ROMA, ETERNA
Somos Virginia y Claudia, andamos un poco enfadadas porque no nos presentaron al comienzo de esta historia. Sabed que formamos parte de ella y aún tenemos mucho que contar….Esta historia comenzó en ¿DONDE ESTÁ ROMA? allí conocerás las otras protagonistas de la historia.
Este es un viaje que tal vez no acabe nunca, porque Roma es eterna.
Claudia |
Virginia |
CAMPO DEI FIORI
.......Verania y Cornelia acaban
de sentir que no han comido nada. Se miran, no llevan ningún denario de plata, ni
un humilde sestercio.
Virginia les dice que no se preocupen; esas monedas ya no podrían servirle ahora, solo a un coleccionista o a un museo. Verania pregunta si acaso ya no se compra con monedas. No, bueno.... sí, existen ahora otras, son euros. Es el dinero que usamos en Roma y en la mayoría de países de Europa.
Para las dóminas dinero y denario les parecen que suena parecido.... Claudia le enseñan los euros. Les sorprenden que no esté ni Minerva, ni Júpiter, ni Marte, ni cuádrigas, ni emperadores ¿acaso estas monedas no representan la gloria y el poder? Silencio.
Como viajeras del tiempo que son, Verania y Cornelia lucubran sobre el valor de sus monedas. Entre unas y otras han calculado que un ciudadano medio de la antigua Roma llevaba consigo unos 30 sestercios, unos 60 euros. Una sola túnica valdría 15 sestercios, unos 30 euros, un litro de aceite de oliva 3 sestercios, unos 6 euros,.... ¿y un esclavo? pregunta Claudia, un esclavo, contesta Cornelia, entre 1200 y 2500 sestercios, unos 2500 a 5000 euros; dependía si eran gladiadores, jornaleros, prostitutas, sirvientes, contables, médicos, narradores o maestros,......¿acaso ahora no hay esclavos? Virginia les comenta que la esclavitud ha formado parte siempre de la historia de la humanidad, la de antes y la de ahora,.....pero no son capaces de ponerle precio......
Para las dóminas dinero y denario les parecen que suena parecido.... Claudia le enseñan los euros. Les sorprenden que no esté ni Minerva, ni Júpiter, ni Marte, ni cuádrigas, ni emperadores ¿acaso estas monedas no representan la gloria y el poder? Silencio.
Como viajeras del tiempo que son, Verania y Cornelia lucubran sobre el valor de sus monedas. Entre unas y otras han calculado que un ciudadano medio de la antigua Roma llevaba consigo unos 30 sestercios, unos 60 euros. Una sola túnica valdría 15 sestercios, unos 30 euros, un litro de aceite de oliva 3 sestercios, unos 6 euros,.... ¿y un esclavo? pregunta Claudia, un esclavo, contesta Cornelia, entre 1200 y 2500 sestercios, unos 2500 a 5000 euros; dependía si eran gladiadores, jornaleros, prostitutas, sirvientes, contables, médicos, narradores o maestros,......¿acaso ahora no hay esclavos? Virginia les comenta que la esclavitud ha formado parte siempre de la historia de la humanidad, la de antes y la de ahora,.....pero no son capaces de ponerle precio......
Buscan un mercado, el
más tradicional, donde poder encontrar comida que les sea familiar a las dos dominas
de la antigua Roma: frutos secos (dátiles, nueces, ciruelas, higos secos), albóndigas,
longaniza, carne de cerdo o ternera ahumada con comino, pimienta, perejil
ajedrea, manteca y piñones, foie gras de oca,
pollo relleno, liebre estofada, parrillada de pescado. Virginia les enseña
en los puestos de la plaza las comidas típicas de ahora: pasta, pizza, chile,
tomate, mozzarella, leche de búfala asiática, helados, café,... Ya no hay garum, vuestra salsa
preferida, la de la antiguos romanos a base de tripa de pescado (anchoa o caballa)
o pescado entero macerado en sal, a veces con laurel, miel o mosto fresco.
