FELICE EN PANDERETA
Me había pasado la vida mal acostumbrada.
Casi la mitad de ella revolcada en el suelo entre cosas minúsculas.
Y la otra mitad estirando mi menguado cuello para intentar salir por los agujeros que encontraba a mi paso. No veía modo de que algún día pudiera subir a lomos de elefante. Deslizarme como una ameba en un mundo que no era mío, al menos así lo creía yo.
Pero me encontré con ella. Y todo cambió. Ahora somos como un par de siamesas.
Yo le llamo Gentilona porque hace gente donde esté, o está ella donde no queda gente que la vea hacer de las suyas. Aún no siendo mayor le gusta que le llamen abuela.
Como cada mes yo le traigo una cría. La verdad, es que me divierte la escena. La felpa rosa enmoñada siempre se le cae cuando atrapa la rosquilla en el aire con el dedo corazón. Al destaparse parte de su cabezota calva, la niña se parte de la risa.
— ¡Abuela, ahora te lanzo las dos!
Antes de decir amén Gentilona cierra sus dos ojos saltones, no sabe guiñar, y levanta sus índices por encima de las orejas como si fueran dos cuernas blandengues.
En sus manos brota la artrosis, pero tiene esa habilidad y destreza que ya le vienen de serie.
¡Acaba de anillar las dos rosquillas! Y su nieta veintiuna que rompe en aplausos.
—¿Cuál de las dos quieres, Tamara? —pregunta la contrahecha abuela mordiendo una de las rosquillas. Dando así por finalizado el juego. Y nos reímos las tres.
Maria Josefa, la Gentilona, cuida mucho de sus dedos. Se ha empeñado en creer que las líneas de la vida de sus yemas se le van a mover por el abuso de su profesión, al igual que los dientes que se le atropellan en la quijada de percherona con los años.
Se le han conocido unos cuantos amantes, pero del que más se acuerda es de Benito, el de su niñez, el que pasaba el cepillo. Con él no llegó a nada. Que yo sepa a Mariajo, Maria Josefa se cambió de nombre con el oficio, no se le conoce ninguna descendencia. La mayor parte de su vida se lo ha pasado auto fecundando sus propios óvulos como un ostión. Vamos, que quedó solterona, aunque ella se enorgullezca de ser la abuela con más nietas.
Tamara es una nieta adoptada por horas. La que hace ventiuna ya. Las crías le rejuvenecen más que la crema Pons. Las dos horas que está con ellas pierde más de quince años con sus risas y juegos.
Mariajo le dio recreo a su vida sabiendo de cuentas. La cuenta la vieja. Movía rápido los dedos de sus manos sumando y restando. Trabajó de dependienta, carnicera, socorrista y cleptomaníaca. Este último oficio es el que más beneficios le ha dado.
A la edad de cuarenta años esta mujer entera, harta de pagar por todo decidió venirse aquí a vivir, al paraíso fiscal de Pandereta. Y aquí es donde entro yo, aquí me conoció.
Ya lleva veinte años y se encuentra como una ánguila, brillosa y deslizante, rodeada de gente que la admira. Y mientras ellos disfrutan de total inmunidad, ella les roba todo lo que puede y más. Ya se sabe, eso de los cien años de perdón. Pero lo que rinde Gentilona es por interés propio. Se aprovecha del usufructo que está al alcance de sus hábiles dedos.
Para ella ahora todo es sumar.
Cuando la conocí yo vigilaba obras de arte anímico. Hacía preformas bajo los cuadros. Aquello era un arte horrendo a base de rayas y colores chillones que no había por donde cogerlo. Yo me maquillaba y luego me retorcía y me tiraba por el suelo para llamar la atención del cuadro cuando alguien pasaba por delante de la pintura. Unas veces hacía de caracol; otras, el cangrejo. Me pasaba el rato más volcada que derecha. No había zapatos que me mantuvieran en pie tanto rato. "La belleza está en lo raro, en lo especial" me decían los del museo. Yo creo que me tomaban a cuchufleta. Todavía no sé como me dejé convencer.
Pues en una de estas andaba yo, bueno es un decir, cuando Mariajo se acercó y me propuso un cambio de trabajo.
A esta altura de la historia te preguntarás quien soy yo y que tengo que ver con la Gentilona, a la que conozco como la palma de mi mano, que es hasta donde le llego. Pues, mucho. Todo.
