ARREBATO
Huyeron tras la última oleada de fratricidios.
Ningún lugar era seguro. Los hermanos no podían dejar
que sus corazones agriasen y las moscas del rencor les chupasen su sangre. Aquel lugar acristalado les protegería mientras
sus sombras tuvieran la bondad de empatizar y ser generosas con la vida
declamada allí. Un mantra de armonía se escuchaba en cada jornada, justo cuando el
grillo y el colibrí iniciaban su danza al amanecer.
Un día Caín, uno de los hermanos, se desgarró la
mano con la hoja de una Nolina al pasar junto a ella. La planta, barrigona y
despeinada, vivía en un rincón de aquel invernadero. Caín se enfadó tanto que
comenzó a tirar de sus finas hojas, una tras otras; no siendo consciente que se
cortaría aún más. Gritó de dolor. Aquel pequeño incidente hizo brotar en lava
incandescente toda la rabia contenida. Su corazón combatiente, negro de odio,
sacudía sus brazos con aspavientos, tirando todo lo que encontraba a su paso. Su
sangre pintó de bermellón las plantas, animales, espacios y confines. Un
eclipse tiberiano desvaneció el lugar. No quedó nada de la esperanza contenida
allí. Aquellas criaturas agonizaban en un preludio desconocido. Lo que
había sido un rincón de paz empezaba a flotar sobre un líquido viscoso. Algunas
escaparon por las finas grietas conformadas en el vidrio. Otras destrozaron sus
frágiles alas entre las guías de aluminio intentando salir.
Caín sabía que solo había un culpable de todo lo
que allí estaba pasando y tenía que morir.
Continuará...
Es un relato pleno de imagenes llenas de imaginacion, el protagonista es un ser legendario, marcado con maldiciones, vaya!, que este caballero es bastante proclive a la ira. Que ira a pasar ahora? Estara a salvo su hermano?
ResponderEliminarHola Hugo, bienvenido, no te conocía. Muchas gracias por dejar tus impresiones. Tal vez no sea ese Caín legendario que crees tú. Pero claro también cabe esa posibilidad como lector. Muchas gracias por dejar tu comentario. Pasaré a leerte. Saluditos.
EliminarHola, Emerencia. Un relato estupendo, muy visual y con unas descripciones y unas metáforas muy logradas. Me ha encantado. Felicidades.
ResponderEliminarHola Marta, me alegra tu comentario destacando esas apreciaciones. Gracias corazón. Feliz fin de semana.
Eliminar¡Hola, Eme! Un micro cargado de simbolismo. Si algo es más contagioso que un virus, es el odio. Un odio que nos corroe, nos obnubila y nos hace destructivos incluso ante nuestros hermanos, tanto de sangre como de especie. Con esa referencia bíblica nos trasmites toda la irracionalidad de esta emoción. Es curioso que el argumento nos deja ese continuará que nos anticipa lo que puede pasar, en sí mismo casi diría que es un final abierto en un micro redondo en cuanto a su mensaje. Un fantástico micro, Eme. Un fuerte abrazo!!
ResponderEliminarHola David, se es así, es el odio el personaje invisible del relato. Odio impreso en tantas criaturas. Ayer vi una película que reflejaba muy bien este odio "El valle de los corderos" rodada en Islandia. Ese odio entre hermanos con un final que no esperas, pero que refleja el verdadero sentir de la pelicula. Gracias amigo David. Feliz fin de semana.
EliminarVaya ira tan explosiva a saber como continuara y si habrá alguien que lo pueda contar 🖐
ResponderEliminarHola JM, bienvenido, muchas gracias por la lectura y el comentario. La verdad es que lo obvio puede ser lo más certero, pero también lo sorprendente e inesperado. Yo me inclinaría por los segundo. Jugar con la intención aunque resulte inacertada. Saluditos
EliminarHola, Eme. Uno podría pensar que siendo una historia de la que muchos hemos oído, el final no resultaría sorpresivo. Sin embargo, está tan bellamente escrito, tiene tantas particularidades e imágenes que ese abismo que se abre de pronto nos hace desear continuar leyendo y maldecir a este recurso literario.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola amiga Mirna, pues muchas gracias. Las dos opciones están presentes y pueden darse. Te dejo a tí elegir, que del resto ya me encargo yo. Solo es cuestión de quedar un rato con Caín. Un abrazo grande y feliz fin de semana.
