GÁRGOLAS Y QUIMERAS







Algunas son monstruosas pero no dejan de ser bastante peculiares ¿verdad?Estas curiosas criaturas las podemos encontrar en algunas catedrales, iglesias y monasterios.  Representan animales, humanos o humanoides, mitad humano y mitad animal, y éstas últimas sí que llaman la atención.





Me pregunto ¿dónde estaría puesta la imaginación de los arquitectos y escultores de entonces para hacer estas figuras? 


Una de las catedrales más conocidas es Notre Dame, en París. Esta catedral junto con la de Lyon, fueron las primeras en presentar estas figuras mitológicas. Hoy día se han convertido en un verdadero atractivo turístico. Me impresionaron mucho cuando fui a verlas.






Están ahí, quietas desde 1845 
¿las veisAl parecer se hicieron para la restauración de la catedral de Notre Dame. 











Crearon esta galería de gárgolas y quimeras entre las dos torres altas. El novelista Victor Hugo las inmortalizó en sus libros, él consideraba que formaban parte de escenas indescriptibles, llenas de misterio.




 Las esculturas son bastantes grandes. Las que más sorprenden están en pedestales, asomadas mirando la ciudad y a todo aquel que está en la plaza de la catedral. Para subir a verlas son casi 400 escalones por una estrecha escalera de caracol que te deja sin aliento; y es cómico, porque lo primero que te encuentras, aparte de las impresionantes vistas de la ciudad (maravillosas por cierto, las mejores de París) es la figura de la estirga burlona sacando la lengua 


!qué graciosilla ella!



Más de cincuenta figuras entre quimeras y gárgolas repartidas en grupos o solitarias que las vas viendo por un estrecho pasillo entre las dos torres. Parecen como expectantes, esperando a que ocurra algo con actitud de vigilantes. En un rato parecen cobrar vida y salir de entre la piedra para echar a volar o trepar entre las cornisas. 
Como dije antes, 
impresionan.






Los diablos, trasgos, harpías y grifos de leyenda hacen volar la imaginación.

 Estos bestiarios, como algunos le llaman, siguen siendo un enigma. Por un lado en la época medieval eran ejemplos moralistas. Los pecadores podían convertirse en esos monstruos si tentaban al mal.....

Se les asustaba con estas expresiones faciales y estas poses; espíritus maléficos con cuernos, orejas puntiagudas, barbas, alas membranosas, cola, patas de cabra y semblante amenazador, todos signos demoníacos




Pero por otro lado, también las quimeras eran consideradas signos mágicos para mantener alejado al diablo.





¿No os recuerdan estas esculturas a murciélagos, cabras, cormoranes, monos, águilas? ¿verdad? que por cierto, también controlan las alturas y los abismos más oscuros.




 Actualmente lo que si se confunde bastante es el nombre general que reciben: gárgola y quimera, y es que a las dos se las ve en las cornisas pero tienen una función muy diferente, aparte de adornar y estar esculpidas en piedra.

 Según la mitología griega la quimera era un monstruo con cabeza de león, cuerpo de cabra y cola de dragón. Monstruo horrendo hija de Tifón y de Eduidna, que vagaba por las regiones de Asia Menor atemorizando y engullendo rebaños y animales. 

Después siguió siendo una criatura fantástica compuesta de partes de otras, que es la imagen que nos ha llegado a nosotros.


La gárgola viene del francés gargouille es “hacer ruido cuando entra agua a lo largo de un tubo o de una canaleta". Un nombre curioso, algo así como hacer “gárgaras”. 



 


Me pregunto ¿cómo a una función tan simple de desagüe se le haya podido poner tanto empeño y arte? Los romanos al parecer fueron los pioneros, ellos ya esculpían los canalones decorativos de desagüe y los sumideros del agua de lluvia. 

El ejemplo más interesante de las que he visto de gárgolas en España son las del Monasterio de San Juan de los Reyes, en Toledo.





Hay una amplia representación de figuras diferentes entre sí, inspiraciones religiosas y tradicionales: monje, ángel, gaitero, …


Me cautivó el dragón, ese animal fantástico y legendario, de los más reproducidos por el arte medieval. Un animal capaz de destruir con sus ojos. Por eso también se le ha atribuido al diablo el símbolo del dragón, con esas alas similares a las de un murciélago. Una asociación de oscuridad y de caos. 




 
 


Unas figuras que no dejan de sorprender donde las veamos, imaginativas y prácticas, son canalones para el agua, y quién lo diría ¿verdad?





Comentarios

  1. Buenos días joseme, has tocado un tema que me fascina ya que esas pequeñas grandes obras de arte nos miran impertérritas en el trascurrir del tiempo sí pudieran hablar las cosas que nos contarían. Recuerdo una entrada que realice sobre las de Friburgo que son de otro estilo que las expuestas en la entrada, pero me llamo la atención una muy curiosa (ya que está mostrando el trasero desnudo) el escultor, resulta que ya por aquel entonces existía la protesta pues era una clara alusión a un gentil hombre. Me ha gustado la entrada, te invito a ver la mía. Un cordial saludo.
    http://imgenespngymuchoms.blogspot.com.es/2014/05/gargolas-testigos-mudos-del-pasar-del.html

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  2. Hola estoy encantada con tu comentario y gracias por compartir la admiración por estas pequeñas obras de arte. He visitado tu enlace, igualmente lo recomiendo, me encantan lo curiosas que resultan, en tu caso nada monstruosas, sino mucho más peculiares. un saludo.