No soy su amante, tampoco su amiga. Soy su testaferro. Y llevo diez años encargándome de su rentable negocio. A pesar de los años de andar juntas todavía no consigo su total confianza porque en el fondo cree que las enanas somos demasiado legales para ser ladrones auténticos. En su corazoncillo de nuez manida guarda el topicazo de verme como una semi, igual que la leche, semientera.
Yo le sigo el juego. Por algo soy una virtuosa a rabiar, experta en formas y mecanismos. Por cierto, eso que cuentan del circo, ya me entiendes, es otro topicazo. A la prueba me remito.
En Pandereta todo es buena suerte. Si no, prueba y verás.
Tienes una imaginación absolutamente increíble, Emerencia. Seguirte el paso no es fácil pero la originalidad del relato vale la pena. Mis felicitaciones y un gran abrazo
ResponderEliminarHola Juana, guau, gracias por comentar tan pronto. Recién había subido el relato al blog. Ya vas conociendo mi estilo, cuento más de lo que queda escrito. Feliz noche. Un abrazote
EliminarHola Emerencia, muy buen relato, con mucha imaginación, me ha gustado leerlo y me ha divertido mucho, un abrazo.
ResponderEliminarPATRICIA F.
Hola Patricia, me alegra que te haya gustado. Un abrazote
EliminarImaginación en vena, qué tierna historia en definitiva, siendo testaferro.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola amiga mía, qué bueno que te parezca tierna. Un abrazote
EliminarHola.
ResponderEliminarHacía mucho que no me pasaba.
Me ha encantado, es sorprendente. Dices en Instagram que es un relato del absurdo, pues te diré que uno de mis autores favoritos es Jardiel Poncela así que para mí has acertado.
Enhorabuena y muy feliz día.
Hola Gemma!! qué bueno, si he conseguido sorprenderte con estas situaciones sociales o reflexionar de algún modo con esta protagonista pequeña y grande a la vez se ha conseguido el objetivo que me he propuesto con la historia. Gracias a ti siempre por el comentario. Un abrazote
EliminarMIra que conozco desde hace algunos años tu destreza y originalidad narrativa, con historias más que sorprendentes, pero cada vez que leo uno de tus nuevos relatos sigo sorprendiéndome. Como bien dices en el texto, la belleza está, si no en lo raro, sí en lo especial, je,je.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola estimado Josep Mª, creo que eres de los amigos seguidores que mejor conoce mis letras. Qué bueno, creo que la sorpresa en el lector es el mayor aliciente para continuar escribiendo. Muchas gracias. Un abrazo de vuelta.
EliminarLeo el relato y me encanta. Lo releo, para redondearlo en mi interpretación, y lo disfruto aún más. Aún así, me quedo con la sensación de que, por ignorancia, se me han escapado matices. Felicidades.
ResponderEliminarUn abrazo, Eme.
Hola amigo Chema, estoy feliz que hayas releído el relato. Y si has descubierto nuevos matices en la historia y en los personajes, eso es genial. Siempre nos pasa eso de que en la primera lectura pasan desapercibidos datos de la trama. Incluso a veces te quedas con la sensación que le falta secuencia o que la historia carece de significados. Suele pasarnos más con las historias más surrealistas, los relatos del género absurdo. ;). Muchas gracias. Un abrazo
EliminarLeo y me parece estar ante un lienzo abstracto. Un cuadro lleno de matices y colores que hay que ver desde distintos ángulos. Un circo en el paraíso fiscal Pandereta con una testaferro muy original, no hay duda.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Carmen, pues de museos y cuadros también va la cosa jeje. Muy bonito tu comentario. Muchas gracias. Un abrazote surrealista va para ti
EliminarHola Eme, realmente sorprendes siempre con tus relatos. Cada día describes con una creativa muy especial y eso es que tienes un talento universal. Me encantan tus relatos y cada vez aprecio más originalidad. Gracias por compartir estas maravillas. Un cálido abrazo y que sigas destilando tinta como si fuera siempre primavera.
ResponderEliminarEstimado amigo Quino, qué alegría conocer tus impresiones, ya sabes que las valoro un montonazo. Muchas gracias siempre. Un abrazo grande
EliminarHola, Eme. Vaya imaginario que haces gala en este relato, con tus juegos de palabras y los apodos certeros, pero sobre todo con la construcción de un personaje perfecto en todos los sentidos. Se le coge cariño y cierta tirria al mismo tiempo, je, je. Fantástico.
ResponderEliminarUn abrazo!
Muchas gracias, Pepe. Como me alegra que te haya gustado nuestra pequeña gran protagonista. Un abrazote.