EliminarAunque tu Caín hace "honor" a su nombre, quizá el final sea más abierto de lo que parece.
ResponderEliminarBuena participación para El Tintero.
Un abrazo.
Hola Chema, sí en esa travesía andamos los dos, jeje. Gracias amigo.
EliminarUf, qué bueno, lo dejas en un punto que engancha. De momento me gusta mucho.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Alba, genial, me alegro, por ahí supercontenta. Gracias amiga.
EliminarHolaaa Emeee.
ResponderEliminarHas aprovechado el pasaje bíblico del fraticidio para elaborar un micro pletórico lleno de rico léxico, referencias naturalistas, como es habitual en ti (plantas, aves, naturaleza…), y además he aprendido algunos términos. Tengo varias nolinas en el patio de mi casa porque son decorativas y fáciles de cuidar, pero no sabía que se llamaba así. Sobre los eclipses… desconocía el eclipse tiberiano, aunque supongo que es una metáfora de despotismo y crueldad debido al emperador romano Tiberio (lo he tenido que mirar).
Dejas en el aire del continuará… lo que sucedió en el paisaje que se me antoja a veces paraíso perdido, a veces cárcel de cristal.
Mmmm... Interesante, como todos tus escritos.
Un fuerte abrazo, Emerencia.
Hola Tara, como echaba de menos tus impresiones, amiga mía, me calas como a una sandía. La Beaucarneea, esa garrigona, corta como el mismo diablo. Yo que la tengo en un lugar que siempre me araño los brazos con ella al abrir una ventana, y no tengo otro sitio. Eso o desprenderme de ella. Lo mio con ella es pasión de mártir. Por eso tal vez le he dado un protagonismo secundario por ese cariño que le tengo. Y lo de eclipse tiberiano, ahí le has dado, nada que aportar. Con respecto al final, he pensado en ese paraíso perdido y también en ese refugio de cristal aislado del mundo. Por eso el final no es tan claro. Este Caín no tiene que ser del Génesis, puede ser del presente, muy contemporáneo. Y estoy segura que son muchas relaciones familiares que tienen un Caín. Y si nos empeñamos y nos acomodamos al virus moralista, puede que hasta Caín futurista. Eso sí con la marca de familia: ese punto negro en la frente. Los designios del señor son inescrutables. Silencio. Jejeje. Muchas gracias Isabel, feliz como perdiz con tu visita. Un abrazote.
EliminarLlamándose Caín, no podemos esperar nada bueno, je,je. Pero las sorpresas existen aquí y en un supuesto Edén, por lo que de ese "continuará" podría surgir cualquier cosa, eso sí, eminentemente original, tan propia de tí, je,je.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Josep Mª, has participado? ya pasaré a leerte. Pues ya ves se me ocurrió la historia sobre la foto, de esas que subo instantáneas, y dije, bueno lo paso al blog, con algunas puliciones gramaticales. Y la verdad es que es una buena historia, da para seguir un buen rato. Y ya te adelanto que este Caín, no tiene que ser el malo malísimo del señor bendito. Caín es humano y como todos los humanos es capaz de lo mejor y de lo peor. Incluso a su hermano Abel, lo puede querer muchísimo y nos puede resultar un Caín que no odia a nadie. De hecho por eso le he titulado Arrebato. Que de estos tenemos muchos a lo largo de nuestra vida, incluso exclmando "lo mataría" siempre por lo bajini, y luego, ni una mosca. Gracias. Un abrazote.
EliminarNo se puede huir de uno mismo. Por mucho que se encierre uno para huir de los malos instintos o la rabia contenida, estos quedarán encerrados al mismo tiempo. Luego la venganza puede amortiguar la culpa y la conciencia, pero el mal ya está hacho.
ResponderEliminarMuy bueno tu relato.
Un beso.