Verania viendo los
restaurantes de alrededor y sus mesas, les comenta todas las exquisiteces de los
grandes banquetes de las alianzas políticas o de los negocios,..... aquellos manjares: Ubres
de cerda rellena de erizos de mar acompañadas de copas de vino mezclado con
miel (mulsum), ostras, carne de lirón, lenguas de vencejo a la miel, langostas
rellenas de caviar, pies de dromedario, ruiseñores a los pétalos de rosa….. Las dóminas del siglo XXI no caben en su asombro, por no decir la cara que se les ha quedado.
FOROS
Llegan cerca de los
Foros romanos, frente a la columna de Trajano. Ya no existe el arrabal de aquel
pueblo llano con calles sucias y comercios humildes, ese barrio que se separaba
del lujoso mundo del Foro romano por un muro alto de toba volcánica, según
decían, para evitar incendios. Aquella zona pantanosa e insalubre que luego se
convirtió en el centro de la vida política y religiosa, la administración y la
Justicia del Imperio: los Foros imperiales de Julio César, Augusto, Vespasiano,
Nerva, Trajano.
Cornelia cuenta que el
Foro de Trajano era una de las maravillas del Imperio romano. Un museo
extraordinario de obras de arte. Su arco triunfal en el centro estaba rematado por un
carro tirado por seis caballos. Había estatuas de 3 m de altas de príncipe bárbaros que habían sido prisioneros. En el centro, la majestuosa estatua ecuestre de Trajano y bajo él, un suelo de mármoles
blancos y policromados......
Su templo de la paz. La basílica Ulpia, tan similar a la
Basilica de San Pedro. Verania señala con orgullo la columna de Trajano, hecha de mármol carrara con sus 19 tambores
de 32 toneladas cada una. Un friso continuo que va en espiral con las
campañas militares: grandes batallas, legiones cruzando ríos, los legionarios,..... estaban esculpidos y coloreados y con armas de bronce que brillaban en el blanco mármol, pero veo que ya no están, al menos dentro ¿permanecerá aún la escalera de caracol?
Las cuatro damas van hacia el monte Palatino.
Sobre las ruinas Verania exclama sorprendida ¿qué es esto? ¿acaso, estos encuadres están rotos?...... Sí, son sólo fragmentos de la eterna Roma....son un recuerdo descontextualizado,.... sólo quedan jirones de edificios.....sólo queda la esencia de la ruina….
Cornelia contesta con tristeza en los ojos, el rostro denota su emoción, tiene la mandíbula caída y abiertos los párpados,... Son sólo restos de mármoles, estucos y columnas en un suelo de tierra y polvo.....
Verania la
interrumpe, no hay mercados, ni negocios ni tiendas…..¿dónde está la gente sentada en las escaleras o jugando a las damas
chinas con el tablero grabado en la superficie de los peldaños? Abogados que
salen de la Basílica Julia, la catedral para los tribunales de Roma, los picapleitos
buscando clientes en la plaza del Foro. Esos juicios públicos, esos
espectáculos a golpes de escena, la ovación, los aplausos. El Senado con sus
portones de bronce, esos escaños donde se tomaron tantas decisiones gloriosas
en tiempos de Julio César. Apenas quedan los esqueletos de mármol, apenas quedan relieves en los arcos triunfales.....
Y las vestales que
tutelaban el fuego sagrado de Roma qué presidian las ceremonias, los
sacrificios y los ritos, las que custodiaban objetos sagrados. No hay
divinidades en altares, no se huele el incienso que embriaga la estancia, y ¿dónde
están los esclavos? Ellos lavaban, cocinaban, traían agua, el hielo, iluminaban
las estancias, tocaban la lira, leían, recitaban, limpiaban nuestros pliegues….
¿qué pasó con nuestras hermanas las estatuas doradas?
