La FIESTA del MINISTRO. Caso no resuelto.
B.P.
Vivir sin complejos.
«Tenía que haberme dado cuenta antes y no dejarme llevar por lo trivial y frívolo del asunto».
La mansión se fue llenando de interrogantes. Algunas de ellas pegadas junto a otras en pasillos y escaleras; otras, bajo uno de los Canaletto, El capricho paladiano; varias, sobre una alfombra persa con grullas; y una, tremendamente inoportuna, en la frente de un busto de la reina Victoria. Para ser más preciso la casa de campo de estilo palaciego, conocida como Mansión Derribé, tenía toda su inspiración italiana oliéndole a alcohol; en concreto, vino blanco, también italiano, por la evidencia magnífica de cientos de envases vacíos encontrados en uno de sus almacenes; y a cerveza, según uno de mis ayudantes adicto a esta espumosa bebida, quizás IPA por el tufo a etanol impregnado en sillones y sofás.
La mansión llevaba cerrada desde los últimos acontecimientos, nada festivos como venía siéndolo en los últimos años, sino por motivos necrológicos. Se había preparado una fiesta sorpresa para el cumpleaños del ministro sexagenario alcohólico y libertino. Esa noche se descontroló en la juerga. Eso y que padecía una cirrosis llamada desde el punto de vista meditari como carcinoma hepático.Todo esto aceleró su tránsito al otro mundo. Hasta ahí, lo acontecido no transfería a equívocos.
Según el obituario del difunto, este era bastante asiduo de la vivienda. Mantenía y poseía, en exclusividad, una de las habitaciones con mejor orientación al lago, ideal para amoríos y desvelos tras sus juergas descontroladas. Debió de despertar muchas pasiones este mandatario para que su fragmentado y descompuesto cuerpo fuera robado por dos veces de la vitrina que lo exhibía como una reliquia en el aparador veneciano de roble rojo. La dueña, devota admiradora del fallecido, mostraba algo más que apasionados lloros. Si no es así, no se logra entender como ha conseguido el rescate doble de sus huesos. O quizás sea por el sólido testamento de esta ministerial figura que por fin ha sido desvelado: fue incinerado con cien diamantes que llevaba incrustados en las escápulas, setenta en una y treinta en la otra.
Nadie sabía de este caprichoso y descalabrado antojo, salvo sus tres esposas, dos de golpe en un solo matrimonio, y por la cadena de sucesos que acontecieron en la mansión. Y una conjetura demasiado evidente: la dueña de la Mansión Derribé sabía que los huesos calcinados valían su peso en diamantes.
El ministro Boris Bolson tenía una deformación alada en las escápulas que al parecer era uno de sus mayores atractivos. En sus animados círculos le llamaban Bobo Ícaro El hombre alado. En vida él pensaría que sus agraciados y prominentes omoplatos habían sido un detalle de los dioses y no tuvo otra idea, un descabellado capricho, que incrustarles diamantes rosas de la India en una operación que duró dos días con sus dos noches practicada por un cirujano, al parecer, también hindú. Un día por ala.
Ahora la investigación cobra una nueva dimensión y se plantean serias dudas. ¿Los diamantes han desaparecido de las cenizas?, ¿o se han deshecho junto con los huesos?
En estas fiestas donde todo el mundo anda muy divertido, con la gente embriagada de alcohol y drogas hasta los topes, los corrillos de amigos no se percatan si hay algún desconocido entre ellos. Los decibelios musicales con gritos añadidos ayudan mucho para despreocuparse y la atención se desvia solo hacia quien trae más alcohol. Descontrolando así la fiesta y la confusión; la oportunidad perfecta para robar.
Una de las viudas, la más histriónica, ya está haciendo trámites para convertir los huesos en diamantes y conseguir que Bobo Ícaro se convierta en el diamante memorial más valioso del mundo. Y ante tal iniciativa, mi investigación ya podría darla por finalizada si no fuera por una observación de última hora: las iniciales de la urna no coinciden con el nombre del fallecido, al menos, de quien tenía las alas brillantes: B.P: 1962-2022 Vivir sin complejos.