Hola Rosa. Ahí compartes mi pensamiento. O incluso no llegar a ese mal. Todos tenemos esos arrebatos de vez en cuando. Y no tiene que ser porque somos malos o buenos. En el fondo tenemos un poco de los dos, según nos pille. Te animo a ver una pelicula que vi ayer. Ya tenía publicado el microrelato, pero es justo lo que pensaba de estos dos protagonistas de mi historias. La peli se llama "El valle de los corderos" Neflix. Muy buena. Rodada en Islandia, pocos personajes pero una carga emotiva importante. Interesante. Gracias amiga. Un abrazo fuerte y feliz fin de semana.
EliminarMe gusta el recurso narrativo a modo de crónica. Parece muy oportuno para manejar simbolismos. Desde luego en el caso del micro que ofreces está conseguido con ese narrador en tercera persona omnisciente a rabiar, pero envuelto en una delicadeza exquisita, quizá por la estructura a modo de crónica.
ResponderEliminarMuy interesante esa propuesta, para tomar nota.
Me había descolocado la referencia tiberiana, de tal modo que pensé en un error de corrector automático, a la intención de poner eclipse "tibetano". Ya ví la elección de Isabel Caballero y como echastee tu cuarto a espadas por esa alternativa. Como no me convence mucho jejeje.. me quedo con la mía : "Eclipse tibetano", aprovechando que no cambio mi «agustez» con el relato ;-)
Gracias. Un abrazo y salud
Hola amigo Javier, gusto en tenerte de nuevo por aquí. La apreciación de la crónica, pues no tenía ni idea que así fuera, creía que era cuando se añadían fechas de acontecimientos en orden cronológico. Así que todos los días son de aprender. En cuanto a eclipse tibetano, es así, y no hay error, alude a Tiberio, en calidad a su crueldad y fiereza. Tibetano, pues sería una opción para ese continuará... A lo mejor no es tan sanguinario este personaje Caín como parece, y solo ha sido eso...un arrebato. Muchas gracias compañero, siermpre alentando la mente. Un abrazo y salud.
EliminarCrónica es así como dices, aunque no solo eso : «La crónica narra historias a partir de la mirada profunda y detallada de la autora o autor, que además, debe hacer uso de técnicas narrativas y figuras retóricas como descripciones, símiles, personificaciones, metáforas, analogías, etc., logrando sensibilizar al lector acerca de los hechos narrados.»
EliminarUn artículo interesante de Rafael Yanes Mesa sobre el tema:
http://webs.ucm.es/info/especulo/numero32/cronica.html .
Por eso me pareció un acierto la aplicación de esa estructura, al permitir un narrador inidentificable, en tercera persona, omnisciente dado que valora e interpreta,sin correr los riesgos que representa ese tipo de voz narrativa sobre todo en un relato corto.
Y Tiberio ¡pobre Tiberio! ;-) pasa a la historia como el "Tristissimus hominum" y todo por el personaje de Peter O´Toole en la película de Calígula (versión Bob Guccione , jejeje).
Lo dicho, es un placer intercambiar opiniones, por despreciables que lleguen a ser.
Un abrazo y haya salud
Hola Javier, intereante aportación pasaré a leerlo, como no. Y nada desperecialbe será la lectura ya te lo adelante, jeje. Un abrazo y salud
EliminarHola, Emerencia. La comparación con el Caín bíblico es inevitable a juzgar por las similitudes: la ira, el aparente paraíso del que disfrutaba, la planta "prohibida", así que, mientras no mandes otra cosa que haga cambiar de opinión, habrá que mantener la primera. Interesante y bien escrita, además con un continuará intrigante.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Isan, pobre Beaucarnea mira que convertirla en planta prohibida, en estas cosas bíblicas me pierdo, de pronto me ha venido a la cabeza el arbol de las manzanas y la serpiente, no se si te referirías a eso. Pero como siempre digo, las sugerencias de los textos quedan libre cuando el autor lo pone en manos del lector. Así que es tan válida como cualquiera. Ya te comento que no estaba planteada así, pero me parece genial la idea. Gracias por la aportación. Un abrazo
EliminarEfectivamente, la interpretación del lector es libre. Cuando un libro o un relato se publica de alguna manera deja de pertenecerte y ya no tienes control sobre tu propósito. Harás bien en seguir con tu orientación.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué bueno Isan que coincidamos. El escritor deber estar abierto a todas las interpretaciones que hagan los lectores. Al fin y al cabo, si una historia te activa el pensamiento, te hace reflexionar, te emociona, divierte, te hace estremecer o simplemente te aleja de lo cotidiano, es el mejor regalo para el escritor o escritora. Un abrazo compañero, feliz sábado.