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  3. seres feos, esperpénticos, originarios de la mitología, la brujería, la magia, que de alguna manera nos asustan pero en el fondo nos seducen y consiguen nuestra admiración

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  4. Si, es cierto Rosa María, gracias por tu comentario. Un saludo

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  5. Me encanta, Joseme. Esto es lo que comenté en el libro sobre la arquitectura: "Desde las portadas esculpidas nos amenazan, con frecuencia, los terrores del juicio final y del infierno; en distintos puntos de la fachada y en los capiteles tallados, las fabulosas gárgolas, las quimeras y un sinfín de monstruos, diablos y todo tipo de criaturas grotescas nos hacen guiños y nos contemplan desde la piedra que les retiene. Se dice que estas figuras demoníacas ejercen como guardianas del propio mal que representan, de modo que actúan a un tiempo como resguardo y como lección de piedra".
    He disfrutado con tu entrada. Un beso.

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    1. Hola Carmen, gracias por tu referencia bibiliográfica, tan tuya. Un abrazo

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  6. Hola, Joseme. Espectaculares. Casualmente, la semana pasada descubrí algunas en Santiago de Compostela, aunque no en la catedral. Un saludo.

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    1. Hola José Juan, gracias por andar por mis dominios aéreos ;) de quimeras. Qué bueno cuando vaya, que quiero ir pronto, las intento buscar. Un abrazo

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  7. Siempre me han cautivado; siempre. Misteriosas y estáticas, como detenidas. Con su aspecto terrorífico y extraño, siempre me han dado pena. Me ha parecido que estaban condenadas a verlo todo, a vernos a todo pero sin poder moverse.
    Un abrazo

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    1. Hola Eva, sí algo así me ocurre con ellas, "condenadas a condenar, a recordar" que bueno, gracias por pasarte por aquí. Un abrazo

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  8. Un tema fascinante y lo has escrito muy ameno (como siempre).
    Me atrae mucho este mundo tan simbólico y sumamente atractivo y a la vez tan extraño para nosotros, para esta época.
    Un abrazo

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    1. Hola Suni, "tan extraño" sí tal vez ¿por que no somos tan supersticiosos? pero aquello tiempos además de inocencia y analfabetismo, todo era simbólico pero a la vez lleno de misterio, eso me encanta. Gracias. Un abrazo

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  9. ¡Hola Joseme! Me ha encantado el tema de hoy. Aunque tengo que admitir que no soy la fan #1 de las gárgolas, siempre me han llamado mucho la atención e, igual que tú, me volví loca cuando visité Notre Dame. Son impresionantes... no te imaginas la cantidad de fotos que tengo.
    ¡Besos! :)

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    1. hola Alexandra, gracias por tu visita a este mundo "quimérico". Notre Dame es espectacular, me hubiera quedado allí "colgada" con alguna de éstas. Me lo creo yo me he pasado bastante tiempo seleccionando las fotos. Besos!

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  10. Y a mi que se me había escapado esta magnífica entrada ¡con lo que me gustan las gárgolas! Y documentas a la vez que distraes y diviertes ¡sí señora!
    He llegado gracias a los enlaces del amigo David. También te felicito Eme, por la participación estupenda en Tintero de Oro, tus aportes, tu cultura, tu simpatía, tu compañerismo, tu... bueeeno, no sigo, que me pierdo.
    Besos.

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    1. Ay compañera, ss que entonces Isabel no nos conocíamos, andabamos por otros rincones, jeje. Esta publicación es del año 2015, tres añitos ya, después la volví a compartir, en el año 2016. Es muy nostálgica, de hecho he vuelto a destacar esas gárgolas en la última entrada que hice de Notre Dame. Ellas fueron la razón para subir a sus torres y verlas de cerca, son estremecedoras a la vez que fantásticas. Me fascinaron. De hecho ahora que visito cada catedral, iglesia o monasterio me fijo en ellas, las que parecen contarte la historia del lugar no solo hacer "gárgaras". Me alegro que te haya gustado. Un beso.

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  11. Acabo de saber de esta entrada por "El tintero de oro" igual que Tara. Creo que cuando la publicaste aún no sabía de tu blog o igual es que se me escapó. A saber lo que pasó hace tres años si me cuesta saber lo que hice ayer.
    Magnífico recorrida por una Notre Dame que ya no existe como tal. Preciosas las gárgolas y precioso tu texto. Ese diablo que mira hacia el río es una foto alucinante y al dragón con la cabecita bajo las alas es muy tierno. Me ha encantado.
    Un beso.

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    1. Hola Rosa fue una época en que todos los que nos seguimos entonces comenzábamos a conocernos; algunos antes y otros después. En tu caso fue a comienzos del 2016, no es que me acuerde, es que he repasado los comentarios de las entradas, concretamente en mayo con una entrada sobre las "Carabelas de Colón" ahí apareciste. Fíjate ya tres años juntas, vaya, y los que nos quedan jeje, un regalo de compañera. Un abrazo

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