Verania siente un gran
desconsuelo, ha desaparecido el espíritu de Roma: la cultura literaria,
jurídica y filosófica. La sociedad refinada, evolucionada y avanzada de su
tiempo. Amante del derecho, sensible a la filosofía, a la belleza del arte,
aquellas obras maestras…. La Basílica Emilia con sus soportales donde estaban
las exposiciones y el mercadillo de cuadros….
Cornelia, nerviosa toca su
tintinnabula para el buen augurio.
COLISEO
Las dominas comienzan a caminar por la vía Sacra y más allá del arco de Tito, de pronto, aparece el anfiteatro, el Coliseo. Cornelia no puede creerse que esa ruina de arcos y pilastras sea lo que fue el anfiteatro de Flavio, el más grande construido en Roma con sus bellas arcadas y su ático de doscientos mástiles ¿qué fue de su mármol y travertinos? Solo queda ladrillo cemento y toba en restos de bóvedas, gradas y arcadas casi fantasmagóricas ¿qué ocurrió con la magnífica recreación del imperio?
Virginia cuenta que después de la Edad Media, dejó de utilizarse para espectáculos. El Coliseo fue dañado por terremotos y picapedreros. Fue fortaleza y cantera, refugio, fábrica, sede de una orden religiosa y santuario cristiano.
Verania sorprende con
las curiosidades que cuenta del Coliseo: era grandioso contemplarlo con sus 50.000
espectadores, se veían las literas, palanquines y gente caminando por todos
sitios. Ese anillo inferior de gradas inexistentes estaba reservado a los senadores,
las vestales, los sacerdotes y los magistrados, y arriba, a los maestros
artesanos, los comerciantes,… y separados por un callejón aún más alto, estaba
el pueblo y los más pobres. Se rociaba a la gente con agua de esencias de rosas
y azafrán, mientras que afuera mil marineros de la flota militar eran los
encargados de manejar el velamen de 240 toneladas que cubría el Coliseo. Debajo
de la capa de arena, seis metros más abajo, había varias plantas subterráneas
con pasillos, estancias, jaulas y escenografías diversas que se subían con montacargas….
Se llegaron a representar espectaculares batallas navales…. Se representó
a Icaro, el mito de Orfeo, el mito de
Prometeo, el mito del nacimiento del Minotauro…
Virginia comenta que
era el lugar para exhibir y ostentar la opulencia de los ricos, miles de
animales y de gladiadores han muerto aquí. Se sacrificaron tantos animales:
ciervos, gacelas, avestruces, osos, toros, elefantes,...
Prosigue Verania. El Coliseo
era el noticiero, aquí te enterabas de cómo iba la política, los últimos
impuestos, cotilleos. Aquí se buscaba quién te iba a invitar a cenar... Aquí se
conocían los próximos combates de gladiadores, de carrera de carros, las
cacerías de leopardos, las ejecuciones de criminales.
Claudia no puede contenerse. Era un suplicio, un espectáculo de muerte, no comprendo que se montaran escenografías siguiendo un guion mitológico o histórico; tan espectaculares sí, pero llegando a la ejecución, al baño de sangre y al ensañamiento. Sadismo,..... condenados que hacían acrobacias con palos y andamios,... vestidos con ropas inflamables que ardían después. La muerte de los cristianos, ….No, interviene Cornelia, las ejecuciones de los cristianos de Nerón se hicieron en sus circos privados.
Virginia completa el argumento. Sí, conocemos esta historia incluso las carreras de carros que se realizaban cerca del Vaticano, allí se ejecutaron cristianos y allí se enterró a Pedro, la razón por la que está la basílica. Otros cristianos murieron en otros anfiteatros; pero, más allá de estos tiempos imperialistas, en la Edad Media, en el campo de Fiori, se quemaron en la hoguera a herejes, en Trastevere se cortaron las manos a los condenados, en el puente de Sant Ángelo había ahorcamientos, decapitaciones y descuartizamientos, y en la plaza del Popolo ejecuciones que formaban parte del festejo de carnaval con martillazos en las sienes hasta la muerte. Las páginas de la historia nos trae: fusilamientos, sillas eléctricas, cámara de gas, y la horca, que aún se sigue usando en algunos países de Asia.