EliminarVaya, Eme, qué alegoría nos has planteado. La marca de Caín que dejó a sus descencdientes y los marcó por algo que no tenían culpa hasta el fin de la existencia. Cargado de misticismo y simbolismo, nos llevas por un sendero de metáforas hasta ese final que todos conocemos, pero que lo dejas en suspensión cual cadencia imperfecta a la espera de que todos terminemos esta enorme sinfonieta en nuestro interior.
ResponderEliminarRealmente fantástico, Eme, una maravilla de relato. ¡Felicidades!
Un fuerte abrazo.
Hola Pepe, jo, pues que pedazo de comentario me dejas compañero y me alegra mucho que te haya gustado tanto. Me quedo con esa sinfonieta, ese grupo musical. Un abrazo y feliz semana
EliminarHola, Emerencia. Tu micro se presta a muchas interpretaciones, desde luego. Esa calma confinada en un invernadero tenía que estallar de algún modo. La planta es la excusa para la ira, pero el odio ya estaba dentro. Sin esperanza a ver que depara el destino tras el estallido de Caín. Me gusta mucho tu micro, rebosa energía.
ResponderEliminarUn abrazo.
Soy nueva en estos retos y os voy conociendo poco a poco. Me ha encantado tu micro, la forma en que manejas ese odio de reminiscencias bíblicas pero tan actual como vigente. La aclaración sobre el eclipse tiberiano también me ha venido bien a mi. ¡Enhorabuena por el relato!
ResponderEliminarHola Matilde, bienvenida, gracias por la visita y la lectura. Espero seguir cautivándote con otras historias. Saludos y salud.
Eliminar!Hola Eme!
ResponderEliminarQué arrebatadora historia has creado en tan pocas palabras. Nos muestras a dos hermanos "varones", los llamas genéricamente "Cain y Abel" como una representación histórica, al igual que lo son "Adán y Eva" que aluden o representan al hombre y la mujer en sentido general.
A pesar de su huida para evitar el fratricidio refugiándose en un aparente monasterio para mantenerse a salvo, entre cánticos de la naturaleza y la paz del lugar, no lo consiguen, mas que nada porque en su interior no hay paz, el odio los corroe y son atraídos a el. Vienen de un lugar donde el odio entre hermanos es casi un virus.
Así que ningún lugar está exento del odio si habita en el corazón, donde vayamos cargamos con él y tarde o temprano sale a relucir y a destruir en forma de ira o arrebato.
Me ha encantado tu registro querida, los detalles suman intensidad al micro y esa necesidad de redimir al hermano para luego culparlo, no hace más que retratar la hipocresía humana.
Los arrebatos son muy peligrosos, y no ocurren de primera intención, si no después de un cúmulo de sentimientos reprimidos y disfrazados. Son como la gota que llena el vaso, no fue esa gota, si no todas las demás las que prepararon el desparrame y la última, pobrecita de ella, paga la cuaba.
Me ha gustado el micro, reflexivo y genial. Sabes de sobra que mi lectura mas bien se ubica en el contexto central, en el fondo mas que en la forma, no soy muy buena en los detalles, pero te han quedado como para no pasarlos por alto.
Abrazos querida amiga.
Mi querida amiga Idalia, tú conoces más los entresijos de mis historias, más que yo misma. Clavas tu comentario. ¿Porqué? porque la clave está en el fondo, no en lo superficial. Pero siempre nos dejamos llevar por la apariencia, lo primero que nos viene a la vista, y es sus fisonomía, su estructura, sus adornos, el orden en su colocación. Pero los relatos son así, como esas personas. Y en este caso hay relato y personajes.Uf me he enrrollado, solo comentarte que el título resume lo que le ocurre a este personaje. Uno de tantos arrebatos que tenemos y que matariamos al primero, sin pensara ni lo que hemos dicho y luego tal vez te arrepientas, o no. Hay una fina línea entre el amor y el odio, el odio y el amor. Un abrazo querida y mucha salud.
