ARCADIA




Nació en la inmensidad. 

En el abismo.

El mar es su hogar, su alianza atávica.

Mil razones son y mil eran sus ancestros.

 Su genética, es origen. 

Su cuerpo, agua viva.

Cada gota salada enluce su silueta.

Y su cromática, sin ser espíritu, la hacen digna.

 Es la sirena.

La criatura redimida siempre al mar y al meandro.

Es corriente al abrazo de olas y mareas.

Un arco iris la abraza. 

Un tatuaje marcado.

Arco escapado del río. 

Abrazo regalado al mar.

 Ella es la que espera.

Cerca de la roca o dentro de la marina cueva.

Arcadia se llama. 

Y se la ve más nítida en la pausa del mediodía.

Cuando las sombras se hacen más cortas.

Cuando se entrelazan las caderas del agua.

 La sirena, ondina excepcional. 

Cacofonía.

La que levita en el blanco lecho de rocas pulidas.

Piedras talladas que no presumen de pertenecer a ningún artista.

 Dicen los poetas de ella que es un suspiro de la mar.

Incluso hablan de que está envuelta en lamentos.

Pero no están en lo cierto.

 La agonía marina no existe.

No es un sollozo de un alma perdida.

 De coyunturas terrenales ella no entiende.

No se deja llevar por remilgos ni sentimientos.

Su euforia no entra en crisis. Es otra cosa.

Solo distrae la razón. 

La única verdad que ella siente.

 Muchos dijeron que la sirena no era del mundo de los vivos.

Pero es su único motivo de existencia.

Dilucidar la verdad, la transparencia.

Mantener vivos mitos y leyendas.

 La sirena no canta ni tampoco es quimera.

No es tentación ni, traicionera. Ni ángel caído.

Es la marina humana que diluye su perfil en su destino.

 Ella, está tan presente hoy como lo estuvo siempre.

Es pretérita y es perfecta.

Su enigma a nadie dejará descifrar ella.

 La divina inmortal.

Superadas tiene las frustraciones de andar por la vida.

La que ama por toda la ciencia. 

Por toda la inmensidad.

Lleva tanto tiempo nadando que Poseidón la libra de pecar.

 Ahora, mira ese trazo de refracción de luz en las olas.

Escucha, ese salmo en el amanecer abierto. 

Estará ella.

Si quieres algún día a la sirena tocar.

Recuerda ese abrazo del río que le da al mar.

Ese arco iris de sal.



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Comentarios

  1. Una epopeya marina, qué chulada de entrada. Un gusto leerte.

    Un abrazo

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  2. Qué maravilla es leerte. Me apunto lo de "es pretérita y es perfecta".
    Muy feliz semana.

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  3. Espectacular.
    Un abrazo.

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  4. Maravillosa la sirena marina Un abrazo.

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  5. Hola, Eme! Sin duda, un salmo rotundo y lleno de épica en cada frase e imagen sugerida. Un abrazo!

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  6. Inmenso, Eme.
    Solemne y bello, que crea una maravillosa historia visual.
    Un besote.

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  7. "Arcadia" una sirena que inspira hasta a los poetas. Siente la razón, y la distrae, esto es fantástico, sin duda es un Ser de otro mundo, venido como sirena para hacer comprender al hombre, que no hay tanto "oleaje" ni en las mentes, que todo es fruto de un sueño, tal vez, Colectivo. Ella, ve tan claro porque es nítida tal como si fuera un alma, alma que no solemos apreciar porque parece que es pasajera pero no, Ella, está tan transparente en cada uno de nosotros como la misma transparencia que ella representa, para quiénes quieran escuchar mejor. Su motivo de existir es acabar con la ceguera del humano, y mientras, Arcadia (bonito nombre), atiende a la razón de la sin razón. La sirena, otro mito para enseñar. Ella representa la verdad y nosotros creemos en una versión. No tiene ni principio ni fin pues es la misma eternidad.
    ¡Me ha encantado! Joooo cuántas sensaciones.

    Un abrazo, Eme.

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