Las cuatro damas
quedan en un silencio cómplice.
Verania mirando la
muchedumbre que se agolpa a la entrada del Coliseo, coge la mano de Cornelia
(parece que ya fuesen sus últimas palabras). Creo que en todos los tiempos Roma ha estado
al servicio de las necesidades del que gobernaba. Para el romano de nuestro
tiempo el arte del Coliseo era un vehículo para canalizar los ideales políticos
del Estado, era la propaganda del poder y así hay que comprender lo que fue el
resto de Roma, nuestra antigua Roma.
Cornelia, con
consciencia de pena, añade: sí nosotras representamos esa Roma, sus ideales, pero
también fuimos modeladas por sueños, la de los artistas que nos esculpieron.
Claudia reafirma, sí, tu
Roma fue tan importante como es la nuestra ahora. Es un eclecticismo de todos
los tiempos. Vuestra Roma, donde vivisteis, nos aportó las instituciones
republicanas y el derecho, el calendario, el latín, el alfabeto,…..
Hasta mi propio nombre
tiene su origen romano...
Sí, en realidad no puedo condenar vuestra historia, sólo puedo con vosotras entenderla.
Sí, en realidad no puedo condenar vuestra historia, sólo puedo con vosotras entenderla.
(Pinturas
romanas son de Pichi-Avo)
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PRIMERA PARTE DEL VIAJE
Grandioso viaje de la mano de las dóminas antiguas y actuales.
ResponderEliminarTodo un recorrido por la historia de una ciudad que fue el ombligo del mundo, el centro desde donde se dirigían los designios del imperio.
Como curiosidad añado por pocos conocido, que en el foso del foro, encima de la arena y en ocasiones especiales se esparcían cristales de yeso desmenuzado que relumbraba con los rayos solares; esto realzaba los espectáculos circenses para gloria del emperador y regocijo de sus súbditos.
Este yeso specular procedía en su mayor parte de Hispania como el Garum famoso; y las minas estaban situadas alrededor de la ciudad de Segobriga. Plinio el viejo las conocía y las nombro en su -historia natural- Este yeso, llamado también piedra de luna y de lobo servía como acristalamiento de mansiones y villas y para construir los invernaderos de la isla de Capri refugio del desquiciado emperador Tiberio.
Todo un placer haberte acompañado.
Saludos
Hola Francisco, esta aportación me encantó, gracias!!! y encima con ese lujo de detalles hasta se me ocurre otra historia más. Realmente era la ciudad blanca como las dóminas cuentan, la ciudad brillante por el sol y en este caso no sólo por su mármol y sus frontones dorados. Un gusto el comentario. Abrazo
EliminarHola, Emerencia. Esta segunda parte de tu historia es impresionante. Me encanta el modo en que nos has conducido a través de la historia de Roma, de la mano de tus dóminas. Me has hecho participar con ellas en esta aventura, porque está narrado como si de una novela de viajes y fantasía se tratase, y me lo he pasado de maravilla recorriendo esta ciudad inmortal.
ResponderEliminar¡¡Me ha encantado!! Mil besos
Gracias Chari, qué bueno porque sería mi primera novela, ainnnss soy no más una viajera, un beso grande
EliminarQuerida Eme: Lo he leído esta mañana en el hospital y ha sido todo un respiro entre paciente y paciente. No todos los días se viaja a Roma con unas cicerones tan informadas y entretenidas, me ha encantado tu estilo narrativo entre lo novelado y lo real, engancha. Besos y gracias: Sol.
