invierno ni me lo planteé. Soy del sur necesito la luz durante el día. Un abrazo
EliminarUn interesante viaje. Saludos.
ResponderEliminarGracias José por acompañarme en ese viaje. Un abrazo
Eliminar¡Qué de colorines! No me extraña que no quisieras dormir. Miro las fotos,las casitas son tan bonitas y los fiordos tan abruptos que me parecen de cuento.
ResponderEliminarHola María José me alegra que te haya gustado. Espectacular, de los lugares más increíbles que he conocido. Un abrazo grande
EliminarMenudo lugar, es un viaje pendiente, como otros muchos pero me encantaría subirme a ese lugar y ver esas maravillas que nos invita a ver la naturaleza y tu, Un abrazo
ResponderEliminarSí Mamen, cualquier lugar de lo fiordos son impresionantes, gracias por visitarlos conmigo. Un abrazo
EliminarMaravilloso!!
ResponderEliminarGracias Suni,a ti que te voy a contar que ya no hayas visto y descubierto en estos paisajes. Un abrazo
EliminarRuta emblemática Emerencia, tengo que confesarte que siento envidia (... sana, por supuesto). Estupenda entrada!
ResponderEliminarGracias Norte, tú también estuviste por estas latitudes incluso más arriba, esa Islandia es una maravilla también. Un abrazo
EliminarMaravilloso recorrido y espléndidas las fotos Eme, son de los destinos que siempre apuntas en "pendientes" pero que no sabes como te manejaras con tanta altura... así que con tu narración creo que me tendré que poner un poco en forma.
ResponderEliminarTe felicito Emerencia por la bonita entrada y por despertarnos a más de uno la ganas de ir.
Un besazo enorme :-)) Muak
Muak también para ti Xus, me alegro que no te cansarás en la subida, pero ya ves que hay pulpitos de vértigo y paisajes sorprendentes bajo ellos.
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