Gracias, Eme, por participar con este relato en el homenaje a Truman Capote y Desayuno en Tiffany's. Un abrazo y suerte!!
ResponderEliminarGracias David por la convocatoria. Un abrazo para ti y los compañeros y compañeras que dejen su comentario. Espero que pasen un buen rato con mis ocurrencias.
Eliminar¡Diamantino texto, comme il faut! Muy elucubrado y con acierto, me atrevería a decir. Por razones personales, me agrada muchísimo la mención a La India. Por razones de buen humor, también me sonrío ante la ocurrencia del nombre "Boris Bolson" (al quite con la actualidad disfrazada) Razón tampoco te falta, con la idea final de transformar los huesos en diamantes, porque eso ya se hace (en principio con los restos al completo una vez hechos cenizas) en Suiza, de forma que puedes llevar el resto luctuoso del familiar que haya hecho el tránsito colgado del cuello. ¡tus diamantes en las escápulas me gustan, alimentan mi pasión gótica -¡tengo mucha! - y brava elección para unas preseas!
ResponderEliminar¡Muchacha....bien hecho todo el conjunto, así que disfruta de Febrerillo El Loco!💋
Hola Juan, jaja qué bueno tu comentario. Por lo que veo he acertado de pleno: La India y lo gótico del asunto. Gracias y bienvenido. Un abrazo al arrimo del febrerillo.
EliminarUn relato curioso con Boris... Me gustó. Un placer leerte. Abrazos
ResponderEliminarHola Nuria, si Boris está de actualidad, espero que no le dé ningún jamacuco. Está claro que no se ha ganado las alas, digo para ponerle brillantes jeje. Abrazos
EliminarUn relato muy interesante a lo tocante a que con los huesos del difunto si este como el de tu relato tenía diamantes , se podían hacer de huesos cosa que yo de verdad desconocía , es muy entretenido , yo lo he disfrutado mucho , te deseo una feliz noche , saludos de flor.
ResponderEliminarHola Flor, me ha salido tu comentario como anónimo, cosas. Sí con los huesos y del cabello se hacen diamantes, al menos eso dicen, por la composición en carbono que hay en ellos. En España hay funerarias que ya lo ofrecen de un difunto o de varios. Extraen el carbono hasta conseguir una pureza al 99% y lo convierten en grafito. Lo someten a presiones muy altas y temperaturas de 1200 grados, como si estuviera en las profundidades de la tierra (donde se origina realmente los diamantes antes de ser pulidos) Y en un periodo de tiempo pasan en una máquina cristalizando. Cada cuerpo es un diamante muy diferente y con diferente color. Unos 4000 dólares/0,04 gramos sin cortar, tallado a capricho pasan de los 5000 dólares. Un capricho. Pero ya ves, hay otros que se los llevan incrustados en las "alas". Espro que te haya resultado interesante. Saluditos FLor.
EliminarHola Emerencia, realmente me gustó mucho tu relato, muy imaginativo, te felicito, saludos Patricia F.
ResponderEliminarHola, Bienvenida artesana!!! Muchas gracias Patricia. Abrazos.
EliminarHola, tu relato no me ha decepcionado un ápice. Sabía que, de participar, nos regalarías una historia cuya originalidad sería propia de tu especial creatividad. A partir de ella, quizá más de un lector pida desde ahora a la funeraria que le entregue los huesos de su pariente fallecido en forma de un diamante, je,je.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola amigo Josep Mª, me alegra que te haya resultado inspiradora para hacer brillar "la difunta providencia" jeje, pero que a mi esto me da que hay mucho tongo. A la hora del fraude cualquier pretexto viene bien, hasta después de muerto. Gracias. Un abrazo.