EliminarHola Emerencia. Un relato abstracto como un cuadro de Picasso o Dalí, en el que hay que jugar a las adivinanzas con las palabras. Lo de Pandereta me recuerda a algo y tratándose de paraísos fiscales pues... Imaginación no te falta, desde luego. No se si la Gentilona es buena, mala, regular, o todo a la vez. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Jorge, te cuento que me informé de todos los paraísos fiscales que existen a fecha de hoy, pero ninguno que se aprecie en nombre me cautivó, así que me inventé este. No existe, jeje. He buscado en internet y hay una canción de un grupo, tal vez por ahí..¿O no será que te ha despertado curiosidad? allí parece que se vive bastante bien. jeje. Tu apreciación de la Gentilona no va mal encaminada. Me encantó esa apreciación tuya. Muchas gracias, siempre por tus palabras. Un abrazote.
EliminarHola Emergencia la verdad es que es todo un relato de picaresca, me ha encantado todo, las protagonistas, el ambiente. la fluidez del relato, y la luz que desprenden. Suerte. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Ainhoa, muchas gracias por la lectura, compañera. Un abrazo
EliminarAbrumado me has dejado aún después de la segunda lectura. La persona bajita, que parece que no es la protagonista porque se pasa todo el texto hablando de la abuela, creo que sí wue es la protagonista, la rara y la bella. Si no fuera porque se dice que solo le llega hasta la palma de la mano, podrían ser gemelas si no la misma persona. Eso seríaaestria en si labor de testaferro.
ResponderEliminarAdmiro tu desparpajo, esa forma de escribir a borbotones, sin filtro ni medida. Este relato es como sus personajes.
Abrazoo Eme
Hola Gabi, sí así es, ella se va descubriendo a través de Gentilona. La enana es la testaferro, es a la vez la sombra y la luz del relato. Muy acertado. Así lo veo yo. Un testaferro presta el nombre a la otra persona para figurar como titular en un negocio o el asunto que tenga entre manos, en este caso a la ladronzuela, la Gentilona. Qué bueno. Sigues acertado, jeje. "Escribir a borbotones, sin filtro ni medida" eso me describe muy bien. Muchas gracias por el comentario. Abrazos Gabi.
EliminarMe ha encantado tu personaje de la abuela Mariajo, "La Gentilona" y como comentas, entre sus profesiones, la de "cleptomaníaca"! Ja, ja! Y que tenga una pequeña "testaferro" que protege sus intereses! Estoy de acuerdo cuando dices que "la belleza está en lo raro o especial"! Fantástico relato! Un abrazo!
ResponderEliminarHola Marifelita, muchas gracias, corazón. Un abrazo
EliminarHola, Emerencia. Tu relato me resultó muy bellos y sus personajes muy simpáticos. Tienes una manera muy bonita de narrar. Suerte en el concurso. Un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias Cynthia
EliminarHay que leerte con los ojos bien abiertos y la atención dispuesta para no perder cada una de las palabras, frases, intenciones, imágenes que nos ofreces. Calidad narrativa extrema, vocabulario preciso, soltura, buen hacer... ni siquiera ha hecho falta diálogos para mantenerme atada a la pantalla.
ResponderEliminarTambién me ha gustado que hayas feminizado al personaje.
¡Grande, Eme!
Hola amiga Isabel, muchas gracias siempre por esa lectura minuciosa. Un besote
EliminarFíjate si me ha gustado, y te lo cuento, que empecé a leerte poniéndome uncalcetín (hace frío hasta en Canarias), y me quedé a medio gesto olvidándome de ponerme el otro. Por tu culpa se me ha quedado un pie frío.
ResponderEliminarDespués de leer tu "Felice en pandereta, me vas a obligar a repasar el relatol ligero que intento, ya van tres y no doy con...
Fdo: frustrada con un pie frío.
Ya sabes el dicho "pies fríos y corazón caliente". Algo te va a salir, seguro. Un besote
EliminarGenial, Emerencia. Una historia que cuenta más de lo que explicita como ocurre con los buenos relatos. Me ha encantado el personaje, el tono de picaresca que lo envuelve y lo fantásticamente bien que está escrito un cuento que lleva tu sello y ese estilo tuyo tan personal y tan reconocible. Un beso y muchas felicidades.