ResponderEliminarGracias Sol, viniendo de ti, es un cumplido. Qué ilusión que estás dominas te hayan hecho tu trabajo más ameno. Un abrazo
EliminarUn apasionante y original recorrido por Roma, joseme. Imagino lo que debe sentir quien habiendo conocido el esplendor de la ciudad, la ve con los ojos de hoy. Diferente, eso seguro, pero el contexto histórico lo es todo y el tiempo no perdona.
ResponderEliminarMe ha encantado, gracias!!
Un beso.
Gracias a ti, es un lujo tenerte en los comentarios. Síi es así, es lo que viví cuando visité la ciudad, me hizo leer libros de historia de Roma para conocerla mejor, para descubrirla entre sus ruinas. Un beso
Eliminar¡Hola Joseme! Me encanta, amo la narración de tu viaje a Roma ¿Claudia llevaba gafas? Verdaderamente me ha sorprendido. Y me han encantado las fotografías de los mercados. Siempre me gusta el color de las frutas y los alimentos expuestos. Un placer siempre leerte. Muchos besos.
ResponderEliminarSiiii claro además gajas de loock working, jaja ya se presentó solita en el comienzo del viaje. Los mercados son mi pasión también, siempre que viajo intento colarme en todos, me parece increíble porque compartimos el gusto por el color de la fruta. los puestos de fruta y flores son mis preferidos, aunque este de la pasta del campo dei fiore es muy atractivo ¿no te parece?. Gracias siempre a ti. Besos
EliminarJoseme, con tu particular forma de contar la historia (vista a través de otros ojos), una no puede más que evadirse. Y tanto que es eterna Roma.
ResponderEliminarYo estuve el año pasado y, de nuevo, me has hecho recordar (como la vez de Lisboa) los distintos monumentos que visité. Todo me gustó, pero en especial me encantó el Campo di Fiore, y comer en las trattorias.
Un placer leer tus posts, como siempre, ¡besos!
Hola Chelo, gracias. A mí me gustó todo, como ves. Tiene ese encanto de lo viejo, de lo eterno, sí, cualquier lugar, cualquier momento. El campo dei Fiore, las trattorias, las ruinas,.. seguiría escribiendo......de Roma. Un abrazo fuerte
EliminarMuy buena ocurrencia, Eme, incorporar a este viaje por la ciudad eterna, la visión contemporánea a la anterior, donde únicamente el pasado, con ayuda de las dóminas: Verania y Cornelia supimos de la riqueza de su mitología y del pasado esplendor de su cultura... En cambio ahora, en esta segunda parte, con la incorporación de ambas guías, Virginia y Claudia, tan glamurosas y actuales se nos hace mucho más amena la lectura conjugando pasado y presente.
ResponderEliminarUna nota curiosa que aporto para tu conocimiento es la siguiente: Las patricias se desembarazaban de los objetos no deseados en las puerta del teatro y recibían a cambio una ficha de marfil, carta eburnea, como comprobante. Esta entrada daba derecho a una banqueta (scamnum) y una almohadilla (pulvinum). La función empezaba con la expresión aulea premuntur y la representación terminaba con la expresión aulea tolluntur. Para conservar la voz en las escenas secundarias los actores se dedicaban a gesticular y un esclavo ponía la voz. Así cuando llegaba el solo (canticum) o el dialogo (diverbia) las estrellas podían lucir sus encantos.
Cordiales saludos y buen finde!!
Geniall tu comentario, porque es de teatro, no se me había ocurrido, me cachiiiiisss!!! una de mis aficiones actuales, me resultó muy curioso, graciasss. Igualmente buen finde!!!
EliminarUna manera original de pasear por Roma, de la mano de Virginia y Claudia, comparando el pasado y el presente. Unas guías excelentes para conocer mejor esa preciosa ciudad.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias Kirke, sí, las dóminas me han ayudado bastante a conocer y comprender mejor la historia, los pedazos que quedan de ella, sus ruinas.... mirarla con otros ojos. Un abrazo y gracias por compartir este viaje.
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