EliminarPues no me extraña que las viudas estén de los nervios. Ahora, ya te digo que los diamantes no arden con los huesos. Todo es misterioso en este relato con ese giro final de las iniciales. Muy bueno.
ResponderEliminarUn beso y muchas suerte en el concurso.
Hola amiga Rosa, jaja es que este inspector no entiende de durezas minerales, ya ves hasta los pequeños detalles se les escapan jeje. No, si al final va a resultar que el muerto no es de quien hablaban, que los diamantes están en otra parte. Muchas gracias, un beso.
EliminarHola Emerencia, curioso relato donde los diamantes se vuelven la obsesión de todos los que saben de su existencia. Gran ejercicio de la imaginación, muy bueno. Saludos.
ResponderEliminarHola Tigrilla, siii me lo he pasado genial imaginando cada momento en esa mansión. Ya ves que al primer ministro le han salid alas y de lo más codiciado que anda. Me alegro que te haya gustado. Un abrazo
EliminarAsombroso. Ciertamente tanta riqueza atrae ladrones que codician, como guardar tesoros? Y mas si son diamantes o mejor si uno mismo es una joya valiosa. Bien narrado
ResponderEliminarHola Hugo, síii vale su peso en diamantes este ministro. Gracias. Un abrazo
EliminarUn placer leerte hasta cuando sabes lo que te va a pasar.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Guillermo, gracias por el comentario. Saludos
EliminarRelato para puntuar, querida colega. Muy ocurrente el recurso a las escápulas que lleva sin querer a Los Vigilantes del Libro de Enoc, ¿Será el primer ministro fruto de los amores de un ángel caído con una mujer? ¿Por eso adorna, o mejor camufla sus omóplatos?.
ResponderEliminarMe gusta esa mención a la fantasía caprichosa del Canaletto,es muy propia del teatro donde lo irreal debe hacerse verosímil para que el espectador, o el lector en este caso, se entregue al juego de la narración.
De la IPA, -inflada de lúpulo y alcohol matabacterias a cambio de encebollar hígados imperiales- presente en esos sillones de la Mansión Derribé ¡qué decir!!.
En fin , un retrato sensorial donde el personaje se funde con el contexto y sugiere más cosas que lo estrictamente visto. Una gran elección para ese narrador que administra muy bien su conocimiento para que el lector no se empache. Tal vez por eso me parece innecesario el guiño "Boris Bonson" pero eso ya son cosas de un recalcitrante tiquismiquis como soy yo.
Un gran trabajo sin duda.
Un abrazo
Hola Javier, estimado amigo, muchas gracias por el comentario. Feliz. Sí realmente hay muchos más de lo que se cuenta, daría para unas cuántas páginas solo con el inventario mobiliario como bien dices y las razones por las que se han puesto esos inerrogantes algo tendrían de extraordinario. Lo mismo con la señora de la mansión y como no, sus esposas, y eso B.P que aparece al final y no B.B. Esto da para un buen rato. Pero como bien dices, evitemos un empacho y echemos a volar la imaginación y si son con alas brillantes mejor que mejor.Por cierto no conocía ese libro "los vigilantes del libro de Enoc" esta historia de los angeles caídos. No lo había pensado pero es una posibilidad. Un abrazo
EliminarHola Emerencia. El libro de Enoc es un texto religioso atribuido por la tradición a Enoc, el bisabuelo de Noé. Coniene material único sobre los orígenes de los demonios y gigantes y sobre por qué algunos ángeles cayeron del cielo y se aparearon con algunas mujeres humanas, entre otras cosas.En la trilogía "TODOS LOS MUERTOS"(Muy recomendable su lectura) y sobre todo en su primer libro "CAEN ESTRELLAS FUGACES" , sus autores Jose Gil Romero & Goretti Irisarri, montan su historia con unos personajes que tienen protuberancias en los omóplatos como restos de alas que fueron cortadas en su nacimiento (resumo mucho para no destripar la maravillosa forma que tiene esta pareja de contar historias).