ResponderEliminarMuchas gracias, Marta. Me alegra mucho que te haya gustado esta pequeña gran protagonista. Un besote
EliminarMadre mía, el listón está alto. Menos mal que no he leído nada antes de subir mi relato porque igual ya ni lo subo. Me has mantenido pegada intentando saber quién era la protagonista, y menudo dominio del lenguaje... fantástico por lo que muestras y por lo que das a entender.
ResponderEliminar¡Suerte en el reto del tintero!
¡Hola MJ! ahora pasaré a leerte. Gracias por la lectura. Un abrazo
EliminarGracias, Eme, por participar con este relato en el homenaje a John Kennedy Toole y La conjura de los necios. Un abrazo y suerte!
ResponderEliminar¡Hola David!, gracias siempre a ti por la propuesta. Un abrazote
Eliminar¿Pero tú, mi niña, dónde cultivas la imaginación?
ResponderEliminarEs alucinante lo que eres capaz de sacarte de la manga y expresar con total fluidez. Todo el rato preguntándome quién sería la narradora...muy traviesa con los descuidados lectores.
Mi abrazo.
Gracias Francisco, mi abrazo para ti
EliminarNos has presentado unos personajes muy interesantes, nos pones a alucinar con ese universo que has creado para el reto, y si coincido en que han encontrado en el arte un medio de vida y en el arte de sacar dinero del Arte....je je. muy oportuno y bien narrado. Suerte en el tintero.
ResponderEliminarHola Jose, has sido más elocuente que yo con eso de " el arte de sacar dinero del Arte". Un abrazote
EliminarHola, Eme! Muy imaginativo y original este relato costumbrista que nos has regalado. Muy buen trabajo. Suerte y un abrazo!
ResponderEliminarHola Beri, muchas gracias. Un abrazo
EliminarHola, Emerencia. Qué buen relato: finura, elegancia y humor. Me ha encantado. Un saludo.
ResponderEliminarHola Isan, me alegra saber que te ha gustado. Un abrazo
Eliminar¡Hola! Genial relato, bien narrado, tierno y apropiado para el reto, con un toque diferente. Un abrazo. :)
ResponderEliminarHola Merche, muchas gracias. Un abrazo
EliminarEl secreto mundo de una escuela de ladrones es lo que a mí me ha llegado. Suerte!!
ResponderEliminarHola de la FLor. es una forma de verlo y además, hay una gran maestra. Gracias. Un abrazo
Eliminar¡Qué bien escribes, Emerencia! Vaya mezcla de costumbrismo con realismo mágico. La narración te va meciendo, te va meciendo y no puedes parar de leer. Una maravillosa creación. Mucha suerte en el concurso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Pedro, genial que te haya gustado la historia. Un abrazo
EliminarQue bueno ,que bueno ,esto si que es tener imaginación ,que bien marras todo y como transmites esa dulzura de tu personaje Gentilona. Da gusto leer las peripecias que pasa la mujer.
ResponderEliminarTe felicito
Un abrazo Emerencia
Puri
Hola Puri, graciasssss. Un abrazote
EliminarClasificación propia: MUY BUENA. (MIS CLASIFICACIONES : BUENA (1) - MUY BUENA (3) - EXCELENTE (9). Gracias, por el aporte, Emerencia
ResponderEliminarGracias a ti siempre amigo Javier por la lectura. Te he echado de menos en esta ocasión. No hay quien maneje la ironía y el juego de palabras como tú. Un abrazo fuerte
EliminarUn relato fascinante, Emerencia. Muy bien hilado y narrado con maestría. Felicidades.
ResponderEliminarMucha suerte en el concurso.
Un abrazo.
Muchas gracias Estrella. un abrazo
EliminarHola, Emerencia. Tu estilo es imposible de copiar. Original, a veces surrealista, con muchos toques divertidos y complejo en ocasiones, creas mundos y personajes imposibles de olvidar. En esta ocasión nos traes una pareja que extraen cuanto pueden de los habitantes de Pandereta (y tienen que ser unos cuantos, los sinvergüenzas).
ResponderEliminarTe deseo mucha suerte en el concurso. Un abrazo.
Hola Bruno ¡Qué subidón! Muchas gracias. Un abrazote
EliminarHola, Eme. Una historia con un ritmo y desparpajo igual que sus protagonistas. Vaya extraña pareja en una simbiosis de lo más extravagante que te sacas del teclado como si solo fuera cosa de posar los dedos sobre él; será que a muchos nos falta práctica.
ResponderEliminarSaludos y suerte.
Hola JM, jeje, si que es una extraña y maravillosa pareja. Lo demás va surgiendo sobre la marcha. Un abrazote
Eliminar