EliminarLa anterior entrada ya la he comentado y me quedo en esta.
ResponderEliminarUn relato que nos invita a reflexionar. Me ha encantado y me has quedado con ganas de más.
Un placer leerte.
Besos enormes.
Hola María, dios, mare mía creía que te había contestado ya. Gracias por dejar el coemntario, feliz que te haya enganchado la historia. Besote.
Eliminar¡Hola, Eme!
ResponderEliminarNi por muy acristalados o bonitos y paradisiacos lugares, el odio que se lleva en el alma puede disiparse sin aprender antes que llevas dentro esos negros sentimientos, solo entonces puedes lidiar con ellos para liberarlos. Y aunque parezca que todo lo tienes bajo control, ya vemos aquí, que una planta es capaz de sacar lo peor que se lleva adentro. Caín, por desgracia sigue habiendo muchos, pero también están los del otro lado, por suerte.
Me ha encantado, amiga. Todo tu escrito está lleno aparte de simbología, de importantes lecciones de vida. Ese continuará se dibuja bastante claro, con lo cual también, hiciste un relato entero. Felicidades.
Un abrazo;)
Hola Mila, sabía que tu comentario no deja indiferente. Has hecho un resumen estupendo de la historia. No tengo mucho más que aportar compañera. Muchas gracias. Un beso
EliminarHola, Emerencia
ResponderEliminarMe encanta tu relato, la peculiar manera en que presentas tu texto, con la perversa emoción humana que consiste en desear, causar mal.
Saludo
Hola Yessy!!! graciassss, un abrazote y paso a leerte.
EliminarEstremecedor. Una historia que es interesante aún sin los nombres de los hermanos, pero una vez que conocemos los mismos nos da una idea de que se viene la tragedia. Buen microrrelato. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Cyn,gracias por tu comentario. Acabas de describir una forma de hacer microrelatos, con solo añadir un nombre nos puede dar la idea del resto de la historia. Ese Caín bíblico marcó la historia hasta tal punto que no habrá muchas más personas con ese nombre, o al menos sus padres seguro que no se los han puesto. Gracias. Un abrazo.
EliminarHola, Eme! Soy Beri. Me ha gustado mucho tu microrrelato, donde vuelves a usar un lenguaje entre poético y sugerente. Me parece muy logrado esa especie de in crescendo en el que el personaje de Caín está cada vez más enojado. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Beri, ¿qué tal compañero? pues me alegra que te guste. Un abrazote.
EliminarMe pareció muy original el lugar donde sitúas las escenas, ese invernadero y lo que sucede con tu protagonista a raíz de tocar una flor.
ResponderEliminarAhora la intriga está servida, veremos si nos brindas la continuación.
Un abrazo Emerencia
Puri
Hola Puri, gracias, bueno todavía no lo tengo muy claro, este micro salió del tirón, y ponerse de nuevo con él, va a ser más adelante. Mi cabeza anda en otros derroteros úlitmamente. Un abrazo y paso a leerte compañera.
EliminarHola Emerencia. Un micro dedicado al odio. Se palpa en cada rincón de tu relato, tan rico en imágenes hasta poder calificarlo de cinematográfico. Ese "eclipse tibetano" me ha llegado. Muy bien escrito, como ya nos tienes acostumbrado. ¿Habrá continuación? Sólo tus musas lo saben.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola estimado Bruno, me alegra mucho tu comentario. Me llama la atención tu apelativo de cinematográfico. Y que te haya llamado la atención lo del eclipse tibetano, no es tibetano jejeje, es tiberiano, ya tuve esa aclaración con nuestro compañero Javier, pero me encantaría saber porque te engancha más TIbetano, ya por curiosidad. Muchas gracias por la lectura. Pasaré a leerte. Un abrazo
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