EliminarEn cuanto a B.P, quiero suponer que te refieres a P.B. Jones, masajista, puto y cotilla que iba para protagonista de la obra que señala la decadencia absoluta de T. Capote "Plegarias atendidas". Como sabes corresponde al dicho atribuido a Teresa de Jesús "se derraman más lágrimas por las plegarias atendidas que por las que no tienen respuesta y en el caso de Capote queda bien justificada la elección.
Nada más de momento, y como siempre es un placer intercambiar tiempo y pareceres. Un abrazo
Hola amigo Javier, qué lujo tenerte en los comentarios por el aporte a cada uno de los relatos que subo. No conocía este libro, ha sido algo inventado para la ocasión, un punto gore, pero me ha despertado un gran interés esta historia de los ángeles desalados. Interesante. No hay nada como leer entre letras, y tú eres un artista. Gracias por estar. Un abrazo, amigo mío.
EliminarHola Eme, te doy las gracias por contestar a mi pregunta, ya que me resultó muy interesante lo que dices, ya que eso lo desconocía, yo soy el anónimo que te contesto anoche, lo que pasa es que mi móvil no tiene la misma cuenta que la tablet o pc, por eso te puse anónimo, pero soy flor.
ResponderEliminarTe deseo una feliz tarde, besos de flor.
Hola Flor, me alegra que te haya dado a conocer un poquito más sobre este tema. También te cuento, que aquí puede haber también mucho fraude, al menos es lo que yo pienso y los huesos del difunto terminen en otro lugar y no precisamente convertido en "diamante". besos.
EliminarHola, Eme. Un relato muy original. Me dejó oensando en que cada quién tiene su encanto, su ángel... Y un potencial fabuloso en cada una de sus células. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Beba, es una manera de verlo. De hecho, según cuentan, los diamantes procedentes de huesos de difuntos son de diferente color. Está claro que la energía está impreganada también en nuestro esqueleto, no solo en la musculatura. Muchas gracias compañera. Un abrazo
EliminarEspero que tengas en el concurso la suerte que merece tu imaginativo relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Chema, lo importante es que disfrutes con la historia, te haga pasar un buen rato, el mejor premio. Un abrazote amigo mío.
Eliminar¿Qué decirte, Eme? ¡qué bien escribes, puñetera!
ResponderEliminarHablando de diamantes, no solo brilla lo expuesto, sino que no sacas a la superficie lo evidente, como tiene que ser. Por exposición y por omisión.
Vamos a por los adjetivos: imaginativo, dinámico, original, y un retrato esperpéntico de algunos metidos en la cosa pública.
De matrícula de honor, compañera.
Hola Isabel, compañera, ¡vaya colección de adjetivos!, me los quedo,todos. Pero tranquila, no pienso, al menos por ahora, incrustármelos en nungún hueso. Una broma gótica y cruel. Muchas gracias, amiga mía. Un besote
EliminarRelato con un toque humorístico con esa referencia a Boris Bolson, que inevitablemente nos recuerda a cierto primer ministro también juerguista. ¿Tendrá el personaje real diamantes incrustados en los homóplatos? imaginativa idea la de convertirse en una joya humana cual moderno ícaro. El escenario de la mansión Derribé muy bien descrito. Mucha suerte, Emerencia. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Jorge, muchas gracias. El personaje los tiene, créeme, ¿no será que hay un tongo? vamos, que le han cambiado el muerto, jeje. Es que los diamantes son muy codiciados. Un abrazo
EliminarGuau, Eme, qué imaginación te gastas. Un diamante qu vuelve a su inicio de carbono, o algo así, je, je. Imaginación dotada de tu punto crítico cargado de humor, que menudo el que te gastas; me encanta ese sarcasmo tan fino, ingenioso, actual y con doble juego. En conjunto un relato magnífico. Llevo solo dos lecturas en el concurso, pero vaya nivelazo!
ResponderEliminarUn abrazo, Eme!
Hola Pepe, gracias compañero. Nos leemos. Un abrazo
EliminarHola soy Raquel de perlasnarrativas, paso por aquí saludando y leyendo tu curioso relato y de una narrativa llena de aprendizaje. Que bueno que puedan sacar provecho de esos huesos 😃😃
ResponderEliminarHola Raquel, en estos tiempos te puedes encontrar que venden las cosas más insospechadas y las gente, las compra. Qué no darían por el "ser querido". Abrazos para las perlas.
EliminarUn texto estupendo, completamente original en la idea de los diamantes incrustados (como muñoncillos de alas) y además muy divertido. Qué pillete el viejo.
ResponderEliminarUn abrazo y mucha suerte
Hola Volarela, qué bien que te hayas divertido. Genial. Un abrazo
EliminarPues vay. Hemos coincidido en el tems de fondo. No tenia ni idea de que eso de convertir las cenizas en diamantes. A mi personaje se le ocurrio de una forma loca y utilizó otros metodos.
ResponderEliminarMe da que pierdo alguno de los detalles de las juergas del ministro que supongo que paralelan con la realidad.
Quedo muy original todo el texto, incluso el origen semidivino del protagonista.
Suerte en el concurso.
Abrszooo
Hola Gabiliante, me alegra que te haya resultado original la historia. Un abrazooo.
EliminarGenial, Emerencia. Un relato original y muy bien escrito con esa pizca de humor tan ingenioso que es parte de tu estilo. Me ha encantado y me gusta especialmente, como ya te han dicho, el hecho de que la historia sugiera más de lo que cuenta. Un beso y mucha suerte.
ResponderEliminarHola Marta, compañera, feliz que te guste. Un besote.
Eliminar¡Qué relato más interesante!, además de entretenido y curioso me ha enseñado algo, pues, no sabía que de los huesos se podían hacer diamantes.
ResponderEliminarSuerte en el tintero, Emerencia.
Un abrazo.
Hola Cynthia, qué bueno que te haya despertado interés, ¡genial! Gracias. Un abrazo
EliminarQué derroche imaginativo, Eme. Desde luego, eso sí que es estar por sus huesos, literalmente. Buen trabajo. Suerte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Carmen, pronto paso a leerte. Un abrazo
EliminarHola, Eme. Vaya relato más imaginativo y entretenido nos has regalado. Ya conocía el procedimiento de convertir cenizas en diamantes (seguro que con las mías no saldrían más que un bloque de granito gris, je, je, je), pero lo de las incrustaciones en los omóplatos... ¡Qué cosas!
ResponderEliminarUn relato muy redondo, como siempre. Te deseo mucha suerte.
Un abrazo.
Gracias Bruno, ha salido un poco gore, pulido y redondo. Un abrazo
EliminarEsto va más allá de los dientes de oro. los diamantes en las escápulas es algo más sofisticado;solo al alcance de los potentados que tengan en su haber un fortunón invertido en diamantes.
ResponderEliminarHay esas viudas interesadas en el cuerpo incinerado de ese libertino crápula. Seguro que son viudas jóvenes, casadas solamente por amor, al finado.
Un abrazo.
Hola amigo Francisco, pues alguna joven tiene, ya que van de dos en dos jeje.Gracias. Un abrazo
EliminarHola, Emerencia. Con tu relato se puede afirmar que no te acostarás sin aprender algo nuevo. Una historia muy bien contada en la que la actualidad se inmiscuye entre lineas con tu creatividad para hacer avanzar la narración. Una pizca de humor embalsamado en la salsa rosa de la clase alta, la cual retratas expectante ante las cenizas del difunto.
ResponderEliminarMuy buen relato. Un abrazo.
Gracias Carles, buen ojo con esa actualidad inglesa que se despeina en recelos en la cámara de los comunes. Un abrazo
EliminarHola, Emerencia. Buena mezcla de política actual con los últimos adelantos de la ciencia y con la leyenda. La técnica que comentas lleva una tiempo como también el cultivo de diamantes en laboratorio de manera artificial, lo que acelera exponencialmente el proceso y el costo. Buen relato. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Isan, Isan. Muchas gracias. Un abrazo
EliminarHola, Emerencia. Mataría por poder asistir a semejante fiesta, jajaja. El texto está repleto de referencias y muy bien escrito. Mucha suerte en el concurso.
ResponderEliminarSaludos.
Muchas gracias Pedro, me alegro que te haya animado este ambiente festivo con ángeles cáidos. Saludos
EliminarDios mío, la imaginación que le has echado y esa foto del alado sosteniendo un diamante gigante tampoco tiene desperdicio. Un relato redondo: empieza y acaba en el mismo sitio. Pero lo interesante es lo que aparece entre medias y ese final algo desconcertante. Me ha gustado mucho y ese guiño Boris Bolson ha sido muy bueno. Suerte en el concurso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Maria José, muchas gracias. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo
EliminarHola, Eme. Está claro que este Boris es el tipo de hombre que más de una mujer por sus huesos se perdería o mejor dicho desaparecería como por lo visto así ha sido.
ResponderEliminarYo te diría que sabedor de su inapelable final por los excesos del alcohol quiso disfrutar al máximo y sin decírselo a nadie sustituyo sus deslumbrantes alas rosas por otras de igual color pero de cristal de roca; aunque libertino era honorable en el juego y sus acreedores algo impacientes en cuestión de deudas. Así que la viuda que de sus restos óseos se apropió cuando vaya al perista se va a llevar una sorpresa en la misma medida que su avaricia. Saludos y suerte.
Hola JM, no creas que puede ser una opción del inspector, lo mismo ya está barajando esa posibilidad, jeje. Un abrazote
EliminarImaginativo relato Eme que bien lo relatas todo y como enlazas toda la trama.Ese Boris Bolso me suena de algo je je je
ResponderEliminarLo de convertir las cenizas del difunto en diamantes tiene su punto de gracia
Muy bueno te felicito
Un abrazo
Puri
Hola Puri, siiii ¿verdad? tiene cierto parecido, al menos en el nombre y en las juergas jaajaa. Me alegra que te haya divertido el tema funerario. Muchas gracias
EliminarHola,Eme. Gran imaginación, humor, sarcasmo... en una historia perfectamente trenzada. No tenía ni idea del tema de los huesos y los diamantes, así, además de disfrutar,aprendo. Un placer leer textos tan trabajados. Un saludo y suerte en el Tintero.
ResponderEliminarHola Jose R. Muchas gracias. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo
EliminarHola Julio David, ¡No me digas! (Me voy, la curiosidad me puede) Siiii lo he visto, quó locura un mexicano, este se le va la vida en un tirón de "pelos" ha puesto un precio bien alto a su cabeza. ¡QUé pasada! Pero el angel bobo de mi historia lo supera con creces, a este ya le han cortado las alas. Va otro abrazo.
ResponderEliminarAquí la imaginación ha hecho una obra de categoría. Muy interante este post.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola amiga mía, muchas gracias, de corazón. Un abrazo
EliminarHola, Emerencia!! Me ha sorprendido mucho tu relato, me parece muy original e incluso divertido. Lo de los omóplatos con los diamantes incrustrados y su comparación con alas brillantes me ha parecido una idea muy llamativa. Suerte y un abrazo!!
ResponderEliminarHola Cristina, muchas gracias. Me alegra que te hayas divertido, genial. Un abrazo
EliminarQue imaginación, desde luego no me parece descabellado que alguien se incruste diamantes en el cuerpo y que otro pretenda robarlos.
ResponderEliminarUn abrazo y suerte.
Gracia Ángel por la lectura. Un